El Ejército libanés entrega a la Justicia al líder de una célula de Estado Islámico en el norte del país

La colaboración entre inteligencia militar y el sistema penal posibilitó la detención de Maktum al Qaid, señalado como encargado logístico de un grupo extremista en la frontera siria, y permitió identificar flujos de fondos y redes vinculadas a acciones violentas

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La colaboración brindada por ‘Abu Yusef’, antiguo cabecilla de una célula radical localizada en la región de Akkar, permitió a los servicios de inteligencia de Líbano mapear el funcionamiento interno de la organización y después dar con la ubicación de Maktum al Qaid. La captura de Al Qaid representó un avance clave dentro de las labores para intervenir los flujos económicos y logísticos que alimentaban la actividad violenta en la frontera con Siria, según detalló Europa Press. El Ejército libanés entregó el 4 de diciembre de 2025 al señalado líder logístico de un grupo extremista al sistema judicial tras culminar una investigación enfocada en su papel como coordinador de recursos para Estado Islámico en la zona de Wadi Jaled, en el extremo norte del país.

De acuerdo con Europa Press, la detención y posterior entrega de Maktum al Qaid, también identificado como A.K.H., responden a una actuación conjunta entre varias ramas de inteligencia militar y organismos judiciales. Los resultados de esta colaboración incluyeron la obtención de pruebas que atribuyen a Al Qaid la responsabilidad sobre la administración de fondos y la distribución de explosivos destinados a operaciones armadas dentro del territorio libanés. El comunicado oficial reproducido por Europa Press precisa que la Fiscalía asumió el caso después de que la Dirección de Inteligencia recopilara indicios sobre el traslado de materiales peligrosos y la coordinación logística emprendida por Al Qaid.

El expediente judicial elaborado tras meses de indagaciones mostró el entramado de suministro que conectaba la célula activa en Akkar con escalas superiores dentro del Estado Islámico, tanto en la esfera internacional como en redes locales. Según Europa Press, el flujo de dinero y material confiscado estaba bajo control directo de Al Qaid, quien se ocupaba de recibir partidas económicas y armamento, garantizar su traslado hasta puntos estratégicos y habilitarlos para apoyar ataques y otras acciones violentas. Estas operaciones detectadas preocupaban por su potencial para desestabilizar zonas cercanas a la frontera, donde el acceso a rutas irregulares y la permeabilidad del terreno favorecen la instalación de infraestructuras clandestinas.

Durante la investigación, los servicios de inteligencia rastrearon cómo la organización reunía recursos desde el exterior y dentro del propio país, procediendo a identificar a los intermediarios y a los métodos empleados para camuflar el origen y destino de fondos. Europa Press consignó que este seguimiento incluyó tareas de control fronterizo y vigilancia sobre una red de contactos que facilitaba el ingreso de dinero y artefactos explosivos. La documentación acumulada sirvió para vincular a Al Qaid directamente en la gestión financiera y para esclarecer la naturaleza de los apoyos logísticos empleados por la célula para sostener su actividad operativa.

El Ejército libanés, por medio de una declaración en la plataforma X (anterior Twitter) reseñada por Europa Press, enfatizó la continuidad en las operaciones dirigidas a interceptar materiales y recursos antes de que estos fueran utilizados en ataques armados. Dentro de este contexto, las autoridades identifican el enfrentamiento con el extremismo islámico como una prioridad política y de seguridad nacional, subrayando la importancia de anticipar cualquier intento de reconstituir redes a través de vigilancia sostenida y procedimientos judiciales articulados entre inteligencia y magistrados. Las Fuerzas Armadas sostuvieron que la zona de Wadi Jaled, debido a su proximidad con Siria y la presencia de pasos no regulados, presenta desafíos permanentes para la contención de células radicales.

Según lo publicado por Europa Press, la información obtenida tras la detención de ‘Abu Yusef’ fue valiosa para identificar a otros miembros relevantes de la organización y avanzar con la desarticulación de sus mecanismos internos. Este interrogatorio también impulsó la posterior localización de Al Qaid, responsable de articular la logística y coordinar la llegada de recursos desde interlocutores internacionales hacia rutas dentro del norte de Líbano.

El proceso contra Maktum al Qaid, reportó Europa Press, sigue en trámite ante la justicia con el respaldo de la documentación y evidencias generadas durante las labores de inteligencia realizadas en meses previos. Los operadores judiciales, en alianza con fuerzas militares, continúan investigando para descubrir nuevas ramificaciones de la célula y evitar que sus redes logísticas y financieras recuperen operatividad. El propósito central apunta a bloquear la transferencia de fondos y de medios materiales para minimizar la posibilidad de ataques en otras áreas del país.

La política de seguridad delineada tras la captura de Al Qaid y otros integrantes del grupo contempló medidas preventivas enfocadas en cortar cadenas de suministro y limitar los recursos a disposición de las células violentas. El comunicado oficial compartido por Europa Press reafirma el respaldo institucional a estas acciones y remarca que la cooperación entre servicios de inteligencia y el aparato penal constituye un pilar en la lucha contra la proliferación de grupos extremistas en el norte de Líbano.

Las acciones desplegadas desde el arresto de ‘Abu Yusef’ hasta la presentación formal de Al Qaid ante la justicia muestran la secuencia de procedimientos aplicada por las autoridades frente estas amenazas. El objetivo es restringir el margen de maniobra de estructuras clandestinas y anticipar cualquier posibilidad de reorganización operativa en la región de Akkar y a lo largo de las áreas fronterizas adyacentes a Siria.