Expertos alertan sobre los riesgos de la luz LED para la salud ocular y la seguridad vial

Un aumento en la exposición a luces LED, tanto en espacios públicos como en dispositivos personales, preocupa a especialistas por posibles daños en la visión y efectos adversos en la conducción nocturna, impulsando debates regulatorios, informa TIME

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El resplandor de las luces
El resplandor de las luces LED en autos y calles genera debate sobre salud ocular y seguridad vial (Freepik)

El resplandor de las luces LED, presente en autos, calles y dispositivos personales, ha provocado un debate sobre sus posibles efectos en la salud ocular y la seguridad vial. Expertos y autoridades advierten que la creciente intensidad de la iluminación artificial, en especial la de los faros de autos, podría estar alterando la visión de millones de personas y motivando propuestas regulatorias para reducir su impacto.

La preocupación por el brillo excesivo de los faros no es ajena a Marie Gluesenkamp Perez, congresista y copropietaria de un taller de reparación de automóviles en el estado de Washington. Según señaló a TIME, la intensidad de estas luces puede disminuir el tiempo de reacción de los conductores y representar un peligro en las rutas.

Impulsa una reforma federal para limitar la luminosidad de los faros, respaldada en datos que indican que, pese a los avances en seguridad vehicular, las muertes en rutas han crecido y los accidentes fatales ocurren más frecuentemente durante la noche, período que coincide con la proliferación de los faros LED.

Expertos y autoridades advierten sobre
Expertos y autoridades advierten sobre el impacto de la iluminación LED en la visión y los accidentes de tránsito (Freepik)

La tecnología LED, creada en los años 60 y popularizada a partir de los 90, transformó la iluminación global por su capacidad de emitir haces más concentrados y su alto contenido de luz azul, similar a la luz diurna natural.

Esto ha mejorado la visibilidad y la eficiencia energética, pero también ha incrementado la contaminación lumínica —visible incluso desde la Estación Espacial Internacional— y las molestias entre la población.

Además de los faros, las pantallas de computadoras, táblets y teléfonos constituyen una fuente constante de luz LED. Jacqueline Bowen, presidenta de la Asociación Americana de Optometría, explicó a TIME: “Una pantalla es, en esencia, una bombilla plana y cuadrada”, y advirtió que aproximadamente un tercio de la población pasa más de 7 horas diarias con estos dispositivos.

Salud ocular y riesgos de la luz LED

La preocupación por posibles daños oculares relacionados con la exposición a luces intensas es creciente entre los especialistas. Joshua Dunaief, profesor de oftalmología en la Universidad de Pensilvania, señaló a TIME que la luz excesiva puede dañar la retina, el tejido fotosensible del ojo. Aunque la intensidad de faros, fuegos artificiales o pantallas es inferior a la luz solar, la exposición acumulada podría tener consecuencias a largo plazo, como aumento de casos de degeneración macular asociada a la edad (DMAE), cataratas o fotokeratitis.

Dunaief advirtió que no existen estudios concluyentes sobre la exposición prolongada a estas fuentes, pero recordó que las personas con ojos claros, como azules o verdes, presentan mayor riesgo por tener menos pigmento protector en la retina.

La seguridad vial es otro ámbito afectado por el avance de los faros LED. Cynthia Owsley, investigadora de la Universidad de Alabama en Birmingham, detalló que su resplandor reduce la capacidad de distinguir objetos en la carretera, fenómeno llamado reducción de la sensibilidad al contraste.

Dunaief añadió que la exposición abrupta a luces potentes puede “blanquear” temporalmente las neuronas de la retina, generando una pérdida momentánea de visión y dificultad durante la conducción nocturna.

Expertos advierten sobre riesgos oculares
Expertos advierten sobre riesgos oculares por exposición a luces intensas (Freepik)

Owsley, quien ha padecido problemas visuales vinculados a la edad, reconoció que dejó de conducir de noche por estas dificultades. El riesgo de DMAE crece desde los 65 años, pero el malestar por el brillo afecta también a personas jóvenes, sobre todo a quienes padecen ojo seco, una condición que puede agravarse por el uso prolongado de pantallas y que, según Bowen, aparece cada vez más entre adolescentes.

El impacto de la luz intensa abarca también a peatones y personas con enfermedades oculares preexistentes, quienes pueden experimentar molestias o riesgos adicionales. Bowen alertó que muchos no detectan la sequedad ocular, de modo que la sensibilidad a luces intensas podría ser la única señal para consultar al especialista. Owsley subrayó que la fotosensibilidad varía entre individuos, aunque aconsejó visitar al oftalmólogo a quienes tienen dificultades para conducir de noche.

Estrategias para proteger la vista y perspectivas regulatorias

Para cuidar la salud ocular, los especialistas coinciden en la importancia de la prevención. Owsley recomendó realizar exámenes oftalmológicos integrales de forma rutinaria a partir de los 40 años, lo que permite detectar y tratar problemas a tiempo.

La alimentación también juega un papel relevante: el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos ha demostrado que los antioxidantes luteína y zeaxantina, presentes en espinaca, col rizada y pimientos amarillos o naranjas, ayudan a disminuir el riesgo de DMAE. Dunaief sugirió reducir la exposición a la luz azul en la noche —ya que puede afectar el sueño— y utilizar programas en las pantallas que limiten su brillo.

En materia vial, Dunaief aconsejó mantener la vista en el propio carril y evitar mirar directamente los faros de los vehículos que circulan en sentido contrario, ya que la novedad de las luces muy brillantes atrae la mirada y retrasa el tiempo de recuperación visual.

Matthew Brumbelow, ingeniero principal del Instituto de Seguros para la Seguridad en Carreteras (IIHS), explicó a TIME que los vehículos con faros de alta visibilidad —incluidos muchos modelos con tecnología LED— presentan un 19% menos de accidentes nocturnos respecto a aquellos con faros de baja visibilidad. Sin embargo, reconoció que los accidentes provocados exclusivamente por el resplandor son difíciles de cuantificar y afectan principalmente a conductores mayores.

Las recomendaciones de los especialistas incluyen el uso de gafas especiales que filtran la luz azul y reducen el resplandor al conducir de noche, siempre con lentes en buen estado. Bowen recordó que las gafas rayadas o los parabrisas sucios intensifican el deslumbramiento.

Los vehículos con faros LED
Los vehículos con faros LED de alta visibilidad registran un 19% menos de accidentes nocturnos, según el IIHS (Freepik)

Mientras avanza la investigación sobre los efectos a largo plazo de la luz LED y se debaten nuevas regulaciones, los expertos insisten en la importancia de cuidar la salud ocular por medio de revisiones periódicas, dieta rica en verduras de hoja verde y hábitos visuales saludables.