Macron anuncia una ayuda internacional de 1,5 millones de euros para los afectados por el conflicto en RDC

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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha anunciado este jueves una ayuda internacional valorada en 1,5 millones de euros para las poblaciones afectadas por la guerra en República Democrática del Congo (RDC) y países vecinos, así como la apertura de corredores humanitarios para facilitar su entrega.

"Hoy, juntos, hemos dado un paso adelante y me enorgullece anunciar que han movilizado colectivamente más de 1.500 millones de euros en ayuda para las poblaciones más vulnerables", ha afirmado al término de una conferencia internacional en París coorganizada con Togo --el mediador designado por la Unión Africana (UA)-- en el marco de la respuesta humanitaria de Naciones Unidas, cuyo plan, estimado en 2.500 millones de euros, solo había recibido hasta ahora el 16 por ciento de la financiación, según recoge la cadena France 24.

En esta línea, el jefe del Elíseo ha anunciado asimismo que "en las próximas semanas" reabrirá sus puertas el aeropuerto de Goma, en el este de RDC, para vuelos humanitarios y la puesta en funcionamiento de corredores seguros para el transporte de la ayuda.

El grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que a principios de este año se hizo con el control de Goma, capital de la provincia congoleña de Kivu Norte, ha considerado "inapropiado" este último anuncio de Macron. Su portavoz, Lawrence Kanyuka, ha señalado en un comunicado difundido en su cuenta de la red social X que la reapertura del mencionado aeropuerto "solo debería llevarse a cabo en el marco de las negociaciones que se están celebrando en Doha, con la mediación de Qatar y el apoyo de Estados Unidos y la Unión Africana".

Así, se ha remitido a los "reiterados ataques" del Ejército congoleño y en este sentido ha denunciado "la destrucción de aeronaves humanitarias en Walikale y Minembwe", asegurando además que Kinshasa "ha cerrado el espacio aéreo sobre el territorio liberado para poder sobrevolar libremente con drones y aeronaves que atacan a nuestra población".

El portavoz del grupo rebelde apoyado por las autoridades de Ruanda ha exhortado al mandatario galo "a no ceder" ante las organizaciones humanitarias que trabajan en las inmediaciones de Goma, a las que ha acusado de enriquecerse a costa de las personas desplazadas por el conflicto y de ayudar a "la supervivencia de grupos armados", citando a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) --fundada por hutus huidos tras el genocidio en Ruanda en 1994--.

"Francia debe evitar cualquier acción, comportamiento o postura que pueda recordar a la población de la región de los Grandes Lagos su triste y lamentable pasado. La Alianza Río Congo/M23 reitera su firme compromiso con la protección y la defensa de la población civil", ha agregado en su nota, pidiendo a la comunidad internacional que se abstenga de hacer "concesiones" al Gobierno de RDC, del que ha dicho "viola sus compromisos de alto el fuego al priorizar una solución militar a un conflicto político y, por lo tanto, prolongar el sufrimiento de la población civil".

Tampoco ha recibido bien el anuncio de Macron el ministro de Exteriores ruandés, Olivier Nduhungirehe, que en declaraciones a la prensa ha sostenido que "París no puede reabrir un aeropuerto, ya que los más directamente afectados no están allí", sino que es "con las autoridades de facto que controlan el aeropuerto de Goma, donde debe" emprenderse la iniciativa.

Pese a ello, el jefe de la diplomacia de Ruanda ha agradecido "a Francia y a Macron" la convocatoria de la conferencia sobre la cuestión humanitaria en los Grandes Lagos porque "es un tema importante" y ha vuelto a denunciar la "violación permanente y diaria del alto el fuego por parte del Gobierno congoleño con ataques aéreos, aviones de combate y drones".

El Ejecutivo de RDC y el M23 firmaron a mediados de octubre en Doha un acuerdo para crear un organismo de supervisión del alto el fuego, tras lo que Kinshasa reafirmó "su compromiso con lograr el cese de las hostilidades" y Kanyuka habló de un "avance significativo" y expresó su deseo de que "este acuerdo ponga fin a los reiterados ataques por parte de las fuerzas coaligadas del régimen de Kinshasa contra la población civil".

La firma del martes supone una continuación del proceso diplomático iniciado en Washington y que comprendieron una primera declaración de principios firmada en abril entre RDC y Ruanda para atajar la dimensión internacional del conflicto, seguida el 27 de junio por un acuerdo bilateral entre Kinshasa y Kigali, bajo la mediación de Estados Unidos y el citado acuerdo de alto el fuego pactado a finales de julio.