La ONU denuncia la "violencia cataclísmica" de las RSF en El Fasher y alerta de la situación en Kordofán

Guardar

Naciones Unidas ha denunciado este viernes la "violencia cataclísmica" en la capital de la región sudanesa de Darfur Norte, El Fasher, tras su toma por parte de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), a las que ha acusado de "atrocidades abominables" en la localidad, antes de alertar que la situación en Kordofán y el riesgo de una "intensificación de las hostilidades" en esta zona del país africano.

"A día de hoy, civiles traumatizados siguen atrapados en El Fasher y se les impide la huida. Temo que las abominables atrocidades como ejecuciones sumarias, violaciones y violencia étnica continúa en la ciudad", ha dicho el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, quien ha afirmado que "la violencia no termina para los que han logrado huir, dado que las rutas de salida han sido escenario de una crueldad inimaginable".

Así, ha advertido sobre "los acontecimientos que están teniendo lugar en Kordofán". "Desde la captura de El Fasher (por parte de las RSF), las víctimas civiles, la destrucción y el desplazamiento masivo ha aumentado. No hay signos de desescalada. Por contra, los acontecimientos sobre el terreno indican claros preparativos para una intensificación de las hostilidades, con todo lo que ello implica para la gente, que sufre desde hace mucho", ha manifestado.

"Dada la violencia cataclísmica en El Fasher, los Estados, especialmente los que tienen influencia sobre las partes en conflicto, deben saber que, a menos que actúen de forma rápida y decisiva, habrá más carnicería y atrocidades", ha subrayado, antes de defender que el embargo de armas impuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU "es claro".

"La entrega de apoyo militar continuado para apoyar a las partes que están cometiendo violaciones graves (de los Derechos Humanos) debe parar. Repito mi petición para un fin inmediato de la violencia tanto en Darfur como en Kordofán", ha apuntado Turk, quien ha reiterado que "son necesarias acciones firmes y urgentes por parte de la comunidad internacional".

En esta línea, relatores de la ONU han expresado este mismo viernes su alarma por las informaciones sobre atrocidades generalizadas por parte de las RSF en Darfur Norte, incluidos asesinatos de civiles y violencia sexual y de género contra mujeres y niños después de hacerse a finales de octubre con el control de la ciudad tras cerca de año y medio de cerco sobre la capital de Darfur Norte.

"Estamos horrorizados por la escala y la brutalidad de los crímenes en El Fasher, incluidos niveles generalizados, sistemáticos y sádicos de violencia sexual como una estrategia deliberada de dominio y humillación con el objetivo de destruir a comunidades", han dicho, antes de apuntar a informes sobre "mujeres violadas frente a sus familiares y detenidas durante días en condiciones de abuso extremo que equivalen a tortura y tratamiento inhumano y degradante".

VIOLACIONES SIMILARES A OTRAS CAMPAÑAS DE LAS RSF

Asimismo, ha denunciado la existencia de "informes creíbles" sobre "ejecuciones sumarias con tintes étnicos" de civiles en El Fasher, algo que supone crímenes de guerra y que podría equivaler a crímenes contra la humanidad. "Esto debe parar inmediatamente. Unas rápidas investigaciones independientes son clave", han argüido.

Los relatores han sostenido que estos crímenes son similares a los cometidos durante las campañas lanzadas previamente por las RSF contra Zamzam, Geneina y Ardamata, donde miles de civiles fueron asesinados, con mujeres sometidas a violaciones sistemáticas.

"Los ataques deliberados contra sudaneses pertenecientes a las comunidades étnicas fur, masalit y zaghawa, también mediante violencia sexual, se realizan claramente con la intención de aterrorizarlos, desplazarlos y destruirlos total o parcialmente", han argumentado, antes de pedir a la comunidad internacional que "use todos los medios disponibles para poner fin al derramamiento de sangre".

Por último, han reclamado a la comunidad internacional que "garantice inmediatamente la protección de los civiles, establezca el destino y paradero de los desaparecidos, facilite el acceso humanitario y la protección de los trabajadores humanitarios y haga rendir cuentas a los responsables de estos crímenes, incluidos los que han colaborado y permitido que se cometen con transferencias de armas y apoyo logístico".

La guerra civil de Sudán estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó en 2021 al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.

El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.