Una persona del 0,1% más rico contamina más en un día que alguien del 50% más pobre en un año, según Oxfam Intermón

El estudio de Oxfam Intermón advierte sobre la influencia desproporcionada de los más adinerados en el calentamiento global, atribuyéndoles un papel central en la aceleración de la crisis climática y la generación de impactos económicos y sociales devastadores

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El informe elaborado por Oxfam Intermón advierte que si toda la población mundial emitiera dióxido de carbono al ritmo del 0,1% más rico, el presupuesto global de carbono se agotaría en menos de tres semanas. Este dato se incluye en el estudio titulado 'El saqueo climático: cómo unos pocos poderosos están llevando al mundo al desastre', que reúne datos desde 1990 y establece la noticia principal sobre el papel clave que los individuos con mayores ingresos desempeñan en la aceleración de la crisis climática, según reportó Oxfam Intermón.

El medio Oxfam Intermón publicó que una persona perteneciente al 0,1% más acaudalado del planeta es responsable de generar, en un solo día, la misma cantidad de contaminación por carbono que una persona del 50% más pobre produce a lo largo de un año completo. Este hallazgo se hizo público en el contexto del inicio de la Cumbre del Clima COP30, que comenzará el 10 de noviembre en Belém, Brasil, y coincide con el aniversario de la dana de 2024 en España, un evento climático extremo que dejó más de 200 víctimas mortales.

El informe pone de manifiesto que los hábitos de vida intensivos en emisiones de carbono de los denominados 'superricos' están acelerando el consumo del presupuesto de carbono restante del mundo. Oxfam Intermón define este presupuesto como la cantidad máxima de emisiones de CO2 que aún se pueden liberar a la atmósfera sin desencadenar un desastre climático irreversible. Según el informe, cada año, la persona promedio dentro del 0,1% más rico genera 1,9 millones de toneladas de dióxido de carbono solo a través de sus inversiones, una cifra equivalente a la suma de las emisiones generado en casi 10.000 viajes alrededor del mundo en un jet privado.

A nivel nacional, Oxfam Intermón detalló que en España una persona dentro del 0,1% con mayores ingresos tiene una huella de carbono 55 veces superior a la de alguien que pertenece al 50% más pobre. Para que estos individuos altos emisores alcancen un nivel de emisiones compatible con la sostenibilidad climática, deberían reducir en un 99,4% sus emisiones de dióxido de carbono antes del año 2030 y así limitar el calentamiento global a menos de 1,5℃.

De acuerdo con el estudio, las consecuencias de los elevados niveles de emisión tienen un impacto global considerable. Las emisiones originadas por el 1% más adinerado son suficientes para provocar unas 1.300.000 muertes relacionadas con el calor hacia finales de siglo y causar daños económicos estimados en 44 billones de dólares en los países de ingresos bajos y medios-bajos hacia 2050. Los efectos de estos daños no recaen de manera uniforme, sino que afectan desproporcionadamente a quienes menos han contribuido a la crisis climática, específicamente a personas del Sur global, incluidos mujeres, niñas y comunidades indígenas.

Según consignó Oxfam Intermón, la COP30 tiene lugar diez años después del Acuerdo de París de 2015. En este periodo, el 1% más rico ha consumido más del doble del presupuesto de carbono mundial que la mitad más pobre de la humanidad, lo que refleja la dimensión de la desigualdad en la generación del problema.

El informe también hace una referencia directa al caso español y su experiencia con fenómenos climáticos extremos. Como ejemplo, alude a la dana que azotó España en octubre de 2024. Oxfam Intermón explica que las personas con menos recursos, al igual que mujeres, ancianos y migrantes, fueron quienes más sufrieron las consecuencias de la catástrofe. Además, estos colectivos son los que cuentan con menor respaldo institucional y requieren más tiempo para recuperarse tras este tipo de eventos, tanto en España como en otras regiones del mundo.

El medio señala que las inundaciones constituyen el desastre climático más costoso anualmente en territorio español, ocasionando un gasto de 800 millones de euros cada año. Hay más de un millón de residencias edificadas en zonas con peligro de inundación, especialmente en áreas mediterráneas. Dentro de las zonas urbanas de mayor riesgo, el 81% de los hogares presentan una renta media neta inferior a 40.000 euros. Las personas con menos ingresos residen mayoritariamente en barrios sometidos a más estrés climático y en viviendas más viejas y precarias, lo que acrecienta su exposición a episodios de clima severo.

Lourdes Benavides, responsable de Justicia Climática de Oxfam Intermón, afirmó que la dana es un ejemplo de cómo la crisis climática y la desigualdad social están vinculadas. Benavides subrayó que “España está entre los países más expuestos de Europa. La dana fue una evidencia de nuestra vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático, especialmente acuciante en la costa mediterránea. Es también una señal clara de la necesidad de avanzar tanto en la transición energética justa como en planes de adaptación que no dejen a nadie atrás”.

Oxfam Intermón planteó una serie de propuestas para corregir las desigualdades derivadas de la crisis climática y frenar las emisiones de los sectores más acaudalados. La organización sugiere reducir de manera significativa las emisiones del 0,1% más rico y aplicar nuevas políticas fiscales, como gravar la riqueza extrema y los beneficios extraordinarios de las compañías de combustibles fósiles. También proponen apoyar la Convención de Naciones Unidas sobre Cooperación Internacional en materia Fiscal.

El informe del medio advierte que si se aplicara un impuesto del 60% sobre los ingresos globales del 1% más rico, se lograría disminuir las emisiones de carbono en un monto equivalente al total de emisiones generadas por el Reino Unido, además de recaudar aproximadamente 6,4 billones de dólares. Oxfam Intermón también recomienda restringir la influencia política y económica de los más ricos, limitando la participación de compañías de combustibles fósiles en cumbres climáticas como la COP y exigiendo normativas de sostenibilidad para empresas y entidades financieras, así como la negativa a tratados comerciales e inversiones que prioricen los intereses de los superricos sobre el bienestar público.

El informe también hace un llamado a aumentar la presencia de la sociedad civil y los pueblos indígenas en las negociaciones sobre el clima para abordar las desigualdades en los efectos del cambio climático. Además, solicita distribuir de manera equitativa el presupuesto global de carbono, con compromisos nacionales que tomen en cuenta la responsabilidad histórica y la capacidad de respuesta, y que los países ricos asuman una financiación más ambiciosa para medidas climáticas.

Entre las recomendaciones finales, Oxfam Intermón pide la construcción de un sistema económico más equitativo, cuyo eje central sean las personas y el medio ambiente, dejando atrás el modelo neoliberal predominante e impulsando una economía basada en la sostenibilidad y la igualdad. Según reportó Oxfam Intermón, estas propuestas buscan corregir el desequilibrio actual, donde quienes menos contribuyen al problema son los que más sufren sus efectos, tanto en España como a nivel internacional.