Muere un palestino en un ataque del Ejército de Israel en el norte de Gaza a pesar del alto el fuego

El fallecimiento recae en un contexto de crecientes dudas internacionales sobre la tregua, mientras informes locales destacan que ataques puntuales y cifras de víctimas en Gaza aumentan la presión sobre los acuerdos de cese de hostilidades y la diplomacia regional

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Las cifras de víctimas en la Franja de Gaza han alcanzado los 70.103 fallecidos y 170.985 heridos desde el inicio de la escalada militar el 7 de octubre de 2023, según los datos publicados por el diario Filastin, medio cercano a Hamás. Este balance, fundamentado en reportes oficiales bajo control de las autoridades locales, refleja el impacto sostenido de las hostilidades, y sitúa en primer plano las consecuencias humanas y materiales del conflicto en un contexto de alto el fuego que numerosos actores consideran precario. La reciente muerte de Muhamad Nasr Siam, causada por un ataque con dron del Ejército israelí en Zeitun, al norte de Gaza, representa la noticia central y amplía las dudas sobre la viabilidad de los acuerdos de tregua vigentes.

Según reportó el medio Filastin, el ataque en el que perdió la vida Siam tuvo lugar en las inmediaciones de la conocida como ‘línea amarilla’, una delimitación establecida para restringir la actuación militar israelí en zonas densamente pobladas tras la implementación parcial del acuerdo de cese al fuego, propuesto por Estados Unidos y en vigor desde el 10 de octubre. Las fuerzas israelíes habían reducido su presencia en el norte de Gaza conforme a los primeros compromisos del pacto, pero la operación aérea que cobró la vida de Siam ocurrió a pesar de dichas restricciones y del respaldo internacional a la tregua.

Filastin señaló que el episodio de Zeitun se suma a una serie de ataques selectivos que persisten, incluso durante la vigencia formal del alto el fuego apoyado por Washington y Hamás. Estos sucesos han repercutido negativamente en el esfuerzo diplomático, al incrementar la presión sobre quienes buscan consolidar una pausa efectiva en los enfrentamientos. El medio resaltó que, tras la delimitación de la ‘línea amarilla’, al menos 350 palestinos han muerto en Gaza a consecuencia de acciones militares israelíes, según estadísticas de las autoridades de Hamás.

El diario también subrayó que los límites formales del alto el fuego no han bastado para frenar los incidentes violentos. Las operaciones puntuales cerca de las fronteras establecidas generan escepticismo tanto en la población local como en observadores internacionales sobre el real alcance del pacto. De acuerdo con la publicación, estos episodios mantienen vigente el debate en la esfera internacional respecto a la capacidad de los acuerdos para detener la violencia continuada y responder a las necesidades de protección de la población civil.

La cobertura de Filastin consignó el impacto de los enfrentamientos y los ataques militares en la vida cotidiana de los residentes de Gaza, con mención especial al deterioro de las condiciones humanitarias en el enclave. Los datos oficiales mencionados por el diario ilustran los efectos directos del conflicto, como el aumento de desplazados, un alto número de heridos y la persistencia de víctimas mortales, aspectos que reflejan la intensidad y la duración de la ofensiva en zonas urbanas.

El texto publicado por Filastin recoge el sentir de parte de la comunidad internacional respecto a que la continuidad de operaciones militares, aún tras acuerdos formales, dificulta la estabilidad de la fase de negociación entre Israel y Hamás. La muerte de Siam mediante un ataque aéreo en zona supuestamente resguardada evidencia, según el medio, la fragilidad de los logros diplomáticos y constituye un punto de partida para renovados llamamientos de organismos internacionales y gobiernos extranjeros a favor de una supervisión más estricta que garantice la protección de los civiles.

Filastin indicó que la presión sobre las partes involucradas y sobre los mediadores internacionales se ha intensificado por las nuevas víctimas y por los retos surgidos para sostener el diálogo. El medio puntualizó que la incertidumbre respecto a la vigencia real del alto el fuego y el temor a una escalada en la violencia dominan el análisis regional y global, al tiempo que el balance de víctimas se incrementa.

La publicación remarcó que, aunque el Ejército israelí ha reducido su presencia en ciertas zonas como parte de los términos negociados, su involucramiento en operaciones selectivas —como la que resultó en la muerte de Siam— persiste en las inmediaciones de la ‘línea amarilla’, manteniendo en entredicho la efectividad operativa y política de la tregua.

Finalmente, Filastin identificó factores como el aumento de fallecidos, la inseguridad y las condiciones precarias de los residentes de Gaza como elementos que añaden presión sobre los procesos diplomáticos en curso y complican los intentos de evitar un retorno a los niveles de hostilidad previos. La publicación concluyó que tanto las cifras oficiales como los sucesos recientes aumentan la exigencia internacional por mecanismos que garanticen la implementación efectiva de los acuerdos de alto el fuego y la protección de la población civil en la Franja de Gaza.