Desde hojas hasta huesos: así construyen su protección los insectos que se disfrazan para sobrevivir

De larvas que usan restos de su propio cuerpo hasta chinches que cargan esqueletos de hormigas como escudo, distintas especies desarrollaron tácticas insólitas para defenderse, cazar o pasar desapercibidas

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Una oruga esqueletizadora de hojas
Una oruga esqueletizadora de hojas de eucalipto ( Uraba lugens ) adornada con una pila de sus cápsulas cefálicas mudadas

En diversas regiones del planeta, distintos insectos desarrollaron técnicas tan inusuales como creativas para sobrevivir. Larvas de polilla, chinches, escarabajos y orugas emplean elementos ajenos a su cuerpo en su vida diaria para confeccionar y llevar “trajes” de materiales encontrados en sus hábitats. Así, se protegen de depredadores; se mimetizan, intimidan y, en algunos casos, obtienen ventajas en la caza o el desarrollo.

La polilla conocida como eucalypt leaf skeletonizer (Uraba lugens) habita Australia y partes de Nueva Zelanda. Su oruga, apodada mad hatterpillar, luce una pila de cápsulas cefálicas viejas sobre la cabeza tras cada muda.

El extraño adorno engaña a depredadores y funciona como defensa ante ataques. Además, el cuerpo de la oruga exhibe espinas venenosas que pueden irritar la piel humana. Esta especie causa daños en plantaciones de eucalipto y puede provocar la muerte de árboles enteros.

Las larvas de crisopa verde, apodadas trash bugs o junk bugs, cubren su cuerpo con musgo, restos vegetales, pieles mudadas y hasta caparazones vacíos de presas. Fijan estos fragmentos con cerdas en la espalda, formando una especie de capa portátil de camuflaje.

Larva de escarabajo de las
Larva de escarabajo de las hojas portadora de un estuche protector formado con los excrementos de su madre y reforzado con los suyos propios (Creative Commons)

La composición obedece a los materiales dominantes del entorno y evoluciona según el hábitat. Este disfraz dificulta que depredadores como hormigas y arañas descubran la larva antes de que complete la metamorfosis.

Camuflaje extremo: del “asesino disfrazado” a los escudos orgánicos

En Asia y África existen chinches asesinas del género Acanthaspis que perfeccionaron un disfraz más siniestro: cuelgan exosqueletos de hormigas (sus presas) pegados con secreciones adhesivas.

Algunas pueden transportar hasta 20 cuerpos en una sola pila, generando un aspecto temible. Esta pila confunde a depredadores y simula el ataque potencial de un enjambre de hormigas, además de camuflar el olor del chinche.

De acuerdo con Britannica, el disfraz cumple roles tanto defensivos como ofensivos, facilitando la aproximación a nuevas presas.

Las polillas bagworm fabrican fundas tubulares con seda reforzada con fragmentos vegetales. Cada larva enfrenta la amenaza del entorno construyendo un refugio móvil que la protege y acompaña durante su desarrollo y metamorfosis.

Una ninfa de saltamontes, conocida
Una ninfa de saltamontes, conocida como cigarra espumadora, luciendo una envoltura de burbujas (ePhotocorp)

El dimorfismo en la adultez resulta notorio: mientras los machos emergen como polillas aladas, las hembras permanecen en el interior del estuche incluso al poner huevos.

Otras especies optaron por transformaciones más creativas y funcionales. Las ninfas de salta hojas producen una espuma protectora a partir de secreciones y burbujas de aire, generando mantos que ocultan su presencia. Estas bolsones de espuma mantienen la humedad, aíslan del calor y reducen el riesgo de ser devoradas.

Armaduras fecales, camuflaje y rarezas recién descubiertas

Dentro de los Coleópteros, la estrategia de los escarabajos tortuga demuestra otro ejemplo ingenioso. Las larvas transportan paraguas hechos de exuvias (restos de mudas anteriores) y materias fecales, que adhieren a espinas de la parte posterior del cuerpo.

Este “escudo fecal” protege de depredadores y puede moverse a voluntad, como observó la ciencia en ejemplares de América y China. Los escarabajos muestran tácticas similares: nacen recubiertos de heces y restos que agregan a lo largo de su desarrollo. Al sentirse amenazados, retraen las extremidades y quedan inmóviles en su caparazón, imitando una piedrita.

Una chinche asesina ( Acanthaspis
Una chinche asesina ( Acanthaspis spp.) porta un montículo de hormigas muertas para protegerse. Las hormigas muertas pueden servir para confundir a los posibles depredadores (Liewwk)

El masked hunter es un chinche nocturno que, en estado juvenil, reviste su cuerpo y apéndices con polvo, pelusas y pequeños desechos. Este camuflaje versátil lo hace eficiente en la caza de chinches de cama sin ser detectado y le permite expandirse por varios continentes.

En Hawaii, científicos identificaron en 2025 la extraordinaria bone collector caterpillar, una rara oruga que decora su funda de seda con extremidades y exuvias de insectos, incluso de arañas y congéneres. Esta táctica le permite sobrevivir en telarañas, alimentarse de presas atrapadas y evitar ataques del propio anfitrión arácnido.

Las larvas de caddisfly (Potamophylax) desarrollaron la habilidad de construir tubos de seda recubiertos con minerales o restos vegetales. Estos refugios les brindan protección, estabilidad en aguas rápidas y, posiblemente, mejoran el intercambio de oxígeno.

Los materiales varían según la fuerza de la corriente y el entorno. Antes de transformarse en adultos, sellan el refugio y completan allí la metamorfosis.

En el reino de los
En el reino de los insectos, el camuflaje puede ser tan macabro como brillant (Wikimedia)

De acuerdo con Britannica, la diversidad de estrategias en insectos que “visten” objetos demuestra la extraordinaria capacidad de adaptación de este grupo.

Desde disfraces macabros hasta refugios ingeniosos, la naturaleza exhibe soluciones sorprendentes para afrontar los desafíos de la supervivencia. Estas adaptaciones cumplen múltiples funciones: camuflaje, defensa, refugio y, en algunos casos, facilitan la depredación o la crianza.

El universo de los insectos revela que la creatividad y la evolución producen defensas y camuflajes tan variados como eficaces, desafiando las convenciones de la vida animal y sorprendiendo a la ciencia moderna.