Uno de los asaltantes permaneció en estado crítico tras el tiroteo en la playa de Bondi, mientras que el otro falleció durante la respuesta de las fuerzas de seguridad. Según reportó el medio El Mundo, la Policía de Nueva Gales del Sur gestionó la detención y confirmó las circunstancias del ataque, que se produjo en torno a las 18:45 hora local (08:45 en España), cuando dos personas armadas dispararon contra los asistentes a una celebración por el inicio de la festividad judía de Janucá.
De acuerdo con El Mundo, la cifra provisional de víctimas asciende a 11 personas fallecidas y otras 29 heridas durante el ataque, que la Policía australiana categorizó como atentado antisemita y terrorista. Las autoridades destacaron que el objetivo del ataque era específico y dirigido contra los asistentes a la ceremonia en el extremo norte de la playa de Bondi, donde se iba a realizar la conmemoración.
La actuación policial resultó en la muerte de uno de los asaltantes, mientras que su compañero fue arrestado y trasladado en estado crítico, según detalló El Mundo a partir de la información oficial publicada por la Policía de Nueva Gales del Sur en su cuenta de X. Este organismo publicó el primer balance de víctimas poco después de que comenzara el suceso.
En medio de la conmoción, dirigentes internacionales manifestaron su rechazo al ataque. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó su condena a través de un mensaje en inglés desde la red social X. Sánchez afirmó: “Debemos trabajar sin descanso para erradicar el antisemitismo y el terrorismo. No tienen cabida en nuestra sociedad”, según difundió El Mundo. Además, el mandatario aprovechó el comunicado para transmitir sus condolencias y apoyo a las familias afectadas.
El atentado interrumpió una reunión comunitaria en un espacio público emblemático de Sídney, asociada en esta ocasión a la Janucá, festividad que marca en la tradición judía el milagro de la luz. El ataque se perpetró momentos antes del principio del evento, cuando gran cantidad de personas estaban congregadas en el lugar, según informó El Mundo.
Las autoridades australianas desplegaron rápidamente unidades policiales y de emergencia, mientras las investigaciones se centraron en esclarecer los motivos y la posible motivación terrorista del ataque. El Mundo consignó que las fuerzas de seguridad continuaban revisando la zona e interrogando testigos a fin de precisar las circunstancias y la autoría del ataque.
La cobertura de la prensa internacional y la reacción de diversas entidades políticas reiteraron la gravedad del hecho, señalando la preocupación por episodios de violencia antisemita y el repudio a manifestaciones de terrorismo en espacios públicos y celebraciones religiosas.
