Los países nórdicos y bálticos gastan más de 400 millones de euros en armamento estadounidense para Ucrania

Ocho países europeos han anunciado la adquisición de material militar de origen estadounidense, bajo la iniciativa PURL, reforzando el respaldo a Kiev frente a Moscú y subrayando la importancia de preservar la estabilidad y el equilibrio internacional

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Las ocho naciones europeas que participaron en la reunión de este jueves en Helsinki enfatizaron su preocupación por la amenaza a largo plazo que representa el conflicto ruso-ucraniano para la estabilidad continental y el orden internacional basado en normas. La suma de 500 millones de dólares (aproximadamente 430 millones de euros) aprobada para adquirir armamento estadounidense destinado a Ucrania fue presentada como un paso clave para reforzar la seguridad europea y subrayar el compromiso común frente a Moscú. Según publicaron los medios citando a los propios gobiernos, la coordinación de este acuerdo incluyó a Dinamarca, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Noruega, Suecia e Islandia.

De acuerdo con la información proporcionada por los ministerios de Defensa de los siete países nórdicos y bálticos, así como el Ministerio de Asuntos Exteriores de Islandia, la compra se centrará en material militar considerado esencial para Ucrania. El suministro de estos equipos forma parte de la denominada Lista de Requisitos Prioritarios para Ucrania (PURL), una iniciativa definida para responder ágilmente a las exigencias de Kiev y que se ejecuta en coordinación con la OTAN. El medio consignó que el armamento adquirido incluye artículos de alta tecnología y defensa, como los sistemas de misiles Patriot estadounidenses.

El comunicado conjunto, divulgado tras la cumbre en la capital islandesa, plantea que el respaldo a Ucrania constituye un elemento crucial para la protección de Europa y la preservación de la seguridad global. Los representantes de los ocho países reafirmaron que el compromiso con Kiev es inseparable de la seguridad continental. “Reafirmamos nuestro compromiso con la seguridad de Ucrania, fundamental para la seguridad europea", señalaron de manera conjunta los países firmantes, citados por la fuente.

El medio detalló que la selección de los productos militares responde a una evaluación de necesidades específicas definida por Ucrania y canalizada a través de la iniciativa PURL. Esta plataforma fue acordada el pasado mes de agosto bajo el liderazgo de Alemania, país que promovió el mecanismo para fortalecer la logística de suministros a Ucrania. El acuerdo facilita que Washington provea a Kiev de armamento mediante compras realizadas directamente por los países aliados europeos.

Alemania desempeñó un papel fundamental en la creación de la PURL, sistema que permite que los miembros europeos adquieran ciertos materiales de defensa estadounidenses en bloque, bajo una lista de prioridad acordada con el Gobierno ucraniano. Según reportó la prensa internacional, Washington puso a disposición de Kiev armamentos avanzados que los aliados europeos gestionan, en algunos casos, como adquirientes directos. De esa manera, se busca mantener el flujo constante de equipamiento militar necesario para que las fuerzas ucranianas enfrenten el conflicto abierto tras la invasión de Rusia.

El acuerdo sobre la compra colectiva de 500 millones de dólares en armas estadounidenses refuerza la tendencia de los países europeos de intensificar su papel en el respaldo militar a Ucrania. Tras el inicio de la invasión rusa, los socios europeos han aumentado sus niveles de coordinación y recursos asignados, con el objetivo de disuadir a Moscú y preservar el equilibrio estratégico en la región. La nueva financiación se destinará íntegramente a la adquisición de medios considerados esenciales en la actual ofensiva defensiva ucraniana.

Tal como publicó la fuente, los gobiernos firmantes consideran que este apoyo resulta imprescindible para neutralizar la presión militar de Rusia y proteger la integridad territorial de Ucrania. El pronunciamiento conjunto sostiene que una derrota ucraniana supondría una amenaza mayor no solo para los países vecinos, sino para la arquitectura de seguridad internacional. El comunicado también alerta sobre el posible impacto en la alianza transatlántica y en el sistema de normas multilaterales vigentes.

En el contexto de la reunión, los ministros reiteraron que la estrecha coordinación entre los aliados europeos y la OTAN sigue siendo prioritaria para responder a “la nueva realidad de seguridad”, situación derivada por la ofensiva militar de Moscú en Ucrania. Los gobiernos participantes destacaron que la naturaleza colectiva del acuerdo permite optimizar recursos y garantizar que el material adquirido responda de manera inmediata a las necesidades sobre el terreno, detalló el medio.

La adquisición colectiva se canalizará mediante acuerdos directos con fabricantes estadounidenses, en consonancia con los procedimientos establecidos por PURL y bajo supervisión de los mecanismos de adquisiciones de la OTAN. Según avanzaron desde los propios gobiernos, la compra incluirá tanto sistemas defensivos como soluciones ofensivas de precisión, en atención prioritaria a las solicitudes formuladas desde Kiev a los aliados europeos.

El medio también precisó que la cantidad total invertida por los países nórdicos y bálticos representa un aumento significativo respecto a acuerdos y suministros anteriores. Las autoridades consideran que este incremento de recursos envía una señal de unidad y determinación frente a la persistencia del conflicto. Para los gobiernos europeos involucrados, la respuesta pronta y coordinada resulta vital en un escenario de seguridad percibido como frágil y cambiante.

Finalmente, según reportó la fuente, los ocho países miembros del acuerdo indicaron que mantienen una política de seguimiento constante de la situación sobre el terreno en Ucrania y revisarán periódicamente la lista de prioridades de entregas de material a fin de adaptar la ayuda militar a las evoluciones del conflicto y a las necesidades operativas ucranianas.