
La Unión Europea ha sancionado este jueves al 'número dos' de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) tras la toma por parte de sus fuerzas de la localidad de El Fasher, en Darfur Sur, considerado por el bloque como un "capítulo sangriento" del conflicto en Sudán.
El bloque europeo ha impuesto sanciones contra Abdul Rahim Dagalo, el segundo al mando de las RSF --y hermano mayor del líder del grupo, Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti'-- que han sumido al país en un conficto desde su levantamiento en abril de 2023 contra el Ejército sudanés. "Esto envía una señal al mundo", ha defendido la Alta Representante de la UE para Política Exterior, Kaja Kallas, en rueda de prensa al acabar la reunión de ministros de Exteriores de los 27.
"La toma de El Fasher por las fuerzas de la RSF ha abierto otro capítulo sangriento de esta guerra. Hay miles de muertos y un gran sufrimiento", ha asegurado, apuntando que las sanciones reflejan la intención del bloque europeo de "perseguir a los responsables" de las atrocidades denunciadas en Sudán.
Igualmente, la jefa de la diplomacia europea ha señalado que los ministros europeos han hecho un llamamiento a las partes para que reanuden las negociaciones del alto el fuego, ante la grave crisis humanitaria y de desplazados que afronta Sudán.
En una declaración conjunta tras la reunión, los 27 dicen estar preparados para "imponer cualquier otra medida restrictiva" contra los actores responsables de desestabilizar Sudán y obstaculizar su transición política.
Los Estados miembro de la UE defienden su compromiso con "garantizar la rendición de cuentas" y señalan que reforzarán su apoyo a la documentación e investigación de las violaciones para romper el "ciclo de impunidad", que, a su juicio, "sigue generando nuevas atrocidades".
"La UE respalda el papel fundamental desempeñado por los mecanismos de rendición de cuentas, incluido el Tribunal Penal Internacional (TPI) y la Misión Internacional Independiente de Investigación de la ONU, así como sus investigaciones sobre los crímenes cometidos por las RSF, el Ejército sudanés y sus asociados", reza la declaración conjunta que proclama que la "cultura de impunidad en Sudán debe terminar". "Los responsables deben rendir cuentas", subraya.
El bloque señala a todas las partes como responsables de poner fin al conflicto y apunta también a quienes "proporcionan apoyo directo o indirecto" a los bandos. "Instamos a todos los actores externos a tomar las medidas necesarias para poner fin a la venta o el suministro de armas y material relacionado a todas las partes", exigen los Estados miembros que recuerdan el embargo de armas establecido por las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

