Cambio climático y ciclones tropicales: científicos advierten sobre lluvias e inundaciones extremas en África

Un estudio proyecta que perturbaciones atmosféricas sobre el continente, consideradas clave en la génesis de huracanes del Atlántico, evolucionarán hacia sistemas más intensos

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Con las simulaciones regionales por
Con las simulaciones regionales por primera vez capaces de reflejar extremos de precipitación, el estudio muestra que las ondas avanzan más lentamente y descargan lluvias más intensas en escenarios de altas emisiones (Imagen Ilustrativa Infobae)

El cambio climático no solo intensifica los ciclones tropicales ya formados, sino que también modifica profundamente las condiciones que dan origen a estos fenómenos meteorológicos extremos.

Una investigación publicada en la Revista de Avances en el Modelado de Sistemas Terrestres revela que, hacia finales de siglo, las ondas del este africanas, responsables de cerca del 85% de los huracanes en el Atlántico, experimentarán una transformación: serán más intensas, más húmedas y avanzarán con mayor lentitud a través de África.

Este escenario incrementa de forma significativa el riesgo de inundaciones extremas y prolonga los períodos de lluvias torrenciales en las regiones atravesadas por estas ondas, según los autores del estudio citado por la Unión Geofísica Americana.

Se proyecta que los casos
Se proyecta que los casos de ondas expansivas agudas en África serán más peligrosos, con mayor contenido de vapor de agua y efectos más severos sobre las poblaciones expuestas a estos fenómenos (Imagen ilustrativa Infobae)

Los modelos empleados por el equipo dirigido por Núñez Ocasio permiten simular el desarrollo de los sistemas precursores de huracanes bajo condiciones de mayor temperatura y humedad. Al tomar como caso de estudio la formación de la perturbación que dio origen al huracán Helene en 2006, los investigadores evaluaron el comportamiento potencial de este fenómeno en un entorno futuro marcado por altas emisiones de gases de efecto invernadero.

Sus resultados muestran que dichas ondas no solo contendrán mayor vapor de agua en relación con su entorno, sino que también girarán más velozmente y permanecerán en la atmósfera durante más tiempo, descargando precipitaciones mucho más voluminosas en las zonas afectadas.

Los responsables del estudio escribieron: “A medida que el clima de la Tierra se calienta, los ciclones tropicales (CT) y sus semillas, como las ondas africanas del este (OAEA), cambiarán. Si bien se sabe mucho sobre cómo podrían evolucionar los CT, el comportamiento futuro de las OEA aún no está claro. Utilizando modelos meteorológicos avanzados de resolución de tormentas, este estudio explora cómo las OEA durante un período podrían responder a un clima más cálido”.

“Los resultados muestran que las OEA durante un período en un escenario climático futuro sobre África se volverán más intensas, más húmedas y tendrán un mayor contenido de vapor de agua. Estos cambios pueden causar que algunas OEA potenciales futuras crezcan más lentamente, lo que podría conducir a períodos más largos de fuertes lluvias y un mayor riesgo de inundaciones. Los hallazgos sugieren que se necesitan modelos de resolución de tormentas para predecir cómo se comportarán las OEA y los CT en un mundo más cálido y cómo pueden afectar los eventos climáticos extremos”, sumaron.

El análisis recomienda el uso
El análisis recomienda el uso sistemático de modelos de alta resolución para entender la respuesta de estos sistemas meteorológicos y brindar información útil para la prevención en comunidades vulnerables (Imagen Ilustrativa Infobae)

La relevancia de las ondas del este africanas reside en su papel como “semillas” de los ciclones tropicales. Estas ondulaciones atmosféricas, generadas por perturbaciones de baja presión, desplazan aire cálido y húmedo hacia la atmósfera, facilitando la formación de nubes de lluvia. Según los expertos, aún quedan aspectos críticos por dilucidar sobre cómo el calentamiento global afectará su desarrollo y su potencial para desencadenar huracanes devastadores.

La simulación desarrollada por Núñez Ocasio incorpora, por primera vez, una representación meteorológica regional capaz de reflejar los extremos de precipitación que pueden asociarse a estas ondas en climas futuros. Uno de los datos destacados arroja que, en los modelos para escenarios futuros de altas emisiones, las ondas avanzan más lentamente sobre África que en el pasado, lo cual implica una mayor duración en la ocurrencia de lluvias intensas sobre las poblaciones afectadas.

Dentro de los puntos centrales del estudio, se subraya: “Se examinan las ondas del este africanas (AEW) sobre África y el Atlántico utilizando un nuevo modelo de resolución de tormentas bajo un escenario climático futuro”. Además, “se proyecta que los casos de ondas expansivas agudas (AEW) serán más intensos en África, con un mayor contenido de vapor de agua en relación con su entorno y más peligrosos”, y, para la génesis y propagación de ciclones tropicales, “en un escenario climático futuro, la génesis y propagación de los ciclones tropicales son más lentas en el caso de pre-Helene (2006)”.

Los investigadores plantean que el
Los investigadores plantean que el desafío de anticipar los efectos de un planeta más cálido sobre la frecuencia, intensidad y desplazamiento de las perturbaciones atmosféricas requiere profundizar en la modelización avanzada (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estudio también recomienda el uso sistemático de modelos de alta resolución para analizar la respuesta de estos sistemas meteorológicos ante el cambio climático, ya que solamente estos enfoques pueden proveer la información detallada que necesitan las comunidades vulnerables para planificar medidas de prevención. Los autores añaden que, mientras los pronósticos de corto plazo mantienen una mayor exactitud, es en los pronósticos de largo alcance donde se refleja mejor la dinámica ralentizada y el desplazamiento más lento que podrían mostrar las ondas en el futuro.

El desafío planteado por estas transformaciones meteorológicas requiere, a juicio de los investigadores, profundizar en la modelización avanzada para prever los efectos de un planeta más cálido sobre la frecuencia, intensidad y patrón de desplazamiento de las perturbaciones que pueden detonar, eventualmente, ciclones tropicales en el Atlántico y afectar a millones de personas en regiones vulnerables de África.