
Entre los arrestos más relevantes de la jornada, las autoridades brasileñas informaron la detención de Thiago do Nascimento Mendes, conocido como Belao do Qutungo, quien figura entre los líderes de la organización Comando Vermelho en la zona norte de Río de Janeiro. También se confirmó la captura de Nicolas Fernandes Soares, identificado como el presunto operador financiero de uno de los máximos dirigentes del grupo, Edgar Alves de Andrade. Estos hechos ocurrieron en el marco de la mayor operación policial contra el crimen organizado llevada a cabo hasta ahora en Río de Janeiro, según reportó G1.
Durante el despliegue denominado operación “Contención”, las fuerzas de seguridad realizaron un operativo masivo en los barrios de Alemao y Penha, que dejó un saldo de al menos 60 personas muertas y 81 detenidas, de acuerdo con G1. La Secretaría de Seguridad brasileña indicó que la totalidad de los fallecidos eran miembros del Comando Vermelho, la principal banda criminal del país. Los enfrentamientos, según precisó el medio, resultaron en la muerte de cuatro agentes de policía y seis funcionarios más recibieron heridas de gravedad indeterminada. Debido a que el operativo continuaba en marcha al cierre del reporte, las autoridades no descartan la posibilidad de que aumente el número de víctimas.
G1 detalló que la operación movilizó cerca de 2.500 agentes después de más de un año de labores de inteligencia y vigilancia, así como la emisión de un centenar de órdenes de detención dirigidas a los miembros de la estructura criminal. La policía brasileña informó sobre el uso de drones para lanzar explosivos por parte de algunos sospechosos, mientras que otros intentaron escapar del cerco policial abandonando rápidamente la zona.
Como parte de las acciones llevadas a cabo, las fuerzas de seguridad informaron la incautación de 75 rifles y dos pistolas. Las armas decomisadas forman parte del arsenal atribuido a los grupos dedicados al tráfico de drogas y armas en la región. Según la policía citada por G1, estos equipos utilizados por Comando Vermelho figuran entre los más grandes que se han confiscado en operativos similares en la ciudad.
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, expresó críticas hacia el Gobierno federal por lo que calificó como falta de apoyo en la ejecución del operativo. Según Castro, el estado aún se encuentra sin respaldo de vehículos blindados y personal de las fuerzas federales, como había ocurrido en intervenciones previas. En declaraciones recogidas por G1, el gobernador señaló: “Estamos solos en esta lucha hoy. Es un operativo mayor que el de 2010 y, desafortunadamente, esta vez, como durante todo el (mandato), no contamos con el apoyo de vehículos blindados ni de agentes de las fuerzas federales de seguridad y defensa”.
El Ministerio de Justicia negó las declaraciones del gobernador Castro. En su respuesta oficial citada por el medio, la cartera indicó que ha cubierto todas las solicitudes recibidas por parte del gabinete de Río de Janeiro, argumentando que esto prueba el “pleno apoyo” ofrecido por las autoridades de Brasilia a las operaciones policiales en la ciudad. El organismo dirigido por Ricardo Lewandowski precisó que desde octubre de 2023 mantienen el despliegue de tropas federales en la región y tienen previstas acciones hasta el cierre del año, con posibilidad de renovar la medida en 2025 si la situación así lo requiere.
Según información brindada por G1, solamente en 2024 la Policía Federal llevó a cabo cerca de 180 operativos en el estado de Río de Janeiro; 24 de estos estuvieron relacionados directamente con el tráfico ilícito de armas y drogas. En el mismo periodo, se realizaron 210 detenciones y se confiscaron diez toneladas de sustancias ilegales, además de 190 armas de fuego. El Ministerio de Justicia, al respecto, comunicó: “Estas cifras reflejan los esfuerzos continuos de la Policía Federal para combatir el crimen organizado y reducir el poder militar de las facciones criminales”.
La operación “Contención” fue resultado de una investigación que duró más de doce meses, con la colaboración de diferentes ramas de la policía y fuerzas armadas estatales, según reportó el medio. Las actividades del Comando Vermelho han sido señaladas como una de las principales causas del incremento de la violencia en Río de Janeiro, generando preocupación y debate tanto entre residentes locales como entre las autoridades políticas del país.
Durante la intervención, se registraron diferentes tácticas por parte de los sospechosos, desde ataques con drones hasta fugas masivas, lo que evidenció el nivel de organización y capacidad operativa de la facción criminal, de acuerdo con lo publicado por G1. Las zonas de Alemao y Penha han sido constantemente escenario de enfrentamientos armados y operativos policiales, dada su relevancia estratégica para las estructuras delictivas. El operativo ha impactado significativamente en la rutina de los habitantes de estos barrios, quienes han manifestado preocupación por la intensidad y frecuencia de los enfrentamientos, según relató el medio.
Por su parte, la controversia política generada tras la intervención pone de manifiesto las diferencias entre las autoridades del estado de Río de Janeiro y el Gobierno federal. Mientras Castro solicita mayor implicación de Brasilia, el Ministerio de Justicia continúa defendiendo sus acciones y presenta estadísticas oficiales sobre la magnitud del despliegue y los resultados obtenidos en la región.
El saldo de la operación coloca nuevamente en el centro del debate público la estrategia seguida para enfrentar a las organizaciones delictivas en las zonas urbanas y la coordinación entre instancias estatales y federales. Según G1, la presencia del Comando Vermelho en Río de Janeiro continúa generando preocupación entre las autoridades, que insisten en la necesidad de mantener operativos coordinados y acciones conjuntas para enfrentar el fenómeno del crimen organizado en Brasil.


