
La reciente investigación genética realizada sobre dientes fósiles hallados en Canadá reveló que los mamuts lanudos y los mamuts colombinos, dos de las especies más emblemáticas de la última Edad de Hielo en Norteamérica, mantuvieron un contacto mucho más estrecho de lo que se creía.
Contrario a la visión clásica que los consideraba poblaciones separadas, estos animales se cruzaron de manera regular, generando mamuts híbridos durante miles de años. Este hallazgo fue liderado por el Museo de Historia Natural y publicado en la revista Biology Letters, y subraya la importancia de la hibridación en el curso evolutivo de las especies extintas.
El equipo de investigación, que incluyó la participación del profesor Adrian Lister, examinó dos molares fósiles originarios del oeste de Canadá. Los análisis genéticos determinaron que ambos dientes correspondían a mamuts híbridos, aunque con diferentes proporciones de ADN de mamut lanudo y mamut colombino.
El diente más antiguo tiene una antigüedad aproximada de 36.000 años y presentaba más del 21% de su composición genética heredada de mamuts colombinos, mientras que el diente más reciente, fechado unos 11.000 años después, mostraba casi un 35% de ascendencia colombina. Estos resultados demuestran que el cruce entre ambas especies fue un fenómeno reiterado y no un hecho excepcional, ocurriendo en múltiples ocasiones a lo largo de milenios.

El estudio va más allá al identificar que la mayoría de los cruces detectados se produjeron entre machos de mamut colombino y hembras de mamut lanudo, según lo indica el análisis de los cromosomas sexuales. Esta tendencia incrementó la diversidad genética de los mamuts lanudos norteamericanos, convirtiéndolos en la población de mamuts más diversa de la que se tiene constancia hasta la fecha. La hibridación no solo mezcló linajes: aumentó la capacidad de adaptación de estos mamíferos frente a un entorno en constante transformación.
Historia evolutiva compleja y papel de la hibridación
Las investigaciones previas del mismo equipo ya habían arrojado luz sobre la complejidad de la evolución de los mamuts. En 2021, lograron identificar ADN de mamut estepario de 1,2 millones de años conservado en un diente hallado en Krestovka, Siberia.
Hasta ahora, la teoría dominante era que los mamuts esteparios evolucionaron en Eurasia, dando lugar a los lanudos hace alrededor de 700.000 años, mientras que los mamuts colombinos habían aparecido mucho después, en América del Norte, hace aproximadamente 300.000 años.
Sin embargo, el linaje de Krestovka resultó ser un grupo distinto dentro de los mamuts esteparios. Estos animales migraron desde Siberia hacia América del Norte cruzando un puente terrestre que existió hace miles de años entre Siberia y Alaska.
Posteriormente, este linaje se cruzó con los mamuts lanudos ya presentes en el continente americano, dando origen al mamut colombino, que heredó hasta la mitad de su ADN de los lanudos. El nuevo estudio añade que la transferencia genética fue un proceso bidireccional: los mamuts lanudos también incorporaron material genético de los colombinos a lo largo de generaciones.
El profesor Adrian Lister explicó: “Tradicionalmente, se nos enseña que diferentes especies no pueden cruzarse”. Añadió: “A medida que nuestra capacidad para investigar la genética ha avanzado, estamos descubriendo que esto ha ocurrido muchas veces”.

Para Lister, el enfoque aplicado en los mamuts puede adaptarse para estudiar otros animales extintos, lo que permitirá reinterpretar la historia evolutiva de especies desaparecidas y entender mejor el peso de la hibridación como factor clave en la evolución.
El Museo de Historia Natural destaca el papel fundamental de la hibridación como mecanismo para aumentar la diversidad genética y mejorar la adaptación a los cambios ambientales. La mayor diversidad genética detectada en los mamuts norteamericanos sugiere que la mezcla de linajes pudo otorgarles una ventaja adaptativa frente a los drásticos cambios en el clima y la vegetación.
Todo esto abre posibilidades para el presente y el futuro de la paleobiología. El análisis genético detallado y el estudio de casos de hibridación en especies extintas pueden aportar valiosa información sobre cómo los animales del pasado enfrentaron crisis ambientales.

Hoy, el cruce sostenido entre mamuts lanudos y colombinos sirve como ejemplo de cómo la diversidad genética, alimentada por la mezcla de linajes, incrementa la capacidad de resistencia y adaptación en grandes mamíferos.
En definitiva, los hallazgos del Museo de Historia Natural impulsan una revisión del papel de la hibridación en la evolución y demuestran que los mamuts del pasado supieron intercambiar información genética para sobrevivir a los desafíos de su época. La hibridación prolongada fue un factor decisivo no solo para la supervivencia, sino también para el éxito evolutivo de estos gigantes prehistóricos.
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