Antiguas olas de lodo de 90 metros de altura dieron origen al Océano Atlántico

Un nuevo estudio sugiere que ese mar se formó hace 117 millones de años, antes de lo que se pensaba, con implicaciones para nuestra comprensión del cambio climático

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Un estudio sugiere que el
Un estudio sugiere que el Atlántico podría ser aún más antiguo de lo que pensamos (UNIVERSIDAD DE HERIOT WATT)

Los océanos han jugado un papel fundamental en la configuración del clima y la geografía de nuestro planeta. El océano Atlántico, una vasta extensión de agua que separa América de Europa y África, ha sido tradicionalmente considerado como un joven componente del paisaje marino, con un supuesto origen que data de entre 83 y 113 millones de años. Sin embargo, recientes hallazgos geológicos sugieren que esta comprensión está incompleta. Un estudio publicado en la revista Global and Planetary Change revela que el Atlántico podría ser aún más antiguo, con una historia que se remonta a aproximadamente 117 millones de años.

Nuevas revelaciones sobre la antigüedad del Atlántico

Geólogos de la Universidad Heriot Watt del Reino Unido han desafiado la cronología previamente aceptada mediante el análisis de muestras de sedimentos tomadas a unos 800 metros bajo el lecho oceánico, a aproximadamente 400 kilómetros de la costa de Guinea-Bisáu en África Occidental. Este nuevo estudio revela que el Atlántico se formó varios millones de años antes de los cálculos anteriores, lo que tiene implicaciones significativas no solo para la historia geológica, sino también para nuestra comprensión del cambio climático global.

Olas de lodo

El descubrimiento más llamativo del estudio son las gigantescas olas de lodo y arena halladas en el lecho oceánico, que alcanzan hasta 90 metros de altura. Según el coautor del estudio, Uisdean Nicholson, estas estructuras sedimentarias se formaron durante la separación de las masas continentales de Sudamérica y África, conocida como la apertura de la Puerta Atlántica Ecuatorial. Este fenómeno geológico provocó un desplazamiento masivo de sedimentos que modeló el fondo marino y ayudó a establecer el océano. Estas olas se formaron cuando aguas densas y saladas se precipitaron desde el Atlántico recién formado, actuando como una cascada subacuática que alteró el paisaje marino.

Impacto en el clima de la Tierra

El estudio indica que mientras
El estudio indica que mientras la apertura de la entrada del Atlántico aumentaba y se profundizaba, se establecía un sistema de circulación completo que comenzó a enfriar el clima durante el Cretácico Superior EFE/ Eliseo Trigo/Archivo

La creación del Atlántico no solo influyó en la configuración territorial de la Tierra, sino que también tuvo un profundo efecto sobre el clima de la época. Durante el período de su formación, hubo una transición climática significativa. Antes del inicio de este fenómeno, la Tierra estaba en un período de enfriamiento, acumulando cantidades sustanciales de carbono en cuencas emergentes, presumiblemente lagos. La apertura del Atlántico y la creación de nuevas corrientes oceánicas alteraron estos depósitos de carbono, reduciendo la capacidad de la Tierra para almacenar este elemento, lo que, como explica Débora Duarte, coautora del estudio, tuvo un importante efecto de calentamiento global, contribuyendo al cambio climático del Cretácico.

El estudio indica que mientras la apertura de la entrada del Atlántico aumentaba y se profundizaba, se establecía un sistema de circulación completo que comenzó a enfriar el clima durante el Cretácico Superior. Este fenómeno natural revela cómo el surgimiento de un solo océano puede tener ramificaciones de gran alcance en los patrones climáticos globales, un punto de inflexión en la historia de la Tierra que ofrece valiosas lecciones para el presente.

Relevancia del descubrimiento para entender patrones climáticos futuros

El descubrimiento más llamativo del
El descubrimiento más llamativo del estudio son las gigantescas olas de lodo y arena halladas en el lecho oceánico, que alcanzan hasta 90 metros de altura (Freepik)

El estudio de la formación del Atlántico y su impacto en el clima histórico no solo revisa nuestro entendimiento del pasado geológico, sino que también proporciona claves para prever el futuro climático terrestre. Las corrientes oceánicas actuales desempeñan un papel fundamental en la regulación de las temperaturas globales, y perturbaciones en estas corrientes, como las causadas por el derretimiento de los casquetes polares, podrían tener consecuencias profundas para nuestro clima.

Comprender cómo las formaciones oceánicas pasadas han influido en el clima puede proporcionar información crítica para predecir cómo se verá nuestro planeta en un futuro cercano. Con el rápido calentamiento global y los cambios climáticos en curso, el conocimiento de estos procesos históricos es esencial para la planificación de estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático.

Los recientes descubrimientos sobre la formación del océano Atlántico ofrecen una ventana al pasado de nuestro planeta que tiene implicaciones profundas para nuestra comprensión del cambio climático. Estos hallazgos no solo revierten nuestras suposiciones acerca de la cronología oceánica, sino que también sugieren que los eventos geológicos pueden tener efectos prolongados y significativos sobre el clima global. Al mirar hacia el futuro, estos estudios nos instan a reflexionar sobre la importancia del océano en la regulación del clima de la Tierra y a considerar las lecciones del pasado para enfrentar los desafíos climáticos que están por venir.