
El acuerdo alcanzado en Doha incluye la creación de equipos de trabajo dedicados a cuestiones ambientales y migración irregular, enfocados específicamente en cinco municipios donde opera el Clan del Golfo. Esta medida, según detalló la declaración publicada por la Consejería Comisionada de Paz y reproducida por diversos medios, forma parte de un enfoque más amplio del proceso de paz que pretende no solo reducir la violencia, sino también abordar problemáticas conexas que afectan la región.
Según informó la agencia Europa Press, el Gobierno colombiano y representantes del Clan del Golfo comenzaron este jueves diálogos de paz en Doha, con la mediación y apoyo logístico de Qatar y el acompañamiento de Naciones Unidas. Las conversaciones han resultado en la firma de un compromiso mutuo que establece un plan piloto para la sustitución de cultivos ilícitos en cinco localidades clave: Mutatá (Antioquia), junto con Acandí, Belén de Bajirá, Riosucio y Unguía (Chocó), todos territorios significativamente impactados por el conflicto y la actividad del mayor cartel de drogas del país, también conocido como Ejército Gaitanista de Colombia.
El acuerdo firmado en la capital qatarí establece el inicio de una fase de consolidación de confianza entre las partes, y se comprometen a desarrollar programas pedagógicos orientados a la erradicación total de cultivos de uso ilícito. De acuerdo con lo reportado por Europa Press, este proceso se plantea sobre bases de participación voluntaria, asistencia técnica y provisión de alternativas económicas sostenibles para las comunidades implicadas. El objetivo consiste en ofrecer medios de vida distintos a los cultivos ilícitos, integrando la presencia permanente del Ministerio de Justicia en coordinación con el poder judicial y autoridades locales. Esta intervención será adaptada a las condiciones sociales, históricas y culturales de cada territorio, buscando el fortalecimiento institucional del Estado en las zonas involucradas.
El texto refrendado en Doha resalta también la situación de los menores de edad en el contexto del conflicto. El Clan del Golfo, según el documento divulgado, se compromete a realizar un nuevo censo de niños y adolescentes dentro de su estructura. En caso de detectar la presencia de menores, éstos serán puestos a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para garantizar el restablecimiento pleno de sus derechos. Europa Press consignó que la declaración subraya el rol de la infancia en la "construcción de la paz" y plantea acciones concretas dirigidas a su protección y reintegración.
Por otra parte, el presidente Gustavo Petro manifestó en redes sociales su reconocimiento al Gobierno de Qatar por su contribución sostenida a las negociaciones, afirmando que el apoyo qatarí ha sido clave para asegurar que el proceso avance de acuerdo con lo pactado. Petro, según publicó Europa Press, enfatizó que la apertura del diálogo no supone indulgencia alguna con el Clan del Golfo. “Sé que la derecha dice que es complacencia. Jamás. Aquí se discutirá antes que nada la sustitución de cultivos ilícitos en su área de operaciones”, escribió el mandatario.
La administración de Petro también indicó que no acepta la caracterización del Clan del Golfo como grupo paramilitar o neo-paramilitar, un punto que el propio grupo armado ha rechazado en el contexto de las conversaciones. Ante esta controversia, el gobierno colombiano anunció la intención de solicitar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas su involucramiento y acompañamiento en el proceso, buscando otorgar legitimidad y respaldo internacional a los acuerdos que puedan alcanzarse.
El inicio de este proceso de paz se produce después de una escalada reciente en el conflicto armado entre fuerzas estatales y el Clan del Golfo, que ha generado bajas en ambos lados. Europa Press detalló que, a mediados de julio, dos soldados murieron durante enfrentamientos en la zona rural del municipio de Cañasgordas, en el departamento de Antioquia. Estos combates fueron atribuidos a una subestructura interna del Clan del Golfo bajo el nombre Edwin Román Velásquez Valle, reflejando el grado de fragmentación y autonomía operativa dentro del grupo.
Las dificultades para el Gobierno colombiano no se limitan al Clan del Golfo, ya que durante este periodo también se han intensificado las acciones del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a consecuencia de la ruptura de sus propias negociaciones de paz con las autoridades nacionales. Según reportó Europa Press, el ELN ha aumentado sus ataques contra las fuerzas de seguridad, sumando una capa adicional de complejidad al propósito del ejecutivo de alcanzar una paz total.
El contexto en el que se inscriben los recientes avances en Doha refleja la intención del Estado colombiano de implementar soluciones integrales y negociadas para los problemas del narcotráfico y la violencia, sin que ello conlleve concesiones a las estructuras armadas ilegales. La presencia del Ministerio de Justicia en cada una de las zonas piloto y la adaptación de su intervención a las particularidades locales forman parte de una estrategia más amplia para fortalecer el control del Estado en regiones tradicionalmente relegadas.
En lo ambiental y migratorio, las mesas de trabajo acordadas buscarán examinar y proponer soluciones puntuales, ya que estas localidades han registrado impactos significativos de la presencia armada en el entorno natural y flujos irregulares de migrantes, dada su ubicación limítrofe con Panamá.
La continuidad de los diálogos en Qatar y la aspiración a un respaldo más decidido por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sugieren una apuesta sostenida por la internacionalización del proceso de paz. La expectativa, según lo reflejado en los comunicados oficiales y reseñas de Europa Press, es que el acompañamiento externo permita sostener los acuerdos alcanzados y garantizar su seguimiento eficaz en el terreno.

