Uruguay envejece, pierde población y sus habitantes trabajan menos horas

Con el aumento de la edad de las personas cambian también las tendencias de consumo de los uruguayos: se vuelcan más hacia la contratación de servicios de salud, cuidados y confort para el hogar

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Cada vez son menos los jóvenes en Uruguay (REUTERS/Ana Ferreira)

El último censo de Uruguay muestra que la población del país está estancada y que hay un envejecimiento de los habitantes del suelo uruguayo. Esta tendencia todavía no se hace evidente en el mercado laboral: la cantidad de personas en edad de trabajar seguirá creciendo por unos 10 años, aunque luego comenzará a caer. Esto trae varios desafíos para la política pública del país, concluyó un estudio de la consultora uruguaya Exante.

En un informe de tendencias demográficas, la firma proyecta que habrá un envejecimiento de la fuerza de trabajo en la próxima década, que pondrá presión en la cantidad de horas trabajadas, dijo el director de la consultora, Pablo Roselli, al noticiero Telemundo de Canal 12.

“Cuando las personas envejecen, a partir de ciertos umbrales, empiezan a trabajar un poco menos. Esa es una tendencia que se sumará a una más general, que no está muy presente en la conversación pública en Uruguay, que es que los uruguayos ya estamos trabajando menos. Cuando uno mira la cantidad de horas trabajadas por persona ocupada en Uruguay, en los últimos 20 años se ha observado un declive bien significativo”, dijo Roselli.

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Una vista aérea muestra la ciudad de Montevideo, Uruguay 9 de febrero 2024. REUTERS/Ana Ferreira

El economista explicó que cuando las personas aumentan sus ingresos, suelen elegir un balance distinto entre el trabajo y la calidad de vida.

En los últimos 20 años, las horas habituales trabajadas por ocupado cayeron más de cuatro horas semanales, mientras que la tasa de actividad aumentó en todos los grupos de edad mayores de 25 años. Hoy, los mayores de 50, ya representan algo más de la cuarta parte de las horas efectivamente trabajadas en la economía, señaló la consultora, según consignó El Observador.

Uruguay presentará hasta el 2033 un “mix de edades” que será amortiguado por la caída de horas por ocupado. El país conservará, por unos 10 años, un bono demográfico a su favor. Pero hacia el 2050 y el 2070, la combinación de una menor población activa y un mayor peso de las edades con menos horas laborales tendrá efectos negativos en la disponibilidad total de horas trabajadas.

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Trabajadores de la construcción en una obra en Montevieo (Uruguay), en una fotografía de archivo. EFE/Iván Franco

Según el estudio, Uruguay tiene margen para contrarrestar los efectos del cambio demográfico a través de políticas públicas que se orienten en mejorar el funcionamiento del mercado laboral, que aumente la tasa de actividad en segmentos específicos, que reduzcan el desempleo estructural y eleve la cantidad de horas trabajadas.

Para Uruguay es cada vez más necesario tener una economía abierta al mundo, según los economistas de Exante. Señalaron que la inmigración de la última década permitió que el saldo migratorio sea prácticamente nulo, cuando el país debería aspirar a que sea positivo.

En cuanto a los departamentos, Canelones y Maldonado son los que registraron un mayor crecimiento poblacional desde el último censo. Montevideo sigue siendo el más poblado, pero redujo su peso relativo en las últimas décadas.

La consultora también concluyó que habrá cambios en las tendencias de consumo. En línea con la evidencia internacional, los adultos consumen más que los jóvenes y destinan un mayor presupuesto a los gastos en salud y vivienda. Los jóvenes, en tanto, gastan más en educación, vestimenta y transporte.

“Los gastos en salud van a tender a subir, eso es bastante obvio. También es bastante evidente que va a haber una demanda creciente de cuidados de personas adultas. A medida que la población envejece, aumenta la demanda de alimentos, de productos y servicios para el hogar”, comentó Roselli.

“Las personas viven más tiempo dentro de su hogar. Entonces, la demanda de confort dentro del hogar crece. Estos son algunos de los patrones de consumo que van a ir cambiando”, dijo el economista. Las tendencias avanzan lentamente, pero se comienzan a notar.