Al menos cinco turistas murieron tras una tormenta en la Patagonia chilena

Dos mexicanos, dos alemanes y una británica formaban el grupo sorprendido por vientos de 193 kilómetros por hora y una nevada súbita mientras avanzaban por una ruta de alta montaña en el Parque Nacional Torres del Paine

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FOTO DE ARCHIVO-Bloques de hielo
FOTO DE ARCHIVO-Bloques de hielo desprendidos del glaciar Grey flotan en el Parque Nacional Torres del Paine en Chile, 29 de noviembre de 2017 (REUTERS/Stringer)

Al menos dos turistas mexicanos y tres europeos murieron tras ser sorprendidos por una violenta tormenta de nieve en el Parque Nacional Torres del Paine, en la Patagonia chilena, según confirmaron autoridades regionales.

Otras cuatro personas que habían desaparecido fueron hallados con vida. “Tenemos que informar de cinco personas fallecidas”, dos mexicanos, dos alemanes y una británica, dijo a la prensa José Antonio Ruiz, delegado presidencial en la región de Magallanes.

El episodio ocurrió en el sector del campamento Los Perros, uno de los tramos más exigentes del circuito conocido como la O, una ruta que atraviesa valles glaciares, pasos montañosos y zonas expuestas a bruscos cambios climáticos.

Guillermo Ruiz, delegado presidencial de la región de Magallanes, explicó que el grupo se extravió tras ser alcanzado por una “situación climática bastante complicada” en un área a la que solo se accede luego de cuatro o cinco horas de caminata desde el punto más cercano donde puede llegar un vehículo. El aislamiento del lugar condiciona la velocidad y el alcance de los equipos de rescate.

Una de las víctimas, un ciudadano mexicano, fue hallado sin vida dentro del parque. Una mujer, también integrante del grupo, logró ser evacuada con un cuadro avanzado de hipotermia, pero murió durante el traslado a un refugio. Otro excursionista consiguió comunicarse con los equipos de emergencia y fue rescatado con vida.

Foto de archivo. Un hombre
Foto de archivo. Un hombre camina por el parque nacional Torres del Paine, Chile. Noviembre, 2017 (REUTERS/Stringer)

La tormenta que atrapó a los caminantes no fue un fenómeno menor. En el punto donde se extraviaron se registraron ráfagas de viento de hasta 193 kilómetros por hora, una intensidad equivalente a un huracán de categoría 3. A ello se sumaron nevadas repentinas y temperaturas que cayeron en cuestión de horas, un patrón habitual en la Patagonia austral pero devastador para quienes quedan expuestos en zonas abiertas o con escasa protección.

Los equipos de rescate —integrados por Carabineros, el Ejército, personal de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y especialistas en alta montaña— avanzaron con dificultad debido al mal tiempo persistente.

“Actualmente la labor está enfocada en la búsqueda y rescate de estas personas, para lo cual existe un despliegue operativo importante”, señaló Ruiz. “Es una compleja situación que está desde ayer”, dijo a los periodistas.

La CONAF decretó el cierre preventivo de varios sectores del parque para facilitar las operaciones y evitar que nuevos visitantes se expongan al riesgo. Torres del Paine, con sus 227.000 hectáreas de montañas, glaciares y lagos de tonos turquesa, es uno de los destinos de aventura más célebres del continente. Solo en 2023 recibió más de 300.000 visitantes, según cifras oficiales. Pero su fama está acompañada de advertencias permanentes: incluso en verano, las condiciones pueden cambiar en minutos, con vientos súbitos, precipitaciones intensas y descensos bruscos de temperatura.

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Un investigador camina por el Parque Nacional Torres del Paine, Patagonia, Chile, en esta fotografía tomada en febrero de 2020 y distribuida el 11 de junio de 2020 (Felipe Trueba/EPA/Foto de archivo vía REUTERS)

El relato de otros caminantes que lograron regresar a salvo confirma la crudeza del temporal. “Salimos con ráfagas de 100 kilómetros por hora continuas y con granizo en la cara”, relató a Associated Press el excursionista chileno Andrés Ignacio, que había emprendido el ascenso el lunes por la mañana. “Cuanto más subíamos, más aumentaba el viento y el frío. Daba temor pensar que uno se podía congelar”, dijo.

Las autoridades todavía no han determinado las circunstancias exactas en que iniciaron la travesía. En la región, sin embargo, se ha reabierto el debate sobre la seguridad en rutas de alta montaña muy concurridas y la necesidad de reforzar los sistemas de alerta climática para excursionistas. En los últimos años, Torres del Paine ha registrado episodios similares, aunque de menor gravedad, vinculados al carácter inhóspito y cambiante del clima patagónico.

El parque, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1978, combina su atractivo turístico con un nivel de exigencia que suele subestimarse. Las autoridades recuerdan de forma recurrente la importancia de registrarse, viajar con equipo adecuado y consultar el pronóstico meteorológico antes de ingresar a los senderos de mayor dificultad. Pero en este caso, la violencia del fenómeno superó cualquier previsión.