
El ex presidente Evo Morales alista la consolidación de su nuevo partido político de cara a las elecciones regionales del próximo año. Según informó en su programa de radio dominical, se conformó una comisión encargada de realizar los trámites del nuevo frente y preparar su inscripción ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
La meta, según el ex mandatario (2006-2019) es consolidar una estructura política que permita la participación de sus candidatos en las elecciones de alcaldes y gobernadores prevista para marzo de 2026. Morales reveló que hay otras siglas políticas que “intentaron chantajear o poner condiciones” para conformar alianzas y descartó acuerdos con otros partidos.
El líder cocalero creó su propia agrupación política, denominada “Evo Pueblo”, en marzo de este año tras haber sido excluido de participar en las elecciones generales debido a impedimentos legales y de perder el control del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido que lideró durante casi tres décadas y con el que gobernó Bolivia.

Tanto su proscripción como su alejamiento del MAS fueron dispuestos por el Tribunal Constitucional Plurinacional, que vetó la re postulación presidencial y entregó el control legal del partido a los aliados del presidente Luis Arce, elegidos en un congreso partidista parcial, en medio de la disputa entre ambos líderes por el dominio de la organización.
Morales explicó que su nuevo frente no pudo obtener personalidad jurídica para participar en las elecciones nacionales debido a los plazos del proceso de registro. Ante esa imposibilidad, el ex mandatario intentó generar alianzas circunstanciales con otros frentes que no se concretaron debido a desacuerdos internos y entramados judiciales.
En ese marco, el líder cocalero señaló que no respalda a ninguno de los candidatos al balotaje el ex presidente Jorge Quiroga y el senador centrista Rodrigo Paz- que disputarán la presidencia el próximo domingo 19 de octubre. “Algunos candidatos están usando nuestro nombre. Ninguno puede hacerlo, no hay ni habrá acuerdo con partidos del bloque neoliberal. Nuestro movimiento tiene dignidad, principios y valores”, manifestó Morales, citado por la prensa local.

La primera vuelta de las elecciones marca el fin del ciclo progresista en Bolivia, liderado por Morales y Arce en las últimas dos décadas. El MAS llegó fragmentado a las elecciones en dos candidaturas: la oficialista de Eduardo Del Castillo, que obtuvo el 3% de los votos y una representación marginal en el congreso con un solo diputado de 166 congresistas; y la de Alianza Popular que postuló al senador Andrónico Rodríguez, considerado el sucesor político de Morales, que quedó en cuarto lugar con el 8,5% de apoyo y logró ocho representantes en la Cámara de Diputados.
A estos dos frentes se sumó una tercera facción, la del ex presidente que no respaldó ninguna candidatura y llamó a sus militantes a votar nulo como un acto de rechazo a su proscripción. El 19,8% del electorado anuló su voto, un porcentaje significativamente más alto que el promedio de votaciones anteriores cuyo promedio es de 4%.
La primera vuelta de la elección culminó con la victoria de Paz (32%) y el ex mandatario Quiroga (26,7%), quienes volverán a enfrentarse el domingo en un balotaje incierto, según perfilan las encuestas de intención de voto. Morales no solo no ha manifestado su apoyo a ningún candidato, tampoco ha promovido el voto nulo para la segunda vuelta.
El ganador recibirá el mando del país el 8 de noviembre.