El último gran ataque nocturno ruso deja a Odesa y a otras tres regiones de Ucrania sin electricidad

Las ofensivas con drones y misiles de Moscú provocaron severos apagones en varias zonas ucranianas, dañaron infraestructuras energéticas clave e hirieron a civiles, mientras el presidente Zelenski denunció ante el mundo la falta de intención rusa de negociar un alto el fuego

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En los ataques de la última jornada, la infraestructura energética de Ucrania sufrió grandes daños, dejando sin electricidad a territorios extensos y afectando gravemente la vida cotidiana de miles de personas. Según consignó el medio de comunicación, Odesa junto con otras tres regiones, Dnipropetrovsk, Chernígov y Mikolaiv, quedaron sin suministro eléctrico después de que Rusia lanzara una ofensiva nocturna con más de 450 drones y 30 misiles, tal como informó en primer término el Ministerio de Energía de Ucrania y luego confirmó el propio presidente Volodímir Zelenski en un comunicado. El mandatario denunció que estas acciones de Moscú constituyen una prueba clara de su negativa a iniciar siquiera conversaciones preliminares para un cese de hostilidades.

El medio detalló que la magnitud del ataque causó heridas a varios civiles. En Odesa, el presidente Zelenski informó de dos personas lesionadas, aunque el Ministerio de Exteriores ucraniano posteriormente elevó esa cifra a cuatro. Además, otras regiones como Sumi, Járkov, Jerson y Kirovogrado también resultaron impactadas por la ofensiva, aunque sin interrupciones eléctricas tan amplias como las registradas en Odesa, según amplió el Ministerio de Energía. En la localidad de Nikopol, dos personas sufrieron heridas de gravedad debido a los bombardeos.

La ofensiva nocturna rusa alcanzó más de una decena de instalaciones civiles distribuidas por el país, y según el presidente ucraniano, “dejó a miles de familias sin electricidad”. El último balance recogido por el Ministerio de Energía reflejó la importancia de estas infraestructuras y el impacto sobre la población. El presidente Zelenski enfatizó: “Su objetivo continúa siendo destruir nuestro Estado e infligir el mayor dolor posible a nuestro pueblo”.

Los ataques rusos de la noche se produjeron tras semanas de incremento en la presión sobre los sistemas energéticos ucranianos, especialmente durante los meses en que la demanda aumenta debido a las bajas temperaturas. De acuerdo con las autoridades ucranianas, estos bombardeos afectan gravemente la vida de la población civil, interrumpen servicios básicos y multiplican los problemas logísticos para ciudadanos y autoridades locales.

En respuesta a los ataques rusos, las Fuerzas Armadas de Ucrania realizaron una operación contra objetivos en la región rusa de Sáratov, utilizando vehículos no tripulados. Según reportó el medio, el ataque ucraniano causó la muerte de dos personas y daños significativos en una refinería de petróleo local. El gobernador de la región, Roman Busargin, comunicó a través de su canal de Telegram que varios apartamentos de un edificio residencial sufrieron daños debido al impacto de los drones. Indicó que todos los servicios de emergencia acudieron al lugar para colaborar en las labores de limpieza y asistencia a las personas afectadas, y transmitió condolencias a las familias de las víctimas, asegurando el apoyo necesario.

Por otro lado, el Ministerio de Defensa de Rusia precisó que las defensas aéreas lograron interceptar y destruir 41 drones ucranianos durante la noche, de los cuales 28 fueron neutralizados en la región de Sáratov, según las cifras proporcionadas por la fuente.

A lo largo del conflicto, regiones como Odesa han sufrido interrupciones recurrentes del suministro eléctrico, lo que pone en riesgo tanto la seguridad de los habitantes como el funcionamiento de hospitales, escuelas y otras infraestructuras esenciales. Según publicó el medio de comunicación, tanto los líderes ucranianos como representantes internacionales han manifestado preocupación ante la persistencia de estos ataques y el impacto sobre la vida civil.

El cruce de ataques y bombardeos en ambos lados del conflicto mantiene elevadas las tensiones en la zona y complica cualquier posibilidad de negociación. El presidente Zelenski, en su comunicado, trasladó al resto de países su percepción de que Rusia no tiene intención alguna de aceptar ni siquiera un alto el fuego provisional, lo que, según el presidente, retrasa cualquier proceso hacia un cese definitivo de las hostilidades.

Las acciones sobre distintas regiones del este y sur de Ucrania también han generado desplazamientos de población y han provocado sobrecarga en el sistema sanitario, que debe atender a heridos tanto en zonas atacadas, como en áreas que reciben afectados por los bombardeos. Tal como publicó el medio, los constantes cortes y los daños en la infraestructura energética agravan la situación, dificultando los esfuerzos de rehabilitación y reconstrucción en las áreas más afectadas.

La situación en la región de Sáratov, tras el ataque con drones ucranianos, también muestra la vulnerabilidad de instalaciones clave lejos de la línea de frente, así como la propagación del conflicto a zonas residenciales. El gobernador Busargin indicó en sus mensajes que además de las víctimas mortales, la población afectada recibirá todo el respaldo necesario por parte de las autoridades locales.

El Ministerio de Defensa de Rusia, al informar la cantidad de drones interceptados, destacó la defensa activa que mantiene el país frente a los ataques ucranianos con vehículos no tripulados. Según consignó el medio, estas medidas buscan limitar el daño sobre infraestructuras críticas y minimizar el impacto sobre la población civil de las regiones bajo su control.

A pesar de los esfuerzos para mantener los servicios esenciales, los cortes eléctricos y la destrucción de equipos han generado dificultades añadidas, que afectan de manera directa los suministros de agua, calefacción y comunicación en diversas áreas del país. El Ministerio de Energía de Ucrania ha insistido en la urgencia de reparar las instalaciones dañadas y restaurar el servicio para evitar un deterioro aún mayor en las condiciones de vida de la población civil impactada.

El intercambio de ataques demuestra la intensidad y el alcance del actual estado del conflicto, que involucra no sólo enfrentamientos en el frente sino también acciones contra infraestructuras que son fundamentales para el funcionamiento diario de las ciudades y la subsistencia de sus habitantes.