
El Extant Life Volumetric Imaging System (ELVIS) ya finalizó su fase espacial a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS), luego de su lanzamiento exitoso el 21 de abril de 2025. Este sistema innovador, que proporciona imágenes holográficas tridimensionales detalladas de células y microbios, llegó al espacio para ampliar nuestra comprensión de la vida en condiciones extremas.
Tras su estancia, volvió a tocar suelo terrestre el 20 de junio y las muestras obtenidas se encuentran bajo análisis para evaluar el desempeño del dispositivo. ¿El objetivo? Convertirse en una futura plataforma para misiones lunares o a Marte
El evento, que tuvo lugar desde el Complejo de Lanzamiento 39A en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida a bordo del SpaceX CRS‑32, marcó un hito importante en la investigación biológica espacial.
Según informó el International Space Station U.S. National Laboratory en un comunicado, este avance podría ser crucial para entender cómo la vida podría adaptarse y sobrevivir en lunas y planetas distantes, ampliando significativamente nuestra búsqueda de vida más allá de la Tierra.
ELVIS: más allá de los microscopios tradicionales

A diferencia de los microscopios bidimensionales convencionales, ELVIS ofrece una visión más profunda de la estructura y las interacciones ambientales de los organismos celulares. Esta capacidad permite evaluaciones biológicas más precisas, lo que podría arrojar luz sobre la capacidad de la vida para prosperar en entornos extremos del espacio.
El International Space Station U.S. National Laboratory detalló que el proyecto ELVIS es liderado por la Universidad Estatal de Portland (PSU) en colaboración con el Jet Propulsion Laboratory de la NASA; siendo que el sistema llegó a bordo de la misión número 32 de los Servicios Comerciales de Reabastecimiento de SpaceX (CRS‑32).
Investigaciones, colaboración y tecnología de vanguardia
Jay Nadeau, profesora de física en PSU y una de las investigadoras principales del proyecto, expresó su entusiasmo por los avances de cara a las próximas misiones y resaltó: “Estamos emocionados de aprovechar el laboratorio nacional de la ISS para preparar a ELVIS para sus futuros roles en misiones de exploración espacial”.
En ese tono, el International Space Station U.S. National Laboratory subrayó que el éxito de ELVIS en las condiciones del espacio no solo abrirá el camino para su uso en entornos fuera de la Tierra, sino que también tendrá implicaciones para mejorar la investigación biomédica y microbiológica en nuestro planeta.

De todas maneras, durante su tiempo en el espacio, ELVIS centrará su análisis en dos formas de vida terrestres conocidas por su resiliencia: Euglena gracilis, una microalga, y Colwellia psychrerythraea, una bacteria que prospera en aguas frías.
Esta investigación examina sus adaptaciones observables y genéticas a la microgravedad, y los conocimientos podrían iluminar cómo la vida podría sobrevivir bajo las capas de hielo de lunas como Europa y Encélado.
Diseño robusto y automatización
ELVIS fue diseñado para soportar los rigores del espacio, incorporando componentes duraderos y de bajo mantenimiento, con automatización que minimiza la intervención de los astronautas, asegurando experimentos continuos y sin interrupciones.
Tras su llegada al espacio, ELVIS ya completó su misión primaria y regresó a la Tierra el 20 de junio de 2025 junto con otros experimentos de la misión CRS‑32. Las muestras recogidas serán analizadas para evaluar el desempeño del dispositivo y guiar su desarrollo hacia aplicaciones en entornos de misión prolongada, como futuras plataformas lunares o misiones a Marte