México, Estados Unidos y Canadá abren el proceso de consulta para revisar el T-MEC

Las tres naciones norteamericanas lanzan una convocatoria para que ciudadanos y empresas presenten sugerencias y aporten evaluaciones sobre la aplicación del acuerdo comercial, antes de la revisión formal que estipula el tratado a partir de 2026

Guardar

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó en una conferencia de prensa la importancia de las consultas públicas que deben llevar a cabo México, Estados Unidos y Canadá antes de la revisión formal del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), programada para el 1 de julio de 2026. De acuerdo con El País, Sheinbaum subrayó que este proceso de consulta está establecido por ley y requiere la aprobación de los respectivos senados de los tres países, por lo que no se trata de una medida improvisada o novedosa.

El País detalló que la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) fue la primera en arrancar este procedimiento, abriendo el espacio para que ciudadanos, empresas y asociaciones presenten comentarios sobre cualquier aspecto del T-MEC. El objetivo central es recabar propuestas acerca del funcionamiento y aplicación actual del tratado, así como ideas para reforzar la seguridad económica y la competitividad estadounidense. La consulta estadounidense estará abierta durante 45 días, a partir de la publicación oficial del aviso, lo que ocurrió el miércoles 17 de septiembre, según consignó el medio. Además, se realizará una audiencia pública el 17 de noviembre, donde los interesados podrán presentar sus opiniones de manera directa.

En cuanto a México, El País reportó que la convocatoria para la participación también se publicó este miércoles en el Diario Oficial de la Federación. En el caso mexicano, el periodo de recepción de comentarios durará inicialmente 60 días, aunque existe la posibilidad de extenderlo por un plazo adicional de hasta 30 días. Este proceso busca recabar especialmente evaluaciones sobre la implementación del T-MEC desde su entrada en vigor, el 1 de julio de 2020, hasta 2025.

El T-MEC, que reemplazó al antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), establece que el acuerdo se mantendrá en vigor durante 16 años desde su puesta en marcha, a menos que las partes decidan extenderlo por un periodo igual. La normativa del tratado estipula que al cumplirse el sexto aniversario de su puesta en marcha, los socios deben realizar una revisión conjunta para examinar el desempeño del acuerdo y considerar posibles modificaciones, informó El País. Este proceso implica analizar tanto la evolución de las políticas arancelarias y laborales, especialmente las estadounidenses, como otras cuestiones que afectan a los tres países miembros.

Según consignó El País, la consulta pública también está pensada para que las partes interesadas expongan sus visiones sobre la manera en que el T-MEC se ha implementado y sus efectos concretos a la fecha. Los temas identificados como los más delicados incluyen los relacionados con la política arancelaria, disposiciones laborales y el fortalecimiento de la economía regional. Así, el mecanismo de consulta funciona como una instancia previa obligatoria antes de la discusión formal entre los gobiernos, con el fin de incorporar opiniones del sector privado y la sociedad civil.

El procedimiento de consultas, explicó Sheinbaum según recogió El País, representa una etapa legalmente exigida antes de que los responsables políticos de México, Estados Unidos y Canadá negocien posibles ajustes al texto vigente del T-MEC. Esto incluye la discusión de estrategias para optimizar el tratado y garantizar que responda a los desafíos actuales en el comercio y la economía de América del Norte. Según subrayó el medio, la revisión que iniciará en 2026 marcará una fase clave para la posible renovación o modificación del acuerdo, o bien para optar por su extensión automática si existe consenso entre las partes.

La convocatoria pública establece que cualquier ciudadano o motivo de interés puede presentar sugerencias o valoraciones, sin importar el sector económico o social al que pertenezcan, lo que amplía el espectro de participantes que pueden incidir en la revisión. El País enfatizó que esta apertura busca que el tratado refleje las inquietudes y prioridades actuales de la región, con especial atención a los puntos de fricción en temas comerciales y laborales.

El medio detalló que la administración estadounidense justificó la apertura de su consulta con el argumento de que la revisión del T-MEC debe basarse en aportes amplios y representativos, lo que permitirá a las autoridades valorar de manera más precisa el alcance de las modificaciones necesarias. Por su parte, México invitó a las organizaciones y población interesada a contribuir con información y análisis sobre los efectos económicos, comerciales y regulatorios que se hayan derivado de los primeros años de vigencia del tratado.

Dentro del proceso establecido por el acuerdo, las partes deberán consultar los comentarios recibidos durante este periodo para fundamentar sus posiciones antes de entrar en la fase de revisión formal. De acuerdo con la información divulgada por El País, la revisión conjunta podría abordar ajustes en capítulos sensibles del tratado, dependiendo del consenso al que lleguen los gobiernos sobre la interpretación y efectividad de las disposiciones actuales.

El T-MEC, desde su firma, fue considerado por los tres países como una herramienta central para estimular el crecimiento económico de la región, modernizar normas comerciales e incrementar el atractivo de América del Norte como bloque económico. Además de las normas tradicionales de acceso a mercado y reglas de origen, el tratado introdujo nuevas disposiciones sobre derechos laborales, medio ambiente y comercio digital, aspectos que estarán sujetos a evaluación y, en su caso, a propuestas de cambio durante la consulta pública y la revisión de 2026.

El País puntualizó que la consulta pública se integra como parte de los compromisos asumidos por los gobiernos al firmar el tratado, garantizando la transparencia y la inclusión de diversos actores en la evaluación del acuerdo. Tanto México como Estados Unidos y Canadá deberán considerar los resultados de estas consultas al diseñar sus estrategias para la negociación intergubernamental, una vez que empiece la revisión acordada.