El portavoz del sistema judicial iraní, Asghar Yahangir, detalló que las acciones atribuidas al Gobierno de Estados Unidos han provocado daños físicos irreversibles, traumas psicológicos y perjuicios financieros y morales considerables a los familiares de los manifestantes implicados en las protestas, según información publicada por el medio iraní Mizan Online, que mantiene relación directa con las autoridades judiciales del país. A raíz de esta acusación, la justicia de Irán ha emitido una sentencia en la que exige al Ejecutivo estadounidense el desembolso de 22.000 millones de dólares, equivalentes a cerca de 18.940 millones de euros, como compensación por los impactos reportados.
De acuerdo con Mizan Online, el tribunal iraní responsabilizó oficialmente a Estados Unidos por supuestamente brindar apoyo tanto material como moral a las personas involucradas en los disturbios desencadenados tras el fallecimiento de Mahsa Amini en septiembre de 2022. El caso de Amini, joven kurda que fue detenida en Teherán, capital de Irán, por presuntamente infringir las regulaciones sobre el uso del velo, derivó en manifestaciones de gran magnitud, a las que siguió una respuesta estatal que incluyó represión y enfrentamientos.
Según informaciones consignadas por el medio vinculado al sistema judicial iraní, la corte determinó que el respaldo otorgado por Washington representó “acciones deliberadas” que constituyeron una alteración de la soberanía de Irán y una transgresión del Derecho Internacional. Las autoridades judiciales resaltaron que esta declaración de culpabilidad se fundamenta en las pruebas reunidas respecto a la influencia de actores estadounidenses sobre los eventos que alteraron el orden público.
El aparato judicial de Irán eximió de responsabilidad a las fuerzas de seguridad nacionales en la muerte de Mahsa Amini, aunque reconoció que ocurrieron ciertos actos excesivos durante la represión de las protestas. De acuerdo con organizaciones no gubernamentales, el saldo de estos episodios de violencia incluyó cerca de 500 fallecidos, mientras que el Gobierno iraní defendió la actuación de sus agentes y enfatizó la presunta injerencia externa en el incremento de la violencia y el descontento social.
La sentencia que condena a Estados Unidos a pagar una suma multimillonaria pretende responder al perjuicio ocasionado tanto a los denunciantes como a sus allegados, en términos de salud física, estabilidad psicológica y situación financiera. Según los argumentos presentados ante la justicia por parte de las autoridades de Irán, la implicación directa e indirecta de Washington en los sucesos posteriores al deceso de Amini generó consecuencias que exceden el ámbito nacional e impactan en la percepción de la soberanía y la gobernabilidad iraní.
Mizan Online subrayó que la resolución judicial alude de manera explícita al daño extendido a las familias de los manifestantes, quienes habrían vivido efectos adversos de manera prolongada, tanto por el ambiente de represión como por las pérdidas humanas y económicas sufridas. Por su parte, los voceros judiciales definieron que la condena también constituye un gesto simbólico en el marco de la relación adversa existente entre los gobiernos de Teherán y Washington, además de una vía para exigir responsabilidades a nivel internacional por los disturbios relacionados con el fallecimiento de Mahsa Amini.
En este contexto, la justicia iraní reiteró la acusación de violación de la soberanía estatal, estableciendo una relación directa entre el apoyo identificable procedente de Estados Unidos y el aumento en la intensidad y duración de las protestas, así como el agravamiento de los daños personales y materiales sufridos por los involucrados y sus familias. De acuerdo con el medio citado, los reclamos buscan compensar no solo las pérdidas objetivas, sino también el sufrimiento experimentado por los afectados durante los sucesos ocurridos desde septiembre de 2022.
