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El satélite argentino Atenea fue
El satélite argentino Atenea fue integrado a la misión Artemis II de la NASA, que permitirá el regreso de astronautas a la Luna después de 53 años (CONAE)

La Argentina consolida su lugar en el mapa espacial mundial con un desarrollo que combina ciencia, tecnología y cooperación internacional. El satélite Atenea, un CubeSat de clase 12U concebido en el país, será parte de la misión Artemis II de la NASA, un hito que marcará el retorno de astronautas a la Luna después de más de medio siglo.

El nuevo proyecto espacial anunciado en junio por Infobae, se convirtió en un símbolo del talento local y de la capacidad de articular instituciones, universidades y empresas en torno a un objetivo común: llegar al espacio profundo con un desarrollo propio.

El CubeSat fue desarrollado dentro
El CubeSat fue desarrollado dentro del programa SARE de la CONAE para satélites pequeños de bajo costo (UNLP)

El punto de partida de este logro fue la iniciativa de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Atenea nació dentro del programa SARE, orientado a la creación de satélites pequeños de bajo costo y producción ágil para observación terrestre y exploración del espacio.

En ese marco se unieron la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (FIUBA), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la empresa VENG S.A., que sumaron conocimientos en ingeniería, electrónica y ciencia de materiales.

Atenea fue seleccionado por la
Atenea fue seleccionado por la NASA tras un concurso internacional junto a satélites de Alemania Corea del Sur y Arabia Saudita (Conae)

El satélite, de aproximadamente 30 por 20 por 20 centímetros, completó su integración final entre el 1 y el 12 de septiembre en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE, en Córdoba.

Allí se realizaron pruebas de vibración, termovacío y compatibilidad electromagnética para cumplir con los exigentes estándares de la NASA. Cada ensayo validó que los sistemas soporten las condiciones extremas del despegue y del espacio.

Y hoy, Atenea fue trasladado a los Estados Unidos para incorporarse al cohete SLS (Space Launch System) de la NASA, que llevará la nave Orión en el viaje lunar.

El cohete SLS de la
El cohete SLS de la NASA despega con la misión no tripulada Artemis I - (REUTERS/Joe Skipper)

Una misión de demostración con impacto global

El objetivo central de Atenea es validar tecnologías críticas que permitan el desarrollo de futuras misiones espaciales de alto nivel. Su carga útil medirá la radiación en órbitas altas, recopilará datos de GNSS —el sistema de navegación global— y pondrá a prueba un enlace de comunicación de largo alcance, al tiempo que evaluará componentes de uso espacial.

Cada uno de estos ensayos elevará el grado de madurez tecnológica de los subsistemas, lo que a mediano plazo facilitará la fabricación de nuevos satélites nacionales de mayor complejidad.

El Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Darío Genua, destacó la trascendencia de este paso: “Que un desarrollo argentino forme parte de una misión de esta magnitud demuestra que el país cuenta con capacidades científicas, tecnológicas y operativas de clase mundial, y un ecosistema espacial en expansión, con empresas e instituciones de vanguardia que crecen año tras año”.

FILE PHOTO: NASA Astronaut Joseph
FILE PHOTO: NASA Astronaut Joseph M. Acaba speaks at an NASA event during which the crew of the Artemis II space mission to the moon and back is announced in Houston, Texas, U.S., April 3, 2023. REUTERS/Go Nakamura/File Photo

El lanzamiento de Artemis II, previsto entre febrero y abril de 2026, será el primero tripulado del programa que busca establecer una presencia humana sostenible en la Luna como etapa previa a viajes a Marte.

La misión enviará a cuatro astronautas en la nave Orión para un recorrido de diez días alrededor del satélite natural, en un retorno histórico desde el programa Apolo de 1972.

Atenea se desplegará durante las etapas iniciales del vuelo, antes de que la nave tripulada se acerque a la Luna. Compartirá espacio con CubeSats de Alemania, Corea del Sur y Arabia Saudita, reforzando el carácter internacional y científico del proyecto. Esta participación coloca a la Argentina en un grupo selecto de países con desarrollos satelitales integrados en una misión tripulada de alto perfil.

La ingeniería argentina detrás del satélite

Atenea es un CubeSat de
Atenea es un CubeSat de clase 12U de 30 por 20 por 20 centímetros diseñado para medir radiación en órbitas altas y validar enlaces de comunicación (CONAE)

La construcción de Atenea fue un trabajo colaborativo que integró múltiples áreas de la Facultad de Ingeniería de la UNLP.

El Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) lideró la ingeniería de sistemas, el control térmico y la fabricación de piezas estructurales, mientras que el grupo de Sistemas Electrónicos de Navegación y Telecomunicaciones (SENyT) diseñó y ensambló subsistemas clave como las comunicaciones, la computadora de a bordo (OBC) y el receptor GNSS.

Cada componente, desde el software hasta el hardware, se desarrolló íntegramente en el país.

El proyecto requirió coordinación con
El proyecto requirió coordinación con expertos de la NASA y la gestión de componentes provenientes de Europa Japón y Australia (UBA)

El ingeniero Joaquín Brohme, coordinador del proyecto en el CTA, explicó que el equipo viajó a Estados Unidos para la entrega del satélite y su integración a la cápsula Orión: “Básicamente, lo que vamos a hacer es desembalar el satélite, mostrar su funcionamiento y conectarlo a la cápsula Orión, que es la que va debajo de los astronautas. Allí permanecerá apagado hasta el momento del desacople, con el cohete ya en órbita”.

Aldana Guilera, estudiante e integrante del equipo, detalló que en las instalaciones de la NASA deberán responder consultas de los expertos sobre la documentación y los informes elaborados por la Facultad de Ingeniería.

La presencia de jóvenes profesionales en este tipo de misiones refleja la renovación constante del talento científico y técnico argentino.

Estudiantes de ingeniería electrónica de
Estudiantes de ingeniería electrónica de la UBA muestran la placa que integrará el satélite Atenea (UBA)

El decano de la Facultad de Ingeniería, Marcos Actis, expresó el orgullo de su institución: “La participación en este proyecto nos llena de orgullo, ser parte de una misión que significará el retorno de tripulaciones que orbiten la Luna, como lo fue Apolo 8, compuesta por Frank Borman, Jim Lovell y William Anders, en diciembre de 1968”.

Actis recordó además la tradición de cooperación con la NASA a través de la serie de satélites SAC, diseñados y construidos en el país para la observación de la Tierra.

Y comparó el nuevo desarrollo con el proyecto universitario USAT 1: “Para nosotros ATENEA es el hermano mayor de USAT 1, ya que es un escalamiento de este y es un retorno a la colaboración conjunta entre NASA y CONAE, como lo fue con la serie de satélites SAC (Satélites de Aplicaciones Científicas), diseñada y construida en Argentina para la observación de la Tierra. La Facultad de Ingeniería ha participado desde el inicio en estos proyectos con la CONAE desde el desarrollo del SAC-B”.

En el Centro Espacial Teófilo
En el Centro Espacial Teófilo Tabanera se realizaron ensayos de vibraciones termovacío y compatibilidad electromagnética según estándares de la NASA (CONAE)

El trabajo incluyó meses de integración en salas limpias, donde se ensamblaron y validaron piezas, cables y subsistemas. Los ingenieros y estudiantes no solo aplicaron su formación académica, sino que también superaron las exigencias técnicas impuestas por la NASA.

En el CETT se hicieron pruebas y ensayos de vibraciones, radiofrecuencias y ambientales. Salió todo muy bien”, afirmó Brohme.

Actis subrayó el valor humano de la experiencia: “El trabajo realizado desde el SENyT y el CTA, inicialmente durante el primer año con recursos propios, ha culminado con la construcción integra del satélite ATENEA en la Facultad para la CONAE.

La construcción de Atenea integró
La construcción de Atenea integró a la UNLP la UNSAM la FIUBA la CNEA el IAR y la empresa VENG en un trabajo conjunto de alto nivel científico

Como siempre, el Departamento de Ingeniería Aeroespacial y la Facultad han trabajado en todos los proyectos conjuntos entre CONAE y NASA. Por eso, nos llena de orgullo haber sido elegidos nuevamente. Esto se debe a nuestra capacidad y, sobre todo, a nuestros recursos humanos que se renuevan año a año y que hacen cada vez más grande a nuestra Facultad”.

El decano dedicó un reconocimiento especial a la ingeniera Sonia Botta, pieza clave del proyecto: “Siendo alumna de la carrera, Sonia ya quería hacer un satélite y sabemos que este desarrollo es como un hijo para ella. Por eso, ahora es madre de dos hijos: de su beba y del satélite”.

Un salto para la ciencia y la industria argentina

La misión Artemis II llevará
La misión Artemis II llevará cuatro astronautas a orbitar la Luna como parte del regreso tripulado tras el programa Apolo (NASA)

La participación de Atenea en Artemis II trasciende lo simbólico. Validar tecnologías críticas en un entorno real abre el camino para que Argentina produzca satélites más sofisticados y con costos competitivos.

La experiencia también fortalece la relación con la NASA y con otras agencias espaciales, creando oportunidades de cooperación científica y comercial.

El programa SARE, que enmarca el proyecto, demuestra que es posible fabricar satélites de alto rendimiento en tiempos acotados y con presupuestos razonables. Esa combinación es estratégica en un mundo donde la demanda de información satelital para telecomunicaciones, monitoreo ambiental y exploración crece de forma constante.

La barcaza Pegasus de la
La barcaza Pegasus de la NASA, que contiene la etapa central completamente ensamblada para el cohete del Sistema de lanzamiento espacial de la NASA, llega al Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida, EE.UU.. EFE/Cristóbal Herrera-Ulashkevich

Para el país, el desafío es mantener este impulso. La continuidad de políticas de Estado y de financiamiento permitirá que el conocimiento adquirido se traduzca en nuevas misiones, empleos calificados e innovación tecnológica. Atenea es, en ese sentido, un laboratorio en órbita que prueba la capacidad de la Argentina para competir en un sector dominado por potencias.

Cuando el cohete SLS despegue en 2026 desde el Centro Espacial Kennedy con la nave Orión y su tripulación, Atenea llevará consigo no solo instrumentos de medición, sino también la marca de una comunidad científica y tecnológica que supo convertir un sueño en una realidad tangible.

Será un testimonio de que la ingeniería, la ciencia y el trabajo colaborativo pueden proyectar al país más allá de sus fronteras, hasta el espacio profundo, en una misión que quedará registrada como un momento histórico para la Argentina y para la exploración humana del cosmos.