Una ola de tsunami alcanzó la costa de Severo-Kurilsk, en el archipiélago de las islas Kuriles, al este de Rusia, tras un sismo de magnitud 8.8 registrado cerca de la península de Kamchatka, informaron este miércoles autoridades regionales. El fenómeno obligó a evacuar a los residentes de esta remota zona del extremo oriental ruso y mantiene en alerta a toda la cadena de islas.
El gobernador de la región de Sajalín, Valery Limarenko, confirmó que la primera ola impactó poco después del sismo. “Los residentes permanecen seguros en zonas elevadas hasta que se levante completamente la amenaza de tsunami”, señaló. Indicó, además, que los servicios de emergencia trabajan en modo de alerta máxima y que se están aplicando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad.
La población de Severo-Kurilsk, estimada en algo más de 2.500 personas, fue evacuada hacia terrenos más altos. El agua alcanzó partes de la costa, aunque sin reportes inmediatos de víctimas ni daños estructurales de magnitud.
Uno de los pocos daños materiales confirmados hasta el momento fue la inundación de la planta procesadora de pescado Alaid, en Severo-Kurilsk, cuyos empleados fueron evacuados.
La jefa de la estación sísmica de Yuzhno-Sajalinsk, Elena Semenova, declaró a RIA Novosti que la amenaza de tsunami se extendió a todo el archipiélago de las Kuriles. Autoridades en múltiples asentamientos de las islas siguen supervisando el litoral y coordinando evacuaciones preventivas.
El epicentro del sismo se ubicó a 136 kilómetros al este de Petropavlovsk, en la península de Kamchatka, a una profundidad de 19 kilómetros, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El Centro de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos advirtió que tanto la costa oriental de Rusia como Ecuador podrían recibir olas superiores a tres metros.

En Japón, la cadena pública NHK reportó que la primera ola del tsunami, de aproximadamente 30 centímetros, llegó a la isla de Hokkaido. La Agencia Meteorológica de Japón había anticipado olas de hasta tres metros a lo largo de las costas norte y este del país, desde Hokkaido hasta Wakayama, al sur de Osaka.
“Una alerta de tsunami fue emitida el 30 de julio a las 08H37 (23H37 GMT del martes)”, informó la agencia en X, señalando que “los tsunamis se producirán repetidamente. No ingresen al mar o se acerquen a la costa hasta que se levante la alerta”.
En el sureste de Hokkaido, el sismo se sintió con menor intensidad. Alcanzó el nivel dos en la escala sísmica nipona, que mide la agitación en superficie. Las ciudades de Kushiro, Akkeshi, Shibetsu y Betsukai registraron temblores sin daños significativos.
El sismólogo Shinichi Sakai, de la Universidad de Tokio, explicó a NHK que “un terremoto distante podría causar un tsunami que afecte a Japón si su epicentro es poco profundo”.
En el Pacífico Sur, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED) de Chile declaró alerta de tsunami para el borde costero de las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso, tras una evaluación conjunta con el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA). Además, se estableció un Estado de Preocupación para otras trece regiones del país, desde Arica y Parinacota hasta Magallanes.
En Hawái, el Departamento de Gestión de Emergencias de Honolulu ordenó la evacuación preventiva de varias zonas costeras. En Nueva Zelanda, las autoridades advirtieron sobre “corrientes fuertes e inusuales y marejadas impredecibles” en sus costas.