Más de un millón de personas en España viven con glaucoma, una enfermedad que altera de manera irreversible la visión y repercute de forma significativa en la autonomía y la calidad de vida. La Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) ha remarcado que esta dolencia se sitúa como la segunda causa de ceguera irreversible a nivel mundial, y ha solicitado que se reconozca oficialmente su carácter neurodegenerativo. Según informó Europa Press, la petición se realiza en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemora este miércoles.
Desde AGAF explican que el daño producido por el glaucoma afecta directamente al nervio óptico y no puede revertirse. Este deterioro lo sitúa en paralelo a otras enfermedades de naturaleza neuronal, motivo por el que la asociación aboga por una consideración neurodegenerativa en su clasificación. Tal como señaló Europa Press, el reconocimiento de este mecanismo permitiría fomentar investigaciones centradas en la regeneración celular del ojo y facilitaría el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas para quienes conviven con el glaucoma.
El avance del glaucoma suele ocurrir de manera silenciosa. De acuerdo con AGAF, la patología se caracteriza por su progresión sin síntomas evidentes en sus etapas iniciales. Debido a esta falta de manifestaciones tempranas, muchas personas reciben el diagnóstico en fases avanzadas, cuando la pérdida visual se presenta de forma considerable y definitiva. El deterioro visual que provoca el glaucoma afecta directamente la capacidad funcional y la libertad de acción de quienes la padecen, con un impacto que alcanza los ámbitos laboral, social y emocional de la persona.
Joaquín Carratalá, presidente de la AGAF, expresó a Europa Press que “el glaucoma no solo roba visión, también limita capacidades y autonomía. Hablamos de una discapacidad real, aunque muchas veces invisible, que condiciona la vida diaria de miles de personas”. Este tipo de discapacidad, tal como remarcó la asociación, muchas veces pasa desapercibida por la sociedad, aunque sus repercusiones sean profundas para quienes la sufren.
El diagnóstico precoz y el cumplimiento estricto del tratamiento constituyen los recursos más efectivos disponibles hoy para frenar el avance del glaucoma. AGAF insistió ante Europa Press en la importancia de las revisiones oftalmológicas periódicas y en la adherencia constante al tratamiento prescrito. Los tratamientos habituales incluyen el uso de colirios diarios, la aplicación de láser y algunas intervenciones quirúrgicas mínimas, todas orientadas a regular la presión intraocular, considerada la principal responsable del avance de la enfermedad.
La eficacia de estas intervenciones depende en gran parte de que los pacientes sigan las pautas médicas de manera rigurosa. Según advirtió AGAF a Europa Press, la ausencia de controles periódicos o el abandono del tratamiento puede acelerar la pérdida de visión, incrementando no solo la discapacidad sino también comprometiendo la calidad de vida de los afectados. La asociación subrayó la necesidad de que los pacientes comprendan la importancia de los controles constantes y del mantenimiento de la salud ocular a largo plazo.
En el contexto del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, AGAF reiteró que el reconocimiento del glaucoma como enfermedad neurodegenerativa no solo abriría nuevas perspectivas científicas sino que también aportaría visibilidad a una condición que permanece silenciosa en sus comienzos, pero que produce efectos permanentes y profundos cuando no se detecta y trata a tiempo. La asociación sostiene que una mayor concienciación y conocimiento social sobre la enfermedad puede contribuir al diagnóstico temprano y al seguimiento riguroso del tratamiento, elementos fundamentales para mejorar el pronóstico y la vida de las personas afectadas en España.
