En el año 2024, aproximadamente el 15% de quienes forman parte de los consejos de administración de las mayores empresas españolas percibieron una nómina anual que supera el millón de euros, según consignó Oxfam Intermón. Este dato coincide con el aumento sostenido de las remuneraciones de altos directivos, un fenómeno que la organización señala como un factor clave en el incremento de la desigualdad salarial dentro del sector empresarial español. El mismo informe detalla que la retribución más elevada dentro de estas corporaciones multiplicó por 111 el sueldo medio del resto de la plantilla, una cifra que documenta el notable desajuste existente entre los principales ejecutivos y sus empleados.
El medio Oxfam Intermón detalló que durante 2024 el consejero delegado de Iberdrola recibió 14,2 millones de euros, el de Banco Santander alcanzó los 13,8 millones y el de Inditex 11,2 millones de euros. Estas cantidades reflejan el grado de concentración de recursos económicos en el nivel más alto de las compañías y marcan una distancia histórica respecto a la media salarial del sector. Según la organización, la proporción media en el conjunto de grandes empresas españolas ubicó a España entre los países europeos con mayores disparidades de ingresos dentro de las compañías.
Oxfam Intermón reportó que algunas empresas muestran brechas aún más pronunciadas. Prosegur registró una diferencia de 395 a 1 entre el salario de su consejero delegado y la media de sus empleados, mientras que en Inditex la ratio llegó a 364 a 1 y en CIE Automotive a 319 a 1. Esta tendencia no se limita a casos excepcionales: cerca del 38% de las firmas cotizadas otorgaron a su principal ejecutivo un sueldo anual superior a 5 millones de euros y un 7,5% superó la barrera de los 10 millones, según publicó Oxfam Intermón. Además, en una de cada tres grandes compañías del país, los consejeros recibieron un monto igual o superior a un millón de euros al año.
Pese a que el salario medio en estas grandes empresas se sitúa un 63% por encima del promedio nacional, Oxfam Intermón indica que ese diferencial no compensa la desigualdad interna, la cual es considerablemente mayor a la que se observa en el resto de la economía nacional. El informe recoge que la mitad de los trabajadores asalariados españoles no superan los 24.124 euros anuales, apenas por encima de una vez y media el salario mínimo del país. Un 30% de empleados se mantiene por debajo del umbral definido para asegurar un mínimo nivel de bienestar, lo que limita su acceso a bienes y servicios esenciales.
El análisis del medio también expone diferencias salariales de género. Las mujeres empleadas en grandes empresas españolas percibieron en 2024 una remuneración media un 8,16% inferior a la de los hombres con funciones similares. Esta diferencia se amplía hasta el 18,2% cuando se toma en cuenta todo el tejido empresarial del país, cifra que Oxfam Intermón asocia a la baja representación femenina en los puestos directivos mejor pagados. Según el mismo informe, la brecha entre hombres y mujeres en el mercado laboral español llega hasta el 19%, lo que implica que, para equiparar el salario de sus compañeros varones, una mujer debería trabajar una hora y media adicional cada día.
En declaraciones recogidas por Oxfam Intermón, Miguel Alba, responsable del área de Sector Privado y Desigualdad, manifestó que “resulta decepcionante que compañías consideradas referentes empresariales aún arrastren una lacra como la discriminación salarial por género y no garanticen unas condiciones retributivas igualitarias”. Alba señaló además que las grandes empresas españolas cuentan con margen suficiente para equiparar sus políticas de remuneración y gobernanza salarial con las que aplican otras economías europeas, según reportó la organización.
Oxfam Intermón propuso en su documento una serie de medidas entre las que destaca limitar la relación entre el salario más alto y el salario medio en cada compañía a un máximo de 20 a 1. Según el medio, esta recomendación busca reducir la distancia interna entre directivos y empleados y garantizar una distribución más equitativa de los recursos generados por la actividad empresarial. El informe también sugiere reforzar la transparencia salarial, obligando a las empresas a publicar indicadores relativos a la retribución y a someter sus políticas salariales a auditorías externas independientes.
La organización aboga por implementar políticas corporativas que actúen sobre la brecha de género y por modelos de gobierno empresarial que integren de forma efectiva a los trabajadores en los procesos de toma de decisiones y reparto de beneficios. Oxfam Intermón argumenta que el actual modelo salarial genera una concentración de riqueza que limita el alcance de los beneficios económicos al conjunto de empleados.
El informe considera urgente transformar los mecanismos internos de asignación de recursos y reforzar los sistemas de supervisión, transparencia y rendición de cuentas, tanto en los consejos de administración como en la estructura salarial de las grandes empresas. Oxfam Intermón sostiene que los cambios propuestos mejorarían la redistribución de la riqueza generada y el acceso al bienestar para el conjunto de la plantilla, sumando a la lucha contra desigualdades estructurales que las estadísticas convencionales no logran exponer. El documento concluye que sólo nuevas políticas corporativas y modelos de gobernanza innovadores podrán facilitar avances sustanciales hacia la equidad interna en el sector empresarial de España.
