Sube a seis la cifra de muertos en el ataque armado contra un edificio judicial en Irán

Al menos seis personas, entre ellas un bebé y una mujer mayor, perdieron la vida y 22 resultaron heridas tras un asalto armado en una sede judicial de Zahedán, atribuido por autoridades al grupo Yeish al Adl

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Teherán, 26 jul (EFE).– La cifra de muertos del ataque armado de este sábado contra un edificio judicial en la conflictiva provincia de Sistán y Baluchistán, en el sureste de Irán, ascendió a seis, y a 22 el número de heridos.

La agencia Mizan, del Poder Judicial iraní, informó que al menos seis personas, entre ellas un bebé de un año y una mujer de 60 años, murieron en el ataque contra la sede judicial en la ciudad de Zahedán.

La Policía de la provincia de Sistán y Baluchistán informó que tres asaltantes intentaron entrar al edificio a las 8:30 de esta mañana, hora local (5:00 GMT), pero fueron impedidos por las fuerzas de seguridad.

Posteriormente, uno de los atacantes lanzó una granada dentro del centro, la cual explotó y causó varios muertos y heridos.

Uno de los hombres armados murió en enfrentamientos en la entrada del edificio, mientras que los otros dos intentaron huir y abrieron fuego contra la gente que estaba en los alrededores del lugar, aunque finalmente fueron abatidos por las fuerzas de seguridad.

El jefe de la justicia provincial, Ali Mavahedi Rad, tachó de acto “terrorista” el ataque y dijo que los asaltantes llevaban chalecos explosivos.

El ataque fue reivindicado por Yeish al Adl, un grupo suní opuesto al régimen chií de Irán, que busca la independencia de la provincia de Sistán y Baluchistán y actúa en la porosa frontera entre Irán y Pakistán.

El grupo, considerado terrorista por la República Islámica, llevó a cabo el año pasado una serie de ataques coordinados contra cuarteles de la Guardia Revolucionaria y dos comisarías de Policía, en los que murieron al menos una treintena de personas, diez de ellos miembros de las fuerzas de seguridad, en abril de 2024.

La región de Sistán y Baluchistán tiene una población mayoritariamente suní y en ella operan grupos extremistas de esa rama del islam, contrarios al Gobierno chií de Teherán, así como bandas de contrabandistas y narcotraficantes. EFE