
El clima político en Ecuador se tensó tras las declaraciones del ministro del Interior, John Reimberg, quien advirtió que se detendría no solo a quienes generen violencia en las calles durante las protestas, sino también a los “autores intelectuales” que estarían detrás de financiar y promover los desmanes. Aunque no la mencionó de manera explícita, sus palabras apuntaron directamente a la presidenta de Revolución Ciudadana (RC) y excandidata presidencial, Luisa González, lo que encendió una nueva confrontación pública entre el correísmo y el Gobierno de Daniel Noboa.
Las declaraciones del ministro se dan en medio del paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que se prolonga por once días y que, aunque focalizado, ha provocado bloqueos de carreteras, choques entre manifestantes y fuerzas del orden, así como denuncias de excesos en la actuación de policías y militares. Hasta ahora, el movimiento RC había tenido un papel secundario en estas jornadas, pero las declaraciones del ministro Reimberg cambiaron la dinámica política.
Durante una entrevista en Teleamazonas, el funcionario señaló que la Policía y las Fuerzas Armadas intervendrán allí donde existan actos de violencia. “Vamos a llevar detenido a quienes estén generando violencia en las diferentes partes del país. Y no solamente a ellos, sino a aquellos autores intelectuales que están detrás en financiar la violencia, en impulsar el caos, en dañar la propiedad de los propios ecuatorianos; ellos también van a pagar”, afirmó.
Preguntado por el periodista Milton Pérez sobre a quiénes se refería, Reimberg respondió: “Algunos han salido públicamente. Ya salió una que todavía no ha aprendido a perder, a decir que ahora va a proporcionar alimento a los manifestantes violentos que están causando caos en algunas partes de una provincia”.

El ministro reforzó su señalamiento al recordar que los dirigentes de Revolución Ciudadana “ni siquiera tuvieron la capacidad de inscribirse para hacer su campaña por el No” en la consulta popular impulsada por el Ejecutivo, y sostuvo que el correísmo busca desestabilizar al Gobierno “aprovechando de sus relaciones con ciertos pseudolíderes indígenas”.
La advertencia generó una inmediata reacción de Luisa González. Desde su cuenta en la red X, la excandidata presidencial acusó a Reimberg de priorizar el enfrentamiento con la oposición mientras mantiene un trato complaciente con líderes criminales. “¿Cuánto de los tres puntos del IVA han destinado para equipar a la Policía Nacional? Ah, es que a John Reimberg lo que le gusta es hablar con delincuentes, ahí sí se sienta tranquilito ante Fito, pero atacar al pueblo desarmado muy machito. Amenace lo que usted quiera que yo tengo todo lo que a usted le falta”, escribió.
Los comentarios de Reimberg, además, se producen en un momento delicado: las protestas de la Conaie han puesto a prueba la capacidad de negociación del Gobierno Noboa y han tensado la relación entre las comunidades indígenas y el Estado.
Aunque se han abierto canales de diálogo, los episodios de violencia han marcado la pauta de la cobertura mediática y han elevado la presión sobre las autoridades. El ministro del Interior defendió que su prioridad es garantizar el orden y que no se permitirá que “tres o cuatro personas por intereses políticos” paralicen al país. “Si ellos no quieren trabajar, váyanse a sus casas. Pero no pueden prohibir que la gran mayoría de ecuatorianos sí lo haga”, dijo en la entrevista televisiva.

La confrontación con González, sin embargo, abre un frente político adicional. El correísmo, que sufrió un duro golpe en las elecciones de 2025, busca reposicionarse como actor en medio del conflicto social, mientras el Gobierno acusa a esa fuerza de instrumentalizar las movilizaciones para debilitar la consulta popular convocada por Noboa. La acusación de que González sería “autora intelectual” de la violencia durante el paro coloca a la exaspirante presidencial en el centro del debate y plantea la posibilidad de un proceso judicial en su contra, lo que polarizaría aún más al país.
A las declaraciones de Reimberg se suma que el pleno del Consejo Nacional Electoral resolvió negar la inscripción del correísmo para la campaña de la Consulta Popular y Referéndum, por lo que la Revolución Ciudadana no podrá, como estructura partidaria, hacer campaña a favor del no.