Un esqueleto fosilizado de un niño de cinco años, descubierto en una cueva prehistórica hace unos 90 años en la entonces Palestina bajo dominio británico, ha retrasado la cronología del mestizaje entre humanos y neandertales en más de 100.000 años, según informaron investigadores de Israel y Francia este miércoles 20 de agosto.
El esqueleto parcial fue estudiado y analizado por un equipo internacional dirigido por investigadores de la Universidad de Tel Aviv y el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia. Los hallazgos se publicaron en la revista l’Anthropologie.
El fósil fue excavado originalmente en la década de 1930 en la cueva de Skhul, en el Monte Carmelo, en lo que hoy es el norte de Israel.
“La cueva de Skhul es una de las primeras cuevas prehistóricas jamás excavadas. Fue descubierta a principios del siglo XX y excavada durante tres años, de 1930 a 1933, por expediciones conjuntas británicas y estadounidenses lideradas por Dorothy Garrod. Durante la excavación, se encontraron los restos de más de diez personas enterradas en la cueva, y se la considera, de hecho, el primer cementerio del mundo”, dijo el profesor Israel Hershkovitz.

El equipo israelí, dirigido por el profesor Israel Hershkovitz, afirmó que el esqueleto del niño exhibía una combinación única de rasgos neandertales y de Homo sapiens.
"Cuando los antropólogos que excavaron en el yacimiento estudiaron el fósil, notaron algo muy extraño en su morfología general: se asemeja al Homo sapiens, pero además presenta rasgos neandertales. Por eso lo ubicaron entre los neandertales, considerados en aquel entonces los ancestros del Homo sapiens", dijo.
Añadió que su cráneo mostraba una curvatura craneal típica del Homo sapiens, mientras que la mandíbula y los patrones vasculares revelaban características neandertales.
Técnicas avanzadas de imagen revelaron que el niño vivió hace unos 140.000 años, lo que lo convierte en el híbrido más antiguo conocido entre las dos especies humanas, que hasta hace poco se consideraban dos especies diferentes.
“Lo que logramos demostrar es que, en realidad, los neandertales y el Homo sapiens comenzaron a cruzarse, no hace entre 60.000 y 40.000 años, sino hace unos 140.000 años, 100.000 años antes de lo que la mayoría de la gente cree”, afirmó Hershkovitz.
El equipo de Tel Aviv también presentó una imagen generada por IA que representa una familia hipotética con un padre neandertal, una madre Homo sapiens y un niño híbrido.
Los neandertales, formalmente llamados Homo neanderthalensis, eran de complexión más robusta que el Homo sapiens y tenían cejas más grandes.
Vivieron desde hace unos 430.000 años hasta su desaparición relativamente pronto después de que el Homo sapiens —una especie que surgió hace aproximadamente 300.000 años en África— incursionara en zonas habitadas por neandertales en Oriente Medio, Europa y Asia.
La mayoría de las personas actuales poseen genes heredados de los neandertales, aproximadamente entre el 1% y el 2% de su ADN.
Al ser preguntado sobre el impacto que el estudio podría tener en la comprensión del comportamiento humano, Hershkovitz afirmó que los humanos podrían no ser inherentemente agresivos, citando evidencia que sugiere una larga historia de coexistencia con otra especie.
(Con información de Reuters)