Iron Beam, el láser que ya usa Israel y que cambiará la economía de la guerra

El sistema israelí reduce drásticamente el costo de cada intercepción, ofreciendo una alternativa eficiente frente a los elevados gastos de los misiles tradicionales en conflictos de alta intensidad

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Un detalle del sistema de
Un detalle del sistema de interceptación de misiles Iron Beam, desarrollado por Israel, se observa en esta imagen de archivo obtenida por Reuters el 17 de septiembre de 2025 (Reuters)

El reciente anuncio de que el sistema de defensa aérea láser Iron Beam de Israel ha superado sus pruebas finales y se encuentra listo para su despliegue marca un hito en la evolución de las tecnologías militares, especialmente en un contexto donde las amenazas de bajo costo proliferan y exigen respuestas innovadoras. Según información publicada por The Wall Street Journal, este avance no solo representa un salto tecnológico, sino que también ilustra el impacto de la cooperación en defensa entre Estados Unidos e Israel.

El Iron Beam se distingue por su capacidad para neutralizar objetivos como cohetes, morteros y drones a una distancia de hasta unos 10 kilómetros (seis millas), utilizando energía láser para destruir o inutilizar los blancos en cuestión de segundos. A diferencia de los sistemas tradicionales, el láser no depende de municiones físicas, lo que elimina el riesgo de agotamiento durante un ataque prolongado. Israel prevé recibir las primeras unidades del sistema antes de que finalice el año.

Uno de los aspectos más destacados del Iron Beam es su eficiencia económica. De acuerdo con estimaciones citadas por The Wall Street Journal, el costo marginal de cada intercepción con láser se sitúa en apenas unos pocos dólares, una diferencia abismal frente a los aproximadamente USD 50.000 que cuesta cada disparo del sistema Iron Dome o los más de USD 2 millones por cada misil del sistema Arrow.

Esta reducción de costos adquiere especial relevancia si se considera que, durante el reciente conflicto, Hezbollah lanzó más de 10.000 cohetes contra Israel y se le impidió disparar posiblemente 100.000 adicionales. En este escenario, contener el gasto en defensa resulta fundamental.

El sistema de interceptación de
El sistema de interceptación de misiles Iron Beam, desarrollado por Israel, se observa en acción en esta imagen proporcionada obtenida por Reuters el 17 de septiembre de 2025 (Reuters)

No obstante, los sistemas láser no sustituyen por completo a las defensas aéreas convencionales. Actualmente, presentan limitaciones en condiciones de baja visibilidad y los componentes electrónicos de los drones pueden reforzarse para resistir ataques láser a larga distancia. Christian Brose, presidente de Anduril, explicó a The Wall Street Journal que su empresa de defensa estadounidense considera la intercepción con energía dirigida como “un sistema de armas de último recurso para defensa cercana”.

A pesar de estas limitaciones, los láseres constituyen un complemento valioso. En noviembre de 2023, Israel empleó por primera vez en combate una versión de menor potencia del Iron Beam para derribar drones de Hezbollah. Se espera que, con el tiempo, el sistema pueda instalarse en plataformas aéreas y ampliar su alcance, reforzando así una arquitectura de defensa aérea multinivel y diversificada.

La importancia estratégica de esta tecnología ha motivado una inversión significativa por parte de Estados Unidos, que en abril de 2024 destinó USD1.200 millones al desarrollo del Iron Beam. El contexto financiero es relevante: cada interceptor PAC-3 Patriot supera los USD3 millones, mientras que una variante del misil Sidewinder para el sistema National Advanced Surface-to-Air Missile System ronda el USD1 millón por unidad. Estos costos, sumados, pueden resultar insostenibles ante ataques masivos de drones en conflictos prolongados.

La doctrina militar estadounidense ha priorizado históricamente el despliegue de fuerza abrumadora para acortar los enfrentamientos. Sin embargo, adversarios como China podrían evitar combatir bajo los términos de Estados Unidos. Además, los ataques de los hutíes con drones de USD2.000 han obligado a responder con interceptores navales de millones de dólares, lo que ha puesto a prueba la paciencia y los recursos estadounidenses.

En este contexto, la asistencia militar de Estados Unidos a Israel podría contribuir a mitigar este desafío, además de contrarrestar la influencia de Irán, adversario común. Según el análisis de The Wall Street Journal, la alianza entre Estados Unidos e Israel tiene la oportunidad de fortalecerse mediante una transición de la ayuda formal hacia asociaciones tecnológicas en defensa, lo que permitiría a ambas naciones mantener su superioridad militar.