Ayuso defiende que ella "no tiene la culpa" de conflicto en Gaza: "Yo no hablo con Netanyahu, no sé quién es ese señor"

En la Asamblea regional, Isabel Díaz Ayuso rechaza acusaciones sobre la crisis humanitaria en Oriente Próximo, enfatiza que su gestión es independiente de decisiones internacionales y destaca la acogida de menores gazatíes y la convivencia en la capital

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Durante el debate parlamentario en la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso hizo referencia al recibimiento en la región de menores procedentes de Gaza y de distintas partes del mundo como parte de una política de integración, rechazando las acusaciones que la responsabilizaban por la crisis humanitaria en Oriente Próximo. Según informó el medio, la presidenta regional contestó de forma enfática a los grupos de PSOE y Más Madrid que su gestión se mantiene al margen de las decisiones internacionales, aclarando que no mantiene relación con líderes internacionales involucrados en el conflicto, como el presidente israelí Benjamin Netanyahu.

De acuerdo con la información publicada, Ayuso manifestó: “Yo no hablo con Netanyahu, no sé quién es ese señor”. Durante la sesión de control al Gobierno regional, Ayuso respondió a las críticas afirmando que no puede ser responsabilizada por circunstancias globales, ni por la pandemia, ni por episodios climáticos extremos como las olas de calor en la Península Ibérica, ni por el estallido de violencia en Oriente Próximo. “¿Están enfermos conmigo? ¿No se dan cuenta que yo no tengo la culpa de que haya habido una pandemia? Yo no tengo la culpa de que en la Península Ibérica en verano hagan estas olas de calor. Y yo no tengo la culpa del conflicto en Oriente Próximo”, argumentó la presidenta, según consignó el medio.

En su intervención, Ayuso defendió la gestión de la Comunidad de Madrid en materia de convivencia y acogida, destacando la integración en la capital de menores gazatíes y de otras regiones. Añadió que las políticas de inclusión del gobierno regional también abarcan a la población local, incluyendo madrileños judíos que, señaló, “están empezando a ser perseguidos en su propia casa”. De acuerdo con los detalles publicados, la presidenta insistió en que Madrid no puede ser identificada con estigmas de intolerancia.

El medio detalló también que Díaz Ayuso recalcó el papel de la capital española como referente internacional, citando la celebración de grandes eventos deportivos. Hizo esa mención tras el reciente episodio en el que la última etapa de la Vuelta ciclista tuvo que cancelarse debido a protestas en favor de Palestina. La presidenta subrayó: “¿No se dan cuenta de que eso no es Madrid? Somos capital mundial del deporte”.

Por su parte, Carlos Díaz-Pache, portavoz del Partido Popular en la Asamblea, sumó críticas dirigidas a los partidos de la izquierda. Según reportó el mismo medio, Díaz-Pache calificó a las formaciones progresistas de “tontos útiles del totalitarismo”. Expuso que, en su opinión, recurren a cualquier causa para imponer una visión en la que “el fin justifica a los medios”, y que consideran que no necesitan observar las leyes en la consecución de esos fines. Entre sus señalamientos, ironizó sobre la supuesta priorización de “luchar contra un genocidio” sobre la legalidad de la amnistía en Cataluña o sobre la importancia de una carrera ciclista en Madrid.

Díaz-Pache, según relató el medio, aludió también al debate sobre la convivencia en Cataluña y la amnistía política que afecta a ese territorio, poniendo en cuestión el respeto a la legalidad y a la Constitución en el discurso de la izquierda, utilizando un tono irónico para criticar el enfoque que, a su juicio, los partidos contrarios al PP imprimen a estos temas.

El cruce de declaraciones se produjo en medio de una creciente tensión política por las repercusiones que el conflicto en Oriente Próximo está teniendo en la vida política y social madrileña, especialmente tras protestas propalestinas que afectaron eventos destacados en la agenda local. Tanto Ayuso como su portavoz defendieron la independencia de la administración regional respecto a los sucesos externos y la apuesta por la diversidad y la convivencia en la ciudad y la comunidad.

El debate evidenció, según lo publicado en el medio, la persistencia de la confrontación entre el gobierno de la Comunidad de Madrid y la oposición en torno a la responsabilidad institucional frente a crisis internacionales y a la gestión de la convivencia y la integración de diferentes colectivos en la capital.