
Mitch McConnell, líder de la minoría republicana en el Senado, argumentó que las barreras arancelarias han tenido un impacto significativo en la economía local de su estado, señalando que los aranceles de represalia han afectado los ingresos de cerca de 70.000 granjas familiares dedicadas al sector agrícola en Kentucky. Estas declaraciones se produjeron después de que cinco senadores republicanos se unieron a los demócratas y a un senador independiente para respaldar una resolución que busca revertir los aranceles del 50% impuestos por la administración de Donald Trump a productos brasileños como café, petróleo y zumo de naranja. Según publicó The Hill, esta resolución busca poner fin a la declaración de emergencia que facilitó la imposición de las tarifas, pero encuentra obstáculos significativos en la Cámara de Representantes y en la propia Casa Blanca.
En la misma jornada, el Senado de Estados Unidos volvió a rechazar una propuesta clave para financiar al Gobierno federal, prolongando así un cierre que afecta al país desde comienzos de octubre. Tal como informó The Hill, se trató de la decimotercera negativa de la Cámara Alta a la iniciativa, la cual necesitaba un mínimo de 60 votos para avanzar, pero solo obtuvo 54. Entre quienes votaron a favor se encontraban los demócratas John Fetterman y Catherine Cortez Masto, así como el senador independiente Angus King, mientras que 45 integrantes se pronunciaron en contra. La controversia principal se centra en la prórroga de los subsidios de seguros médicos, una exigencia del bloque demócrata que los republicanos insisten en posponer hasta que se dé luz verde a la ley de financiación general.
Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado, advirtió sobre el riesgo de una crisis sanitaria, al declarar que "los estadounidenses están al borde de una crisis sanitaria sin precedentes en nuestras vidas", y responsabilizó a la bancada republicana de negarse a dialogar sobre alternativas para el sistema de salud, según recogió The Hill. John Thune, portavoz de los republicanos, reiteró que solo contemplarán el tema de los subsidios médicos una vez se apruebe la financiación federal y se ponga fin al cierre gubernamental, que ya figura como el segundo más prolongado en la historia moderna de Estados Unidos.
De acuerdo con el mismo medio, el cierre amenaza con igualar el récord de 35 días alcanzado entre 2018 y 2019, cuando la administración de Trump solicitó financiación para la construcción de un muro en la frontera sur. Durante ese periodo, las operaciones federales sufrieron interrupciones considerables y se registraron retrasos en aeropuertos, servicios públicos y programas sociales críticos.
La información difundida por The Hill señala que el estancamiento legislativo afecta a varios programas clave. Por ejemplo, las ayudas derivadas del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) caducarán a partir del 1 de noviembre. Además, los aeropuertos del país reportan mayores retrasos, atribuibles a la sobrecarga de trabajo de los controladores aéreos, que operan con personal y recursos limitados. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, advirtió también este fin de semana que existirán problemas para cubrir los salarios del personal militar a partir del 15 de noviembre si el bloqueo persiste.
En cuanto a la cuestión arancelaria, la resolución aprobada por el Senado recibió el apoyo de los senadores republicanos Mitch McConnell, Thom Tillis, Susan Collins, Lisa Murkowski y Rand Paul, sumándose a la iniciativa promovida originalmente por el demócrata Tim Kaine y el propio Rand Paul. La medida busca anular la emergencia decretada para implementar una subida arancelaria del 40% adicional, sumando un total del 50%, sobre productos brasileños, anunciada públicamente a finales de julio. Dicha disposición fue una respuesta directa a lo que el gobierno estadounidense describió como el procesamiento "por motivos políticos" del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, condenado a más de 27 años de prisión por su participación en el intento de golpe de Estado contra el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, según detalló The Hill.
La votación en el Senado resultó en 52 apoyos frente a 48 rechazos. Pese a la aprobación de la Cámara Alta, The Hill señaló que el impacto práctico de la medida es limitado debido a que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, aliado cercano de Trump, puede evitar someter la resolución a votación. Incluso en el supuesto de que avanzara en la Cámara Baja, la Casa Blanca tiene la potestad de vetarla y frenar la anulación de las tarifas impuestas.
La continuidad de esta situación mantiene en vilo la reapertura del Gobierno federal, mientras persisten las presiones sobre los legisladores para buscar soluciones que permitan destrabar el conflicto presupuestario y aliviar los efectos sobre la economía y los servicios públicos del país. Las posiciones en ambas cámaras y entre los partidos no han mostrado variación significativa, lo cual prolonga la incertidumbre sobre las próximas etapas del cierre y sobre la política comercial dirigida a Brasil.


