Codelco y Glencore firman un memorándum de entendimiento para construir una fundición de cobre en Chile

Con miras a transformar la producción nacional, ambas firmas avanzan en la evaluación técnica y ambiental de una planta proyectada en Antofagasta cuyo inicio de obras está previsto para 2030 y entrada en operaciones entre 2032 y 2033

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Tal como figura en el cronograma divulgado por Codelco, Glencore deberá presentar antes del 31 de mayo de 2026 un estudio de prefactibilidad sobre la futura planta de fundición de cobre proyectada en Antofagasta. El documento servirá de base para que la estatal chilena resuelva si procederá o no con la concreción de este megaproyecto, cuyo inicio de obras está estimado para el año 2030 y cuya entrada en operaciones se prevé entre 2032 y 2033. De acuerdo con la información difundida por Codelco, la decisión final requerirá la validación de los resultados técnicos y ambientales de la propuesta, marcando el inicio de la negociación de acuerdos definitivos solo si la evaluación resulta conforme.

Según informó Codelco a través de un comunicado, la firma del memorándum con la multinacional Glencore busca sentar las bases para la construcción, financiamiento y operación de una moderna planta de fundición de cobre. Esta infraestructura contará con una capacidad estimada de procesamiento de 1,5 millones de toneladas métricas secas (TMS) de concentrados de cobre anualmente. La planta se ubicará en la región de Antofagasta, un área estratégica por su proximidad geográfica a grandes faenas productoras del mineral y a otras empresas de la industria.

El acuerdo estipula que Codelco negociará un contrato de suministro de concentrado de cobre por hasta 800.000 TMS al año, con un compromiso mínimo de diez años, prorrogable por un lapso igual si ambas empresas lo consideran conveniente. La meta principal consiste en robustecer la oferta local y dotar de mayor sostenibilidad a la cadena de valor del cobre chileno, alineando los términos contractuales con estrategias de largo plazo y asegurando el abastecimiento necesario para la planta.

Dentro del marco del memorándum, Glencore asumirá la responsabilidad de preparar un estudio de prefactibilidad que contemple tanto aspectos económicos como de ingeniería, financiamiento, viabilidad técnica y cumplimiento regulatorio. Según consignó Codelco, una vez completado este estudio, la estatal decidirá si acepta la propuesta y, en caso afirmativo, ambas partes avanzarán hacia la firma de acuerdos vinculantes y la ejecución de estudios de ingeniería para solicitar los permisos correspondientes a partir de 2027.

Posteriormente, la iniciativa será evaluada ambientalmente y sometida al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental chileno durante el año sucesivo, detalló la estatal. El proceso de evaluación resulta indispensable para confirmar que el nuevo complejo industrial cumpla con los estándares exigidos tanto en materia medioambiental como de seguridad laboral. El medio agregó que durante este periodo, Codelco y Glencore trabajarán de manera conjunta en la preparación de todos los estudios administrativos y técnicos requeridos por la normativa local, priorizando aquellos destinados a la aprobación institucional.

La proximidad de la fundición a instalaciones de otros productores de cobre figura entre los factores destacados por Codelco, que argumentó que esta localización facilitará la coordinación logística y reducirá los costos asociados al transporte y procesamiento del mineral en la zona. Según publicó el medio, se espera que esta cercanía permita no solo incrementar la flexibilidad en la operación diaria sino también capturar mayor valor agregado al procesar y refinar concentrados en las inmediaciones de su extracción.

Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, subrayó en el comunicado que “la proximidad de la nueva fundición a otras empresas productoras de cobre proporcionará ventajas logísticas, flexibilidad operativa y la posibilidad de capturar valor agregado al refinar concentrados cerca de la fuente productiva”. Con esta declaración, la estatal remarcó que la nueva planta estará diseñada para atender tanto la demanda interna como la internacional, optimizando la capacidad de refinación nacional e incrementando la competitividad del sector minero local.

El memorándum también define que el proyecto será desarrollado bajo sólidas pautas técnicas y ambientales, en línea con las mejores prácticas internacionales. Según confirmó Codelco, la infraestructura contempla la utilización de tecnología avanzada para el procesamiento de grandes volúmenes de concentrado, garantizando el cumplimiento de normas ambientales y maximizando la eficiencia operativa del complejo.

La estatal precisó, añadió el medio, que este proyecto forma parte de la estrategia de integración vertical del sector, pensada para asegurar fuentes estables de material y fortalecer la previsibilidad tanto de la producción como de la comercialización del cobre refinado en los mercados internacionales. El desarrollo de una fundición de tales dimensiones aspira a establecer un polo de desarrollo industrial en el norte de Chile, promoviendo así la competitividad de la industria minera nacional ante los desafíos del mercado global.

Según detalló Codelco, la eventual materialización de la planta permitirá absorber la producción generada por diversas faenas de la zona y responder, al mismo tiempo, a requerimientos ambientales cada vez más exigentes. El plan estipula además que, tras la recepción favorable del estudio y la aprobación institucional, se tramitarán las autorizaciones legales y las licencias ambientales necesarias para avanzar con la construcción.

El medio especificó que el acuerdo alcanzado entre la estatal chilena y Glencore abarca todas las fases del proyecto: desde el diseño y financiamiento inicial, hasta la ejecución de las obras, puesta en marcha, operación, mantención y cierre eventual de la infraestructura. El cronograma elaborado por las empresas estima que, una vez otorgados los permisos y completadas las etapas técnicas, la planta podría convertirse en una de las mayores fundiciones nacionales en términos de capacidad instalada.

La concreción de esta iniciativa se inscribe entre las mayores inversiones proyectadas para la industria minera chilena en la próxima década. Codelco insistió en que la apuesta conjunta con Glencore estará orientada a maximizar la sostenibilidad y la eficiencia del sector, mediante procesos de alta tecnología y respeto estricto a las normativas ambientales vigentes. El comunicado de la empresa estatal recalcó que la etapa de negociación de los contratos definitivos solo tendrá lugar tras la validación de todos los estudios técnicos, operativos y ambientales, lo cual alineará la futura relación societaria con las exigencias regulatorias del país y las mejores prácticas del rubro minero.

De ejecutarse en los plazos previstos, la nueva planta reforzará la posición de Chile como líder mundial en la producción y exportación de cobre, incrementando la capacidad de refinación nacional y brindando mayores oportunidades de desarrollo para la cadena de valor minera en la región de Antofagasta, concluyó el comunicado de Codelco al medio.