
Un estudio divulgado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences demostró que los murciélagos vampiro comunes (Desmodus rotundus) modifican sus vocalizaciones para asemejarse a las de sus compañeras más cercanas, especialmente cuando forman lazos sociales y comparten alimento.
El equipo, liderado por Julia Vrtilek de la Universidad Estatal de Ohio junto a colegas internacionales, aporta evidencia sobre la complejidad de la comunicación animal y plantea que estos mamíferos presentan un aprendizaje vocal social similar al observado en personas y otros animales sociales.
Metodología y desarrollo experimental
La investigación reunió a hembras conocidas entre sí y otras completamente desconocidas en jaulas de laboratorio. Los ejemplares fueron capturados en distintas regiones de Panamá y mantenidos bajo observación en Estados Unidos entre 2011 y 2019. Participaron especialistas de la Universidad Estatal de Michigan, la Universidad de Princeton, la Universidad de Maryland y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales.
Los científicos analizaron comportamientos como el acicalamiento mutuo y el intercambio de alimento regurgitado, habitual entre estos animales para alimentar a compañeras hambrientas. Posteriormente, grabaron cerca de 700.000 llamadas de contacto de 95 murciélagos utilizando equipos ultrasónicos y espectrogramas, ya que la mayoría de los sonidos emitidos resulta inaudible para el oído humano.

Convergencia vocal y vínculos sociales
Los resultados revelaron que, al integrarse en nuevos grupos, los murciélagos vampiro ajustaron sus vocalizaciones hasta hacerlas coincidir con las de sus nuevas compañeras. Según explicó Julia Vrtilek, “cuando se encontraron en un nuevo grupo social, modificaron sus cantos para que coincidieran con los de los que conocieron”.
La convergencia vocal no fue indiscriminada. Los análisis indicaron que las hembras que compartían alimento tendían a sonar más parecidas entre sí que aquellas con vínculos menos estrechos. Para Grace Smith-Vidaurre, investigadora de la Universidad Estatal de Michigan, este fenómeno sugiere que aprenden sus llamados escuchando mutuamente durante las interacciones sociales, más allá de emitir sonidos definidos solo por la genética.
Gerald Carter, profesor asociado de la Universidad de Princeton, señaló que “tener el mismo ‘acento’ podría ayudar a diferenciar a los individuos familiares de los extraños”. Además, planteó que la coincidencia en los llamados podría facilitar la construcción de nuevas relaciones o mejorar la comunicación en entornos ruidosos.
Comparaciones con otros animales sociales
El aprendizaje vocal y la convergencia de llamadas se observan también en otras especies. Smith-Vidaurre mencionó que comportamientos semejantes aparecen en delfines, elefantes, periquitos y monos, así como en personas, que suelen ajustar su forma de hablar según el entorno social. En los murciélagos, la semejanza en los llamados surgió tanto por convivencia grupal como en lazos concretos, en especial entre las hembras que compartían alimento.

El estudio distingue entre la convergencia vocal originada por la simple exposición a sonidos y aquella forjada a través de relaciones sociales estrechas. Los datos mostraron que la similitud en las llamadas fue más marcada entre hembras cooperativas.
Implicaciones para la comunicación animal
Estos hallazgos refuerzan la idea de que el aprendizaje vocal en mamíferos es más común de lo supuesto y que la flexibilidad vocal en los murciélagos trasciende la ecolocalización. El equipo considera que la convergencia podría desempeñar un papel clave en la formación y el mantenimiento de vínculos sociales, si bien las funciones exactas aún requieren análisis.
Como próximo paso, los investigadores esperan determinar si las hembras utilizan llamados específicos para dirigirse a compañeras concretas, lo que equivaldría a un sistema de “nombres” individuales en su comunicación.
Perspectiva ética y respaldo institucional
El estudio fue aprobado por los comités de ética animal de la Universidad de Maryland, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y el Ministerio de Ambiente de Panamá. Los autores agradecieron el respaldo de la National Science Foundation y la colaboración de colegas en la recopilación y análisis de datos.
La investigación aporta evidencia de que la familiaridad social y los lazos cooperativos influyen en la convergencia vocal de los murciélagos vampiro, abriendo nuevas líneas para comprender la evolución del aprendizaje vocal y la cooperación en mamíferos. Las causas y consecuencias sociales de esta convergencia vocal recién descubierta requieren profundización para desentrañar su papel en la vida social de estos animales.
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