
La región de Ladaj, ubicada en la zona montañosa del norte de Cachemira, volvió a señalarse como uno de los puntos más conflictivos en las negociaciones entre India y China sobre los límites fronterizos en el Himalaya occidental. Tanto Nueva Delhi como Pekín reconocieron que persisten desacuerdos profundos sobre la demarcación precisa de esta área, lo que ha impedido avances hacia una resolución definitiva. No obstante, las autoridades de ambos países transmitieron que han renovado su compromiso de evitar enfrentamientos y mantener la estabilidad en la frontera, informó el medio.
Según reportó la agencia de noticias, representantes de ambos gobiernos se reunieron recientemente en el paso fronterizo de Moldo-Chushul. De acuerdo con los comunicados oficiales del Ministerio de Exteriores indio, durante el encuentro las delegaciones afirmaron su determinación de “mantener la paz y la estabilidad” a lo largo de la frontera común, pese a las divergencias persistentes sobre el territorio. El medio detalló que ambas partes destacaron la vigencia del acuerdo alcanzado un año atrás, que regula las actividades de patrullaje en la zona del valle del río Galwan, con el propósito de evitar incidentes y escaramuzas fronterizas.
El gobierno indio informó que las conversaciones se desarrollaron en un clima calificado oficialmente como “amistoso y cordial”, aunque reconoció que los contactos no produjeron progresos en la solución del conflicto por el control de determinadas áreas en disputa. Según el comunicado recogido por el medio, tanto China como India respaldaron la necesidad de continuar utilizando los mecanismos bilaterales ya existentes para abordar las dificultades territoriales y prevenir desestabilizaciones.
El diferendo, que desde hace años marca la relación entre las dos potencias asiáticas, abarca no solo la región de Ladaj, sino también cerca de 60.000 kilómetros cuadrados en el estado indio de Arunachal Pradesh, al noreste del país. Este último sector es considerado por China como parte integrante del Tíbet, mientras que la India mantiene allí una presencia administrativa y militar. La Línea de Control Actual, conocida por sus siglas en inglés como LAC, funciona en la práctica como la frontera provisional entre ambos países en la zona de Ladaj y fue establecida tras los enfrentamientos del pasado.
Por otra parte, el medio explicó que India reivindica el área de Aksai Chin, actualmente bajo control chino. Este territorio estratégico ha sido motivo de numerosos incidentes y desencuentros diplomáticos a lo largo del tiempo, agravando la complejidad de alcanzar un acuerdo duradero sobre la frontera. El estatus actual de la LAC y la falta de delimitación definitiva han generado situaciones de tensión e intercambios verbales, e incluso episodios violentos en años anteriores, como el ocurrido en 2020 en el valle de Galwan.
El compromiso renovado de ambos gobiernos, según indicó el medio, reside en la necesidad de contener cualquier incremento de hostilidades e impedir nuevas confrontaciones militares, mientras prosiguen las conversaciones para delimitar los territorios en litigio. Desde la perspectiva india, el objetivo es mantener abiertos todos los canales diplomáticos y militares para canalizar demandas y preocupaciones, en tanto que las autoridades chinas insisten en la importancia de consolidar los acuerdos existentes y respetar la situación actual sobre el terreno, según recogió la fuente.
El medio subrayó que, aunque la reunión más reciente no condujo a avances tangibles en la resolución de los desacuerdos fronterizos, la disposición de ambas partes a mantener el diálogo y observar los mecanismos establecidos contribuye a contener el riesgo de enfrentamientos directos en las áreas más sensibles. Por ahora, las líneas de negociación se mantienen activas, en espera de nuevos encuentros que permitan acercar posiciones sobre la delimitación definitiva de la frontera en el Himalaya occidental.


