Rafael Grossi descartó movimiento de reservas nucleares en Irán tras los ataques y reabrió las inspecciones del OIEA

El director del Organismo Internacional de Energía Atómica aseguró que no hay señales de traslado de las reservas enriquecidas al 60%, pero advirtió que Teherán aún bloquea inspecciones en sitios clave como Natanz, Isfahan y Fordow

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Rafael Grossi, director general del
Rafael Grossi, director general del OIEA (REUTERS/Archivo)

El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, afirmó este miércoles que no existen indicios de que Irán haya trasladado sus reservas de uranio enriquecido tras los recientes ataques de Israel y Estados Unidos a instalaciones nucleares iraníes, en medio de un esfuerzo internacional por reanudar la supervisión del programa atómico del país persa.

“No vemos ni creemos que haya habido ningún movimiento importante de material”, apuntó Grossi, que aseguró que el OIEA dispone de imágenes tomadas por satélite relacionadas con estas reservas de más de 400 kilogramos de uranio enriquecido al 60% existentes en el territorio iraní.

El OIEA informó que sus inspectores retornarían este mismo miércoles a la central nuclear de Bushehr, la única planta en operación de Irán, marcando el reinicio de labores de supervisión desde que, en junio, ataques militares afectaron otras instalaciones clave del programa nuclear iraní.

No obstante, el organismo aclaró que sigue negociando con Teherán para obtener acceso total a los sitios nucleares afectados por los ataques, como Fordow, Isfahan y Natanz. Grossi manifestó que la inspección integral de estas instalaciones “debe ser abordada, cuanto antes mejor”, ya que la situación exacta de las reservas permanece sin esclarecer desde los ataques.

Tras la guerra de 12 días entre Irán e Israel y los posteriores bombardeos estadounidenses, Teherán interrumpió su cooperación con el OIEA y el Parlamento iraní aprobó en julio una ley que prohíbe en principio todo tipo de colaboración con el organismo nuclear de la ONU. Pese a este contexto, inspectores del OIEA regresaron a Bushehr para supervisar la sustitución de combustible en la planta, aunque sin acceso, por el momento, a los emplazamientos atacados en junio. El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araqchi, confirmó la visita de los inspectores a la planta y puntualizó que “no se ha aprobado ningún texto definitivo sobre el nuevo marco de cooperación con el OIEA y se están llevando a cabo intercambios de opiniones”.

El ministro de Relaciones Exteriores
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araqchi (REUTERS/Archivo)

Las potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos e integrando el grupo E3 (Alemania, Francia y el Reino Unido), han expresado preocupación por la falta de avances y amenazaron con restablecer sanciones contra Irán a menos que se garantice el acceso amplio del OIEA y se retomen las negociaciones sobre el programa nuclear. Diplomáticos europeos advirtieron sobre la posible activación del mecanismo de restablecimiento (“snapback”) de sanciones del acuerdo nuclear de 2015 si Irán no cumple antes del 31 de agosto con la reanudación de negociaciones y la rendición de cuentas sobre el material enriquecido.

Grossi, quien recientemente fue recibido por funcionarios de alto nivel en Washington, incluidas reuniones con el secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial para Medio Oriente Steve Witkoff, declaró que “es importante que los inspectores estén de vuelta”, aunque consideró que aún faltan temas cruciales por clarificar. En estas reuniones se abordó la necesidad de mantener las tareas de monitoreo y verificación a cargo del OIEA en Irán, así como la seguridad nuclear a nivel global. Un comunicado oficial estadounidense reiteró el compromiso común de garantizar que “Irán nunca desarrolle ni obtenga un arma nuclear”, mientras que el ministerio iraní sostuvo que “es tiempo de dar espacio a la diplomacia”.

La negativa de Teherán a permitir una inspección completa de los sitios bombardeados mantiene la tensión en las conversaciones multilaterales. Grossi subrayó que “no existe tal cosa como un trabajo de inspección a la carta” y que restringir a los inspectores solo a “instalaciones no atacadas” es incompatible con el mandato del OIEA. Irán defiende la naturaleza pacífica de su programa nuclear y el derecho a enriquecer uranio, aunque es el único país no nuclear que opera con un nivel de enriquecimiento del 60%, muy por encima del 3,67% fijado en el pacto nuclear y cerca del 90% requerido para fabricar armamento atómico.

Una imagen combinada muestra vistas
Una imagen combinada muestra vistas satelitales de las entradas al túnel del Centro de Investigación de Tecnología Nuclear de Isfahan antes y después de ser alcanzadas por los ataques aéreos estadounidenses el 20 de junio de 2025 (arriba) y el 22 de junio de 2025 (REUTERS)

Durante su visita a Washington, Grossi también comentó temas de seguridad nuclear en otras regiones, reflejando inquietud por el ataque sobre la planta rusa de Kursk y la escalada de hostilidades en torno a la central ucraniana de Zaporizhzhia, la más grande de Europa. Según el directivo del OIEA, la actividad militar y el despliegue de drones en los alrededores de Zaporizhzhia “parece incrementarse” y podría tener consecuencias graves sobre la seguridad de la instalación.

Grossi, quien ha elevado la visibilidad internacional del OIEA desde 2019, informó que actualmente cuenta con protección especial de una unidad antiterrorista austríaca tras haber recibido amenazas “procedentes de la dirección de Irán”. En paralelo, voces iraníes y medios estatales han pedido que el diplomático sea arrestado si regresa al país, en un clima de extrema desconfianza. El escenario actual mantiene en suspenso la reanudación plena de las inspecciones nucleares y el futuro inmediato del acuerdo de 2015.

(Con información de AFP, AP y EFE)