
Entre los diferentes objetos decomisados durante una operación policial en Benalmádena, las autoridades hallaron dispositivos especializados para sabotear sistemas de seguridad, armas simuladas, inhibidores de frecuencia, localizadores GPS, pasamontañas, guantes y chalecos reflectantes. Estos materiales, detalló la Policía Nacional, reflejaban el nivel de especialización de un grupo que intentó asaltar un almacén clandestino donde se ocultaban unos 2.000 kilogramos de hachís. La intervención concluyó con la detención de cuatro sospechosos y la incautación de la sustancia estupefaciente, en una acción que apuntala la hipótesis sobre el proceder de organizaciones criminales dedicadas al robo violento de drogas a otros grupos, práctica denominada ‘vuelco’, según informó la Policía Nacional.
La operación tuvo lugar mientras ocurría el intento de robo en la localidad malagueña, informó el cuerpo policial. Los sospechosos habrían llegado al lugar en una furgoneta, cubiertos con pasamontañas y, portando armas simuladas, habrían intimidado y agredido al vigilante encargado de custodiar la droga. Según publicó la Policía Nacional, tras maniatar a la víctima y arrebatarle las llaves y el mando a distancia, accedieron al garaje donde se encontraban guardados los fardos de hachís y comenzaron a traspasar la mercancía a su propio vehículo. Durante esta acción, el vigilante permaneció inmovilizado dentro de la instalación.
La respuesta de la Policía se organizó a través de dos equipos: uno destinado a garantizar la seguridad del custodio, cuya vida quedó en peligro tras la agresión, y otro específicamente enfocado en interceptar el traslado ilícito del hachís. La actuación policial permitió detener ‘in fraganti’ a los cuatro sospechosos, quienes fueron capturados tras una persecución a pie en la zona. De acuerdo con la información de la Policía Nacional, el vigilante responsable de la custodia de la droga también fue puesto a disposición judicial.
Las pesquisas se extendieron a poblaciones cercanas, entre ellas Estepona y Benahavís, donde se realizaron registros domiciliarios. Los agentes localizaron un revólver, numerosas armas simuladas, un lanzadestellos policial, inhibidores y detectores de frecuencias, dispositivos GPS y bridas plásticas, además de herramientas específicamente adaptadas para la apertura de cerraduras y el acceso forzado a viviendas o locales. Según detalló la Policía Nacional, estos materiales suelen formar parte del equipamiento básico empleado por redes dedicadas al robo de estupefacientes.
El informe policial destacó que el grupo intervenido había incorporado tecnología avanzada para maximizar sus posibilidades de éxito y dificultar la labor de los cuerpos de seguridad. Entre las herramientas incautadas figuraban sistemas diseñados para interrumpir las comunicaciones y otros dispositivos electrónicos cuyo objetivo era neutralizar mecanismos de detección o de alarma. El uso de esta tecnología planteó desafíos adicionales para el operativo y, según señaló la Policía Nacional, multiplica las complicaciones que enfrentan los equipos policiales ante la sofisticación creciente de estas bandas.
La práctica del ‘vuelco’, que consiste en asaltar violentamente almacenes de drogas pertenecientes a otras organizaciones delictivas, presenta obstáculos particulares para la investigación policial en la Costa del Sol. Según consignó la Policía Nacional, en la mayoría de los casos, tanto las víctimas como los autores directos tienen vínculos con estructuras criminales, situación que reduce la probabilidad de denuncias formales y dificulta tanto la recogida de pruebas como la identificación de los implicados.
En este contexto, el decomiso de cerca de 2.000 kilogramos de hachís y el arresto de los sospechosos supone, de acuerdo a la Policía Nacional, un paso relevante en el desmantelamiento de la logística del tráfico de drogas en la región. Las autoridades subrayaron que la operación en Benalmádena logró neutralizar un centro clave para el movimiento de droga en la Costa del Sol e impidió que una importante cantidad de estupefaciente se distribuyera en el mercado ilícito.
La investigación continúa bajo la coordinación directa de la correspondiente autoridad judicial. Fuentes policiales remiten que se evalúa la participación de los detenidos en posibles delitos de robo con violencia, tráfico de drogas y privación ilegal de libertad, así como sus eventuales conexiones con redes de mayor alcance. El proceso de investigación incluye el análisis de la estructura interna del grupo, sus métodos de actuación y las conexiones nacionales o internacionales asociadas tanto al tráfico de hachís como a la actividad de los denominados ‘vuelcos’ violentos.
Esta operación forma parte de una serie de medidas intensificadas por las fuerzas de seguridad para intervenir en la criminalidad vinculada al tráfico de drogas en la Costa del Sol. El despliegue realizado en Benalmádena, según puntualizó la Policía Nacional, integra iniciativas enfocadas en la vigilancia de puntos logísticos conocidos como ‘guarderías’ y en el estudio de las estrategias novedosas empleadas por organizaciones rivales para perpetrar robos de estupefacientes.
El seguimiento judicial de las actuaciones busca delimitar el alcance y la complejidad de la red organizada presuntamente implicada en estos hechos. Como confirmaron varias comunicaciones policiales recogidas por el medio, la investigación sigue abierta con el objetivo de identificar si los arrestados mantienen vínculos con organizaciones criminales de mayor tamaño y determinar la magnitud exacta de su implicación en este y otros episodios similares en la región.


