Computación cuántica modular: cómo funciona el sistema que promete crecer pieza por pieza

Un equipo de la Universidad de Illinois diseñó módulos cuánticos que se conectan como bloques de Lego y permiten escalar procesadores sin empezar de cero, acercando la tecnología a máquinas más flexibles y potentes

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La computación cuántica modular permite
La computación cuántica modular permite ensamblar procesadores como bloques de Lego, facilitando la escalabilidad y flexibilidad de los sistemas (Imagen ilustrativa Infobae)

Un equipo de científicos en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign encontró una manera de conectar piezas de computadoras cuánticas como si fueran bloques de Lego. La idea es similar a cuando, en los años noventa, se armaban computadoras personales pieza por pieza: se compraba un procesador, una tarjeta gráfica, un disco rígido y, al ensamblarlos, se lograba una máquina más potente.

De acuerdo con un artículo publicado en Nature Electronics, el equipo desarrolló una propuesta técnica que busca que los ordenadores cuánticos sean escalables y reconfigurables. En lugar de apostar por un solo bloque grande, cada módulo contiene sus propios cúbits superconductores y puede conectarse a otros mediante cables desmontables. “La arquitectura modular permite superar este desafío mediante un ensamblaje tipo Lego, reconfiguración y expansión, en un espíritu similar al de los ordenadores clásicos modernos”, concluyen los responsables de la investigación citados por la revista.

El sistema utiliza un cable coaxial superconductor como “bus cuántico”, que no solo une los módulos, sino que logra transmitir excitaciones y crear entrelazamiento entre los cúbits de distintas partes. El equipo liderado por Michael Mollenhauer y Wolfgang Pfaff alcanzó puertas SWAP entre módulos con un “1 % de pérdida en menos de 100 ns”. Esta marca resulta decisiva porque logra el rango de error mínimo necesario para que la corrección cuántica funcione y los códigos puedan ejecutarse de forma eficiente.

Desafíos de la escalabilidad

La propuesta quiere atacar el mayor obstáculo en el sector: pasar de prototipos pequeños a sistemas con millones de cúbits. Los ordenadores tradicionales fabricados en un solo chip resultan difíciles de ampliar y sus operaciones pierden fidelidad a medida que crecen. Los investigadores afirman que su modularidad permitiría ampliar los sistemas al agregar nuevas piezas ya probadas, optimizando el rendimiento sin que dependa de que cada elemento sea perfecto. “El rendimiento global de la máquina no dependerá de que todos los componentes sean perfectos, sino de la capacidad de integrarlos de forma eficiente”, detalla el artículo de Nature Electronics.

El sistema desarrollado por la
El sistema desarrollado por la Universidad de Illinois utiliza módulos con cúbits superconductores conectados por cables desmontables para crear ordenadores cuánticos reconfigurables (Imagen ilustrativa Infobae)

Otro logro relevante fue la demostración de que los cúbits de diferentes módulos pueden alcanzar una fidelidad en el entrelazamiento del 97,4 %. Este dato sitúa la propuesta cerca de la fiabilidad de los sistemas de un solo chip y elimina la distancia física como impedimento insalvable. El sistema también posibilita que el cable se quede desmontado y vuelva a conectarse sin que la calidad caiga de manera significativa.

Versatilidad y ventajas del modelo

El texto destaca que la filosofía modular devuelve a la computación cuántica una flexibilidad ya habitual en los viejos ordenadores clónicos. Según Pfaff, “la idea es poder construir un sistema que se pueda montar, desmontar y volver a montar, manteniendo al mismo tiempo operaciones de muy alta calidad”. El enfoque permite probar los módulos por separado, detectar fallos antes de integrarlos y efectuar reemplazos sin iniciar el proceso desde cero. Además, los módulos cuánticos se pueden fabricar y testear individualmente, como se hacía con las tarjetas gráficas y discos duros en los años noventa, para luego conectar únicamente aquellos que pasan las más duras pruebas de fidelidad.

La modularidad significa también que el usuario podrá construir redes cuánticas distribuidas. Los científicos aseguran que el nuevo esquema hace posible “la generación de entrelazamiento de alta fidelidad y la operación de un cúbit lógico distribuido”. Varios módulos podrían colaborar como si fueran un único procesador lógico, repartiéndose cálculos complejos entre diferentes unidades.

Limitaciones y siguiente etapa

No todo está resuelto. Según precisaron los autores del proyecto, el conector necesita mejorar para no comprometer la coherencia de los cúbits. Las pruebas actuales indican que esos tiempos —el lapso durante el cual un cúbit mantiene su estado cuántico— son algo menores que en dispositivos convencionales sin cables desmontables. Sin embargo, los experimentos muestran un sistema robusto y capaz de soportar varios ciclos de ensamblaje y desensamblaje sin grandes pérdidas de calidad.

L a arquitectura modular logra
L a arquitectura modular logra entrelazamiento de alta fidelidad entre cúbits de diferentes módulos, acercando la fiabilidad a la de los sistemas de un solo chip (Imagen Ilustrativa Infobae)

Esta arquitectura tampoco limita la compatibilidad a una sola clase de cúbits. Según la investigación, “nuestro interconector no requiere elementos de circuito adicionales más allá de la no linealidad intrínseca de los cúbits, lo que lo hace aplicable también a otros tipos”. Así, el sistema podría adaptarse a innovaciones como los cúbits fluxonium y a máquinas híbridas.

El plan para el futuro inmediato contempla conectar más de dos módulos y mantener la detección de errores y la posibilidad de ampliar el procesador pieza a pieza. El equipo de Illinois proyecta construir procesadores distribuidos capaces de sumar capacidad sin límites, acercando a la tecnología cuántica a la idea de un ordenador competitivo y personalizable como los clónicos que impulsaron la revolución informática de los años noventa.