Pasar de la IA como experimento a motor del negocio, el gran reto de las empresas, según expertos

Expertos destacan que incorporar inteligencia artificial como instrumento central transformará los procesos corporativos, aumentará la eficiencia y generará nuevas oportunidades, aunque advierten sobre riesgos en seguridad, falta de personal especializado y retos en la gestión de datos y talento

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El desarrollo de agentes de inteligencia artificial orientados a nichos específicos ha puesto de manifiesto la necesidad de que las empresas adapten sus procesos a un entorno en constante evolución, ajustando sus estrategias tecnológicas al perfil y los requerimientos de su sector. Esta nueva etapa, que se observa con mayor claridad en industrias como la financiera y la audiovisual, representa un viraje significativo en la relación entre los negocios y la IA, desplazando el foco desde la simple experimentación a la integración como motor de crecimiento y eficiencia operativa. Según informó Europa Press, este proceso transformador, discutido en un panel organizado por el Grupo Proeduca con especialistas de empresas como Cloudflare, Accenture y Proeduca, plantea tanto oportunidades como riesgos y desafíos de gobernanza, talento y protección de datos.

Chema Alonso, vicepresidente y responsable de Desarrollo Internacional en Cloudflare, sostuvo durante el encuentro que la llegada de agentes de inteligencia artificial al núcleo de las organizaciones es el inicio de una reconfiguración en la gestión corporativa. Recalcó que la IA ha evolucionado desde su aparición en la década de 1950 hasta la actualidad, donde los modelos de lenguaje de gran escala, conocidos como LLM, han permitido realizar razonamientos y tareas con habilidades semejantes a las humanas. Según destacó Europa Press, Alonso señaló que el desarrollo actual de la IA se orienta hacia la personalización, donde los modelos se adaptan y responden a necesidades empresariales concretas, superando el esquema genérico anterior.

En línea con este enfoque, José Luis Martín, director general de Accenture, detalló que la presencia de la IA en sistemas centrales y operaciones empresariales se ha intensificado. La transición no se limita a la incorporación de agentes digitales en los organigramas, sino que exige la creación de equipos híbridos, donde humanos y máquinas colaboran y requieren una gestión integral y flexible. Martín, citado por Europa Press, advirtió que este nuevo modelo de trabajo obliga a replantear la organización interna y a diseñar mecanismos eficaces para potenciar la cooperación entre trabajadores humanos y agentes virtuales.

Las proyecciones económicas expuestas por Martín revelan un impacto positivo para las compañías: la implementación de inteligencia artificial generativa podría elevar la productividad entre un 0,4 % y un 1,3 % en los próximos años. Asociado a este crecimiento, la mejora en los beneficios corporativos se estima en cerca de 4.000 millones de dólares. Europa Press consignó que, en sectores como el financiero, la tendencia hacia la utilización tanto de IA tradicional como generativa se ha acelerado, y múltiples startups enfocan sus esfuerzos en el desarrollo de LLM especializados para robustecer el cumplimiento regulatorio y atajar necesidades tecnológicas concretas.

En el ámbito de la adopción tecnológica, Alonso indicó según Europa Press que las grandes empresas reducirán las inversiones en el desarrollo propio de IA, y optarán por utilizar modelos ya existentes en forma de servicios bajo demanda. Esta estrategia, basada en el pago por uso, facilita la entrada de la llamada IA agéntica, compuesta por empleados digitales capaces de igualar el desempeño humano en tareas específicas y, con ello, refuerza la eficiencia y la competitividad empresarial.

A pesar de los avances, Europa Press reportó varias advertencias sobre los riesgos del despliegue acelerado de la inteligencia artificial. Alonso alertó sobre la vulnerabilidad de los sistemas LLM ante errores denominados “alucinaciones”, que pueden llevar a resultados erróneos incluso en operaciones básicas. Añadió que existe la posibilidad de que usuarios evadan los mecanismos de seguridad por defecto de los modelos a través del conocido ‘jailbreak’, lo que incrementa los riesgos, particularmente en sectores regulados o considerados críticos.

El déficit de profesionales formados en inteligencia artificial constituye, de acuerdo con Martín y lo recogido por Europa Press, una de las barreras más evidentes para el avance de la integración de la tecnología. Este reto se suma a la complejidad de implementar una gobernanza adecuada y garantizar la protección de los datos en sectores estratégicos como el sanitario y el de defensa, donde la seguridad de la información resulta esencial. Para afrontar esta dificultad, propuso una combinación de modelos de IA tradicionales y generativos, adaptando la estrategia a cada proyecto para equilibrar innovación con control y seguridad.

El sector audiovisual también muestra una adopción intensiva de inteligencia artificial en sus procesos internos. Según informó Europa Press, Rames Sarwat, responsable de IA y Transformación Digital en Proeduca Summa, y Ángel Blasco, cofundador de CinemAI, expusieron ejemplos prácticos que ilustran el potencial de la IA para transformar la generación de contenidos audiovisuales. Sarwat presentó el caso del agente ATENEA, diseñado para la creación rápida y económica de vídeos comerciales, subrayando que el coste de producción de vídeo supera más de setenta y cinco veces el de producir texto. Esta situación evidencia, según su perspectiva, una creciente necesidad empresarial de contar con soluciones de IA que ayuden a racionalizar los recursos y mejorar la calidad de los materiales.

Por su parte, Blasco expuso el funcionamiento de CinemAI, una plataforma basada en IA para la confección de contenidos de ficción con acabados técnicos profesionales. Destacó que, dentro de la industria del cine y la televisión, el objetivo no es reemplazar la creatividad humana, sino potenciarla mediante la reducción de costos y la aceleración de los procesos de producción. Blasco afirmó que herramientas de este tipo facilitan la sinergia entre las capacidades de los directores y guionistas y las nuevas tecnologías, lo que no elimina el aporte humano, pero sí amplía las posibilidades creativas y productivas.

Europa Press recogió el consenso de los expertos al señalar que la introducción de capacidades avanzadas de IA, como los agentes digitales, permite a las empresas obtener mayor control sobre la planificación y el presupuesto de los proyectos audiovisuales. El acceso a tecnologías que antes solo estaban disponibles para grandes productoras ahora se ha extendido, aumentando la competitividad y la personalización en el sector. El aporte de la IA no se limita a reducir costes, sino que también permite generar contenidos personalizados en lapsos más cortos, con mejoras constantes en la calidad técnica de los resultados.

Durante la mesa redonda, los especialistas coincidieron —de acuerdo con Europa Press— en que la IA vive una fase de transición marcada por la superación de la etapa de asombro inicial y el inicio de un camino enfocado en la sostenibilidad operativa. Las compañías afrontan una adaptación que abarca tanto la reestructuración de los equipos de trabajo, con una convivencia entre humanos y máquinas, como la creación de protocolos sólidos de seguridad y protección de datos. Además, señalaron la necesidad de apostar por la formación continua de talento y la actualización de esquemas de gobernanza para atender la demanda latente en un contexto de rápido cambio tecnológico.

La incursión de la inteligencia artificial como motor del cambio corporativo, según remarcó Europa Press, presenta desafíos que van desde la reconfiguración de roles dentro de las compañías hasta la gestión adecuada de los riesgos inherentes al despliegue de sistemas avanzados y el desarrollo de marcos reguladores que acompañen esta transformación. Los expertos convocados por el Grupo Proeduca recalcaron que la consolidación de la IA como herramienta esencial dentro de las empresas requerirá no solo inversión en tecnología, sino también la capacitación de personal, la protección de datos y la constante vigilancia frente a los riesgos de seguridad que estos sistemas pueden acarrear.