Zelensky denunció la escalada de bombardeos rusos tras las negociaciones en Turquía: “Putin continúa con su terror y obstruye la diplomacia”

El jefe de Estado ucraniano reclama medidas internacionales contundentes contra Moscú para frenar la agresión y proteger a los ciudadanos

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El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky. /Foto tomada el 10 de julio de 2025/REUTERS/Guglielmo Mangiapane

“Ayer, en la reunión de Estambul, se reiteró a la parte rusa la propuesta de un alto el fuego inmediato y total. En respuesta, drones rusos atacaron edificios residenciales y el mercado Pryvoz en Odesa, bloques de apartamentos en Cherkasy, infraestructura energética en la región de Kherkov, un gimnasio universitario en Zaporiyia. Las regiones de Donetsk, Sumy y Mykolaiv también sufrieron ataques”, declaró Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, en un mensaje dirigido a la nación en una publicación en redes sociales.

La declaración, marcada por la gravedad de los hechos y la urgencia de la situación, expone la dinámica de violencia que persiste en el conflicto entre Ucrania y Rusia, incluso en medio de intentos diplomáticos para alcanzar la paz.

La jornada previa, representantes de Ucrania y Rusia se reunieron en Estambul, Turquía, con la mediación de actores internacionales, para discutir la posibilidad de un cese inmediato de hostilidades. La delegación ucraniana insistió en la necesidad de detener los ataques y abrir un canal diplomático efectivo. Sin embargo, la respuesta rusa no solo fue negativa, sino que se tradujo en una nueva ola de bombardeos nocturnos sobre varias ciudades ucranianas.

Zelensky describió con precisión el alcance de los ataques: “En total, hubo 103 drones de ataque, en su mayoría ‘Shaheds’, y cuatro misiles. Cada noche, Rusia elige ciudades y comunidades para atacar con sus bombardeos”, afirmó el mandatario.

Los drones “Shahed”, de fabricación iraní y ampliamente utilizados por las fuerzas rusas, han sido responsables de una parte significativa de la destrucción en zonas urbanas y rurales de Ucrania. El uso masivo de estos dispositivos evidencia la estrategia de desgaste y terror que, según las autoridades ucranianas, busca minar la moral de la población civil y debilitar la infraestructura crítica del país.

Los ataques de la última noche se concentraron en puntos estratégicos y zonas residenciales. En Odesa, los drones impactaron en el mercado Pryvoz, uno de los centros comerciales más antiguos y emblemáticos de la ciudad, así como en edificios residenciales cercanos.

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Una vista muestra un edificio de apartamentos alcanzado por un ataque con drones rusos, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en Odesa, Ucrania, el 24 de julio de 2025. REUTERS/Nina Liashonok
Un edificio residencial dañado en
Un edificio residencial dañado en Odesa (AP Photo/Michael Shtekel)

En Cherkasy, los bombardeos alcanzaron bloques de apartamentos, dejando a decenas de familias sin hogar y provocando escenas de pánico entre los habitantes. La región de Kherkov sufrió daños en su infraestructura energética, lo que amenaza con cortes de suministro eléctrico en plena temporada invernal. Además, un gimnasio universitario en Zaporizhzhia fue destruido, afectando a la comunidad estudiantil local.

El saldo humano de estos ataques resulta especialmente doloroso.

“Trágicamente, tres personas murieron en la región de Kerkov. Mis condolencias a todas sus familias y seres queridos. Más de diez personas resultaron heridas, incluido un niño de nueve años en Cherkasy”, lamentó Zelensky en su mensaje.

La cifra de víctimas, aunque provisional, refleja el impacto directo sobre la población civil, que continúa siendo la más afectada por la escalada de violencia.

Las regiones de Donetsk, Sumy y Mykolaiv también estuvieron bajo fuego, según el reporte del presidente ucraniano. Estas zonas, situadas en el este y sur del país, han sido escenario de intensos combates desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. Los ataques recientes se suman a una larga lista de bombardeos que han devastado infraestructuras, hospitales, escuelas y viviendas, generando una crisis humanitaria de gran magnitud.

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Un vehículo incendiado en el lyugar bombardeado por Rusia en Kharkiv (REUTERS/Sofiia Gatilova)

La estrategia rusa, basada en el uso sistemático de drones y misiles, ha sido calificada por las autoridades ucranianas como una forma de “terrorismo de Estado”.

“Rusia continúa con su terror y obstruye la diplomacia, por eso merece respuestas de sanciones a gran escala, así como nuestros ataques a su logística, sus bases militares y sus instalaciones de producción militar”, subrayó Zelensky.

El presidente ucraniano hizo hincapié en la necesidad de que la comunidad internacional mantenga y refuerce las sanciones económicas y políticas contra Rusia, al tiempo que justificó la respuesta militar de Ucrania como un acto de legítima defensa.

La referencia a la “obstrucción de la diplomacia” por parte de Rusia cobra especial relevancia en el contexto de las negociaciones de Estambul. De acuerdo con la publicación estadounidense, la delegación rusa no solo rechazó la propuesta de alto el fuego, sino que intensificó sus operaciones militares en varias regiones ucranianas.

En su mensaje, Zelensky reiteró el compromiso de Ucrania con la vía diplomática, aunque advirtió que la responsabilidad de poner fin a la guerra recae exclusivamente en Rusia.

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Rusia y Ucrania acuerdan en Estambul un nuevo intercambio con 1.200 prisioneros de cada lado, según Moscú

“Haremos todo lo posible para que la diplomacia funcione. Pero es Rusia la que debe terminar esta guerra — la guerra que ella misma comenzó”, afirmó el presidente ucraniano.

“La paz solo será posible si Moscú cesa sus ataques y acepta un proceso de negociación genuino", agregó.

El impacto de los bombardeos nocturnos se extiende más allá de las cifras de víctimas y daños materiales. La población civil vive bajo una constante amenaza, con alarmas antiaéreas que suenan cada noche y refugios improvisados en sótanos y estaciones de metro. Las autoridades locales han intensificado los esfuerzos para brindar asistencia a los damnificados, pero la magnitud de la crisis supera la capacidad de respuesta de muchos municipios.

La comunidad internacional, por su parte, sigue de cerca la evolución del conflicto. Organizaciones humanitarias han denunciado reiteradamente el uso de armas indiscriminadas contra zonas habitadas y han exigido el respeto al derecho internacional humanitario.

Las sanciones impuestas por la Unión Europea, Estados Unidos y otros países occidentales buscan presionar a Rusia para que detenga su ofensiva, aunque hasta el momento no han logrado frenar la escalada de violencia.

En el plano militar, Ucrania ha intensificado sus operaciones de defensa y contraataque, especialmente en las regiones más castigadas por los bombardeos. El gobierno de Kiev ha solicitado el envío de más sistemas de defensa antiaérea y ayuda internacional para proteger a la población y mantener la operatividad de infraestructuras críticas.

La destrucción de instalaciones energéticas y educativas representa un desafío adicional para la recuperación del país y la estabilidad de sus comunidades.

La declaración de Zelensky refleja la complejidad de la situación y la determinación de Ucrania para resistir la agresión.

“Rusia continúa con su terror y obstruye la diplomacia, por eso merece respuestas de sanciones a gran escala, así como nuestros ataques a su logística, sus bases militares y sus instalaciones de producción militar”, insistió el presidente, en una de las citas más destacadas de la jornada. La reiteración de este mensaje busca movilizar el apoyo internacional y mantener la presión sobre Moscú.

El presidente de Rusia, Vladimir
El presidente de Rusia, Vladimir Putin. Sputnik/Mikhail Metzel/Pool vía REUTERS

Mientras tanto, la vida cotidiana en las ciudades ucranianas transcurre entre la incertidumbre y la esperanza de que la diplomacia logre abrir un camino hacia la paz. Las imágenes de destrucción y las historias de supervivencia se multiplican, recordando el alto costo humano de un conflicto que, según las palabras de Zelensky, solo terminará cuando Rusia asuma su responsabilidad y ponga fin a la guerra que inició.