
La ex presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, señaló que “al fin” el país “dejó de depender de grupos” que califica como "trincheras ideológicas“. Esta afirmación hace referencia a la decisión de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) de suspender al Gobierno entrante del bloque, atribuyéndole una conducta “proimperialista y colonialista”.
Áñez, quien gobernó entre 2019 y 2020, declaró que la ALBA “puede quedarse con sus gestos simbólicos, cargados de sectarismo e inútil dogmatismo”. Agregó que Bolivia “no necesita” de quienes cuestionen “su derecho soberano a elegir sus autoridades constitucionalmente ni su independencia”.
En sus redes sociales, publicó: “Al fin Bolivia dejó de depender de grupos que se han convertido en trincheras ideológicas que someten a sus pueblos en apéndices de doctrinas y ahora avanza hacia la construcción de espacios de cooperación”. Además, sostuvo que “el nuevo Gobierno decide abrir Bolivia al mundo y que el mundo se abra a Bolivia”.

Las expresiones de Áñez responden a declaraciones recientes del presidente de Bolivia, Luis Arce, quien criticó la postura “sumisa” del mandatario electo, Rodrigo Paz, después de la decisión de la ALBA. Arce consideró que el impacto de la noticia “en la oligarquía y burguesía locales” se evidenció “en las palabras de sus voceros de siempre (dizque analistas y politiqueros), quienes se regocijaron del aislamiento del país del concierto de los pueblos de la región”.
Arce también se refirió al presidente electo: “Han sido más que lamentables y sumisas las palabras del presidente electo, Rodrigo Paz, para referirse a los Estados Unidos, a la Administración Trump, o a la derechista y mal acreedora del Nobel de la Paz María Corina Machado“, expresó Arce en su cuenta de X.
Y añadió: “No esperábamos y tampoco esperamos que puedan actuar de distinta manera: la derecha es siempre derecha, sea cual sea el ropaje con que se vista: dictatorial o ‘demócrata’”. El mandatario manifestó su “sincera comprensión” a la decisión de la ALBA y agradeció “décadas de apoyo para el mejoramiento de la vida de las familias bolivianas en todos los ámbitos: educativos, culturales, de salud, deportes, economía, ciencias”.
En un comunicado difundido por Venezolana de Televisión, la ALBA calificó como “inaceptables” las declaraciones del nuevo Gobierno boliviano contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. La organización señaló: “Esta suspensión no afecta los vínculos permanentes, afectivos y solidarios que mantenemos con el pueblo boliviano, con el cual seguiremos trabajando y acompañando en su desarrollo y bienestar”.

Por su parte, el presidente electo de Bolivia desestimó la medida: “¿Qué puedo decir? ¿Cómo funciona (la) ALBA? No tengo ni idea, no sé si ganamos algo con el ALBA. Me tiene sin cuidado lo que pueda decir el ALBA”, declaró.
Bolivia se integró a la ALBA en 2006, iniciativa fundada en 2004 por los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Fidel Castro de Cuba.
Jeanine Áñez cumple una condena de 10 años de prisión impuesta a mediados de 2022 y ratificada a finales de 2023 por el caso denominado ‘golpe de Estado II’. En este proceso, se la acusó de situarse de forma ilegal en la línea de sucesión constitucional mientras era segunda vicepresidenta del Senado. El Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia ordenó revisar la sentencia y se aguarda un posible nuevo fallo.