
Las autoridades de Rusia han declarado este viernes el estado de emergencia en la ciudad de Novorosiisk, situada en el oeste de la región de Krasnodar, en el suroeste del país, tras un "ataque masivo" perpetrado por las fuerzas ucranianas en el marco de la invasión rusa, que se acerca ya a su cuarto año.
El alcalde de la localidad, Andrei Kravchenko, ha indicado en su cuenta en Telegram que la medida ha sido adoptada después de que el ataque con drones haya provocado daños a varios edificios residenciales y otras infraestructuras en la ciudad.
Así, ha confirmado que la ciudad "se encuentra ahora bajo un estado de emergencia tras el ataque perpetrado por el régimen de Kiev", antes de subrayar que se han puesto en marcha todas las medidas necesarias para "coordinar acciones" y apuntar a que los centros de alojamiento temporal "ya se han dispuesto" en un colegio situado en la zona, donde la población afectada podrá obtener refugio.
El alcalde ha confirmado además daños en una instalación en el puerto de la ciudad, así como daños en varios "barcos civiles" que se encontraban en el lugar, donde se han confirmado tres de los cuatro heridos confirmados hasta el momento por el ataque, sobre el que Ucrania no se ha pronunciado.
Kravchenko ha señalado que los servicios de emergencias se encuentra desplegados en el lugar de los hechos, donde han recabado la información necesaria para poner en marcha un plan de respuesta ante la emergencia.
Por su parte, el director de la planta química Novorossiysk Grain Products Plant, Yuri Medvedev, ha confirmado en declaraciones a la agencia rusa de noticias Interfax la caída de "fragmentos de drones" en las instalaciones, si bien ha manifestado que "no hay daños críticos en la infraestructura" y que "la terminal ha retomado sus operaciones normales".
El Ministerio de Defensa ruso ha afirmado en un mensaje en Telegram que durante la noche han sido derribados 216 drones, incluidos 66 en la región de Krasnodar, a los que se suman otros 59 en el mar Negro y 45 en Saratov.
Asimismo, han sido interceptados ocho aparatos en Volgogrado, siete en Rostov, cuatro en Bélgorod, tres en Tambov, dos en Briansk, uno en Vorónezh, Nizhni Nóvgorod y Orenburgo, además de otros 19 en la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, un paso no reconocido por la comunidad internacional.


