La ONU acusa al Ejército de Birmania de "suprimir activamente la participación" en las elecciones de diciembre

El organismo internacional advierte que los comicios serán organizados por la junta militar en un entorno marcado por intimidación y exclusiones, lo que, según denuncian expertos, pone en riesgo la integridad y la seguridad de la población civil birmania

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Unos 30.000 opositores birmanos han quedado fuera del proceso electoral según denuncias recientes, en un contexto donde los partidos políticos enfrentan exclusiones y la sociedad civil junto a los medios independientes ven restringida su presencia. A raíz de estas circunstancias, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió sobre el peligro que afrontan los votantes y la integridad del proceso en Birmania, cuya próxima cita electoral está programada para diciembre y ha suscitado preocupación internacional por posibles irregularidades.

De acuerdo con la cobertura de Naciones Unidas, el jefe del equipo del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Birmania, James Rodehaver, expuso que el Ejército del país ha impuesto serias restricciones que afectan la participación democrática. Según detalló el organismo internacional durante una rueda de prensa virtual, existen “graves preocupaciones sobre la falta de medidas para proteger a la población civil y sobre los peligros existentes para la seguridad de los votantes que elijan finalmente acudir a votar”.

Según lo relatado en la comparecencia mediática, Rodehaver explicó que la junta militar birmania está organizando unas elecciones caracterizadas por la hostilidad y la amenaza, lo que repercute directamente en la seguridad ciudadana. “El próximo mes, algunas personas de Birmania empezarán a votar en unas elecciones impuestas por la junta. Estos comicios controlados por los militares se realizarán en una atmósfera hostil con amenazas y violencia de por medio, lo que pone la vida de los civiles en peligro”, puntualizó Rodehaver, cuyas declaraciones fueron recogidas por Naciones Unidas.

En ese contexto, la ONU explicó que la exclusión no afecta solamente a los miles de opositores, sino también a numerosos partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, además de limitar la labor periodística independiente. Según publicó el organismo, la junta militar no solo bloquea la participación electoral de actores claves, sino que también ha implementado mecanismos de identificación y sistemas de vigilancia electrónica. Rodehaver advirtió sobre la posibilidad de que estos mecanismos de control se apliquen el día de los comicios, con riesgos adicionales para la privacidad y seguridad de los electores.

Además, la ONU subrayó la falta de control del Ejército en amplias zonas del territorio birmano, lo que dificultará el desarrollo efectivo de la votación en todo el país. Más de treinta localidades, según detalló Rodehaver, no tendrán urnas en la primera fase por ausencia de candidatos. Esta situación agrava la preocupación sobre la representatividad y legitimidad del proceso electoral.

El propio Rodehaver estableció como prioridad la reducción de la violencia y la garantía en la entrega de ayuda humanitaria, reconociendo el contexto de incertidumbre y riesgo para la población. El medio internacional añadió que la ONU ha mostrado su desacuerdo con la idea de repatriar a ciudadanos birmanos refugiados, considerando el clima de miedo y persecución existente en el país. “Teniendo en cuenta la situación en Birmania, la idea de enviar de vuelta al país de forma forzada a los que han huido del país por miedo es escandalosa”, afirmó Rodehaver, quien instó a Estados Unidos a revisar sus planes respecto al estatus de protección temporal concedido anteriormente a ciudadanos birmanos.

Las advertencias de Naciones Unidas y la información aportada por James Rodehaver evidencian la complejidad y los desafíos del proceso electoral birmano bajo administración militar, según reportó nuevamente el organismo en su conferencia. El uso potencial de tecnologías de control, la exclusión formal de actores políticos y sociales, y las dificultades logísticas para realizar una votación nacional marcan el telón de fondo de unos comicios rodeados de incertidumbre en Birmania. La cobertura del medio internacional señala que el bienestar y la seguridad de la población civil continúan en riesgo, y se pone de manifiesto la necesidad de asistencia humanitaria y protección internacional ante el actual panorama.