
La reclamación del colectivo médico para obtener el reconocimiento de la Medicina como profesión de riesgo y la revisión del régimen de incompatibilidades figura entre las principales demandas que, hasta el momento, no han encontrado respuesta. Estas peticiones forman parte del núcleo central del conflicto entre los sindicatos médicos y la Administración, donde los representantes del Comité de Huelga subrayan la urgencia de avanzar hacia soluciones que eviten un deterioro adicional de las condiciones laborales y de los servicios asistenciales, según publicó el medio.
De acuerdo con la información difundida por el medio, tanto la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) como el Sindicato Médico Andaluz (SMA) recalcaron que no han alcanzado acuerdos con el Ministerio de Sanidad respecto al Estatuto Marco, eje de la negociación, y por esta razón mantienen vigentes sus convocatorias de movilización y huelga nacional de médicos y facultativos. La continuidad de estas protestas, explicaron ambos sindicatos, depende directamente del rumbo que tomen las negociaciones pendientes con el Gobierno, cuya siguiente ronda está programada para el miércoles 17 de diciembre.
Tal como reportó el medio, los sindicatos comunicaron que la reunión celebrada esta semana entre el Ministerio de Sanidad y los sindicatos del Ámbito de Negociación no cubrió los temas esenciales planteados por el Comité de Huelga. Las discrepancias persisten, indicaron, ya que aunque el Ministerio señaló cierto avance sobre cuestiones técnicas del texto del Estatuto Marco, el encuentro no incorporó negociaciones concretas relacionadas con el personal médico, lo que distanció aún más las posturas entre ambas partes.
La creación de un estatuto propio y un ámbito de negociación específico para el sector médico se mantiene como la petición central de CESM y SMA, según consta en el comunicado difundido por los sindicatos y citado por el medio. Entre las prioridades de los representantes sindicales también se encuentran la demanda de una clasificación profesional adecuada y la exigencia de una regulación precisa sobre la jornada laboral y los turnos de guardia. Estas cuestiones, consideran los sindicatos, resultan fundamentales para dignificar el ejercicio de la profesión y garantizar un entorno laboral justo para todos los facultativos.
Según detalló el medio, los sindicatos insisten en que la eliminación de la movilidad forzosa y la revisión del régimen de incompatibilidades son elementos imprescindibles para evitar la discriminación al interior del colectivo médico. Hasta el momento, sostienen, ninguna de estas exigencias ha sido abordada con propuestas sustantivas que permitan acercar posiciones con la Administración.
El seguimiento de las movilizaciones quedará supeditado a los resultados de las nuevas reuniones con el Gobierno, informó el medio en base a los comunicados de CESM y SMA. Los sindicatos han dejado claro que la huelga nacional proseguirá en tanto no se produzcan avances reales sobre sus reclamaciones, decisión que será comunicada a sus afiliados y a la opinión pública una vez que se definan los próximos pasos a seguir tras consultar a sus ejecutivos.
La última reunión oficial tuvo lugar el 11 de diciembre y se saldó, según consignó el medio, con la decisión de retomar el diálogo en múltiples citas, comenzando con la reunión prevista para el 17 de diciembre. Durante estos encuentros, los representantes sindicales esperan recibir respuestas a sus demandas más apremiantes, lo que incluye la garantía de un ámbito de negociación exclusivo para los profesionales médicos, la regulación de la jornada y la adopción de criterios equitativos en el trato laboral.
La agenda de nuevas movilizaciones y la evolución de la huelga nacional dependerán, según el relato recogido por el medio, del grado de receptividad y de las medidas concretas que pueda presentar Sanidad en las futuras negociaciones. Los sindicatos han reiterado que cualquier avance o alteración significativa en la situación se hará pública al término de las próximas reuniones, ya que la resolución de los desacuerdos en la mesa de negociación marcará tanto el destino de la huelga como la estrategia de presión que definirán los facultativos a nivel estatal.

