
El comunicado emitido por el gobernador de la región Litoral de Camerún subrayó la apertura de investigaciones oficiales acerca de los episodios de violencia que se registraron en Duala tras los comicios presidenciales. Según informó Journal du Cameroun, las autoridades confirmaron la muerte de cuatro personas durante los enfrentamientos ocurridos en distintos puntos de la ciudad, mientras organizaciones opositoras denunciaron arrestos y desapariciones forzadas. La tensión se mantiene en aumento en espera de los resultados oficiales de las elecciones presidenciales del 12 de octubre.
El gobernador Samuel Dieudonné Ivaha Diboua detalló que los incidentes más graves tuvieron lugar ante los ataques a varias comisarías —en los distritos 2 y 6— y a la brigada de gendarmería del barrio Nkoulouloun, en Duala, la capital económica del país. De acuerdo con la información publicada por Journal du Cameroun, en este contexto, participaron grupos que, según declaraciones oficiales, intentaron prender fuego a las instalaciones y apoderarse de armas allí resguardadas. El gobernador sostuvo que múltiples agentes de las fuerzas de seguridad resultaron heridos durante estos episodios, y calificó como “irresponsable” la convocatoria de manifestaciones, atribuyendo los disturbios a “grupos de jóvenes bajo los efectos de las drogas y con intenciones delictivas”.
El comunicado gubernamental incluyó expresiones de condolencia hacia las familias de las víctimas y una condena “enérgica” a los hechos, los cuales catalogó como amenazas para el orden público y la seguridad nacional. Ivaha Diboua convocó a la “responsabilidad colectiva”, exhortando a los padres a intervenir para evitar el involucramiento de los jóvenes en acciones de este tipo y recomendó el respeto a las instituciones nacionales. También dirigió un llamado a que la población continúe con sus actividades cotidianas en calma, declarando que “la ley prevalecerá” y que los responsables de los actos violentos serían puestos a disposición de la justicia.
Las protestas que desembocaron en los enfrentamientos coincidieron con la proclamación pública del líder opositor Issa Tchiroma Bakary, candidato presidencial y presidente nacional del Frente de Salvación Nacional de Camerún (FSNC), quien aseguró que su victoria en los comicios era “innegable”, según consignó Journal du Cameroun. Tchiroma Bakary negó tener planes de abandonar el país, argumentando que no temía posibles consecuencias legales.
En paralelo a estos hechos, otros referentes opositores enfrentaron situaciones de detención y desaparición. El mismo medio reportó que Anicet Ekane y Djeukam Tchameni, cofundadores de la alianza Unión por el Cambio, fueron arrestados por las autoridades y su paradero es desconocido desde el viernes anterior en Yaundé, la capital. Tanto el Movimiento Africano por la Nueva Independencia y la Democracia (MANIDEM), conducido por Ekane, como el Movimiento por la Democracia y la Interdependencia de Camerún, encabezado por Tchameni, denunciaron en un comunicado conjunto que ambos líderes fueron secuestrados por presuntos integrantes del Batallón de Intervención Rápida (BIR), una unidad de élite del Ejército camerunés.
Según detalló Journal du Cameroun, las protestas en Duala surgieron en apoyo a la reivindicación de victoria de Issa Tchiroma Bakary, aún cuando las autoridades electorales no han difundido los resultados oficiales, que se prevé se anuncien el mismo lunes. La situación ha generado un clima de tensión en el país, alimentado por las denuncias de la oposición sobre represión y actos de violencia contra sus simpatizantes y dirigentes, en un contexto marcado por la postergación del anuncio oficial de los resultados electorales y la incertidumbre política.
El gobernador Ivaha Diboua insistió en la importancia de evitar la manipulación política y dirigirse hacia el civismo y el respeto por la legalidad, reiterando el compromiso de las autoridades de investigar los sucesos y procurar justicia frente a los hechos registrados. No obstante, agrupaciones opositoras han insistido en que las detenciones y los hechos violentos configuran prácticas de represión y estrategia de intimidación contra quienes cuestionan el proceso electoral.
De acuerdo con los reportes del Journal du Cameroun, la situación en Duala daba cuenta de una escalada de la confrontación política y social, al tiempo que las autoridades trataban de establecer control frente a los disturbios y las denuncias internacionales sobre el trato a líderes opositores. Los incidentes, que culminaron con la muerte de cuatro manifestantes y múltiples heridos entre las fuerzas de seguridad, permanecen bajo investigación, mientras las organizaciones demandan información sobre los opositores detenidos y exigen garantías para el ejercicio de la protesta y la participación política.

