
Las consecuencias emocionales que acompañan a los procesos legales con alta exposición mediática centraron el mensaje difundido por Jota Peleteiro tras su reciente absolución judicial. A través de un comunicado público, el exfutbolista manifestó que delitos y acusaciones vertidas en los medios y las plataformas digitales durante los cuatro años que duró el proceso dañaron profundamente su reputación, la dinámica con su familia y su propio bienestar. Al dar a conocer el cierre definitivo del litigio, Peleteiro abordó cómo el acoso y la opinión pública anticipada repercutieron antes, durante y después de la resolución judicial.
Tal como consignó la fuente, el proceso que enfrentó Peleteiro tuvo como eje acusaciones relacionadas con la manutención y las responsabilidades parentales en relación a los hijos que comparte con su expareja Jessica Bueno. Según publicó el medio, el exjugador describió el periodo bajo investigación como una etapa de desgaste psicológico, marcada por procedimientos penales y juicios sociales en los que el escrutinio excedió los límites del propio litigio. Peleteiro declaró que “cuatro años siendo señalado, acusado de ser un mal padre, de no cumplir con mis obligaciones, de ser una mala persona. Cuatro años soportando denuncias penales, juicios mediáticos, titulares injustos, faltas de respeto constantes y un acoso brutal en redes sociales que no solo me atacaba a mí, sino también a lo más sagrado que tengo: mi dignidad como persona y como padre”.
De acuerdo con la información difundida, el exdeportista sostuvo que el daño ocasionado no solo provino del proceso judicial, sino del efecto multiplicador de las noticias, opiniones y comentarios publicados en medios y redes. En su testimonio, Peleteiro resaltó el dolor provocado por la evaluación pública previa a cualquier resolución, afirmando que “cuando te juzgan sin saber, cuando te condenan sin escuchar, el daño es profundo y deja cicatrices invisibles”. Esta declaración tuvo como principal objetivo alertar sobre los riesgos de que la sociedad y la prensa emitan juicios y valoraciones antes de que los tribunales concluyan.
Reportó el medio que el comunicado no se centró en un enfrentamiento personal, sino que trató de exponer cómo el tratamiento que reciben estos casos en el espacio público impacta no solo a los acusados directos sino también a sus familias. Peleteiro insistió en la necesidad de que la sociedad actúe con prudencia, pidiendo que se posterguen opiniones y titulares hasta la existencia de sentencias firmes, para evitar la destrucción de la reputación basada en acusaciones pendientes de resolución judicial.
El medio detalló además el papel clave que desempeñaron los lazos personales en la estabilidad emocional del exjugador durante el proceso. Peleteiro agradeció especialmente el apoyo de su pareja Ajla, a quien definió como un pilar fundamental para sobrellevar los momentos de mayor hostilidad e incertidumbre, así como a su círculo familiar y de amistades cercanas. Según relató la fuente, este respaldo resultó esencial para resistir la tensión generada tanto por los procesos legales como por la presión social derivada de la cobertura mediática.
Durante su comunicado, el exfutbolista enfatizó el carácter colectivo e íntimo de las consecuencias de estos litigios, señalando que cada proceso judicial implica historias personales que trascienden el conflicto puramente jurídico. El medio puntualizó que Peleteiro instó a considerar las experiencias, emociones y entornos de las personas involucradas antes de emitir opiniones categóricas que puedan agravar la carga emocional y el sufrimiento derivado de la situación.
El relato publicado por la fuente incluyó también la reflexión de Peleteiro acerca del alcance del acoso digital, que no se limitó a él, sino que involucró a todo su núcleo más próximo. De acuerdo con lo consignado, tanto la dignidad personal como la de su familia se vieron amenazadas por la persistencia de titulares, noticias y debates que mantuvieron el caso en el foco público de manera permanente.
El exdeportista expresó de manera reiterada la necesidad de modificar la forma en que la opinión pública y los medios tratan este tipo de asuntos en desarrollo. Alertó que la exposición prolongada y la condena social previa pueden producir consecuencias irreversibles sobre la reputación e integridad emocional de las personas sometidas a investigación, enfatizando que el derecho a la presunción de inocencia debe preservarse frente a la presión del juicio mediático.
Finalmente, el medio concluyó que el testimonio de Jota Peleteiro, tras el fallo que puso fin a años de litigio, ilustra la amplitud de los desafíos personales y familiares que enfrentan figuras públicas durante procesos judiciales, así como la importancia de la contención emocional y el cuidado en la expresión de opiniones públicas mientras estos permanecen abiertos. La experiencia relatada sitúa en el primer plano la continua tensión entre el deber informativo, el respeto a los derechos personales y la influencia de las plataformas digitales en la percepción colectiva de la justicia.


